Es hora de que hablemos claro.
No es casualidad, que gente con antecedentes penales por narcotráfico sean autoridades de este Gobierno como una nueva ministra, que según información de los medios de comunicación, estuvo presa en un país europeo por este delito y el Sr. Contralor General también, si el Presidente de la federación de cocaleros es el Sr. Presidente de Bolivia.
No es casualidad, que el país produzca más cocaína si se está produciendo más coca, la relación es directamente proporcional, si el Presidente de las Federaciones de cocaleros es el Presidente del Estado plurinacional.
No es casualidad, que los organismos de interdicción en la lucha contra el narcotráfico hubieran dejado de operar en el Chapare, el epicentro del narcotráfico, si cayeron in fraganti amigos íntimos del Presidente de las federaciones, que viven en el Chapare, como Margarita Terán (en uno de los últimos operativos realizados en el Chapare).
No es casualidad, que algunos policías estén contaminados con el narcotráfico si se echó del país al órgano que los controlaba, los entrenaba, les daba excelente equipamiento y les pagaba bien, si el Presidente de las federaciones de cocaleros, enemigo declarado de la DEA, es el Sr. Presidente de Bolivia.
Entonces no es casualidad que el Presidente de Bolivia sea enemigo de la DEA.
Mucha gente parecer callar cuando se habla de este asunto, incluso es posible que existan personas que prefieren que haya narcotráfico como una forma de paliar la pobreza, pero también pareciera que la opinión pública nacional que sabe que más del 90% de la coca del Chapare va al narcotráfico, cierra los ojos y no quiere ver que el Presidente de las federaciones de cocaleros tiene directa participación para que el país hubiera nuevamente aumentado la producción de coca ilegal, según alguna institución internacional de la ONU, en un 22%, cuando, en vista que se siembra coca hasta en algunos parques nacionales, se puede suponer que pudiera estarse sembrando mucho mas.
Así fuera que los cocaleros sólo sembraran la coca ilegal, ya es un delito, porque la coca de por si es un precursor de la cocaína, aunque la legislación boliviana no lo reconoce, precursor según el diccionario Larousse quiere decir “…que precede…” y la coca es un precursor irremplazable, porque según parece al kerosene (precursor) lo puede reemplazar la gasolina, pero la coca, es un precursor irremplazable.
El Presidente de las Federaciones de cocaleros desde que ascendió al cargo de Presidente de Bolivia se ha dado a la tarea de promocionar a la coca en el mundo entero con el slogan de que coca no es cocaína, una media verdad, porque lo cierto es que sin coca no hay cocaína, eso lo sabe la opinión pública nacional y el Presidente de las federaciones de cocaleros.
No creo que el Presidente de las federaciones de cocaleros esté haciendo droga o traficando, pero no tengo la menor duda que sabe que en sus federaciones se siembra coca para hacer droga y que los cocaleros también hacen droga, y lo permite por eso se consume tanto combustible en el Chapare, entonces es cómplice del narcotráfico.
No es de extrañar que el Presidente de las federaciones de cocaleros sea enemigo declarado de la DEA si esta organización era el principal oponente a la actividad del narcotráfico, pero el principal oponente no sólo porque entrenaba y financiaba el entrenamiento de los efectivos de la FELCN sino porque principalmente, servía de control de estos, era el verdadero escudo que protegía a los policías de los cantos de sirena del narcotráfico, los policías ganan muy poco y como cualquier mortal debe ser muy difícil contener la tentación de ganar mucho dinero en poco tiempo cuando se es pobre.
¿Será que la opinión pública nacional aceptó aquel slogan del Gobierno, en sentido que se apoyaría la producción de más coca para industrializarla pero, habría cero tolerancia con la producción de cocaína?
Es bueno recordar que en los primeros años de los 80s, el país clamó por la ayuda de EE.UU. para combatir el narcotráfico, y los “gringos” se hicieron rogar, no se vinieron inmediatamente y en vista que había un vacío jurídico, el Gobierno estadounidense financió el estudio de lo que hoy conocemos como la ley 1008 y colaboró con los gobiernos nacionales de turno para crear la FELCN que en su momento, y en función de la buena fe del gobierno de turno fue una institución que prestigió al país, y sirvió de modelo para otros países, de la misma manera cuando se tuvo sospecha que el narcotráfico financiaba las campañas políticas de los Partidos y para evitar que suceda en el futuro se optó porque sea el Estado el que financie las campañas políticas de estos.
El Gobierno ha expulsado a la DEA y con ello, se ha dejado de lado la ayuda que el Estado boliviano pidió del Gobierno americano, ahora el pretexto será que como los americanos no ayudan por eso hay mas producción de cocaína, y el Gobierno del MAS ha suspendido el financiamiento de las campañas políticas de los partidos políticos, medidas que a todas luces favorecen directa e indirectamente al narcotráfico.
¿Necesitamos más pruebas los bolivianos para aceptar que el Presidente de las federaciones de cocaleros es cómplice del narcotráfico? o ¿Estamos esperando que se lo sorprenda transportándola o fabricándola si tiene quien la transporte y la fabrique?
Sólo un narcotraficante podría ver en la DEA a un enemigo.
¿Cómo puede alguien decir que se expulsó a la DEA por dignidad nacional, si la verdadera indignidad es ser un narco Estado en momentos que las materias primas que produce el país tienen un excelente precio?, no hay excusa.
¡Caramba¡ Es la hora de dignificar verdaderamente a Bolivia, sembremos más soya, más quinua, más arroz, más maíz, y paremos de sembrar coca, de lo contrario nuestro silencio nos hará encubridores, de esa manera en Bolivia todos seremos narcotraficantes: los que la hacen y la venden, (autores) los que le dan cobertura (cómplices) y los que callan o hacen muy poco por evitarlo (encubridores).
Es una verdad que duele, ¿no?
*Vicealmirante de la República
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