Una vez más se confirma que George Soros y su plana mayor continúan inspirando y se puede afirmar subvencionando la postura boliviana de criticar las políticas tanto de Naciones Unidas como de los grandes países, incluyendo la Unión Europea, dentro de lo que se llama el control del crimen y la drogadicción.
Para empezar no existe un estudio serio, respaldado científicamente sobre la coca y su supuesta inocuidad, lo que existe es el texto de la primera conferencia del sabio Sigmund Freud acerca del valor medicinal de la cocaína (para fabricar anestésicos de uso en operaciones por ejemplo de los ojos novocaína) No obstante algunos años más tarde el mismo Freud escribió otro texto negándole a la coca sus cualidades, más al contrario condenándola como droga perniciosa, degradante y que llama a la dependencia.
Hace el ridículo el Jefe de Estado boliviano al realizar afirmaciones en temas muy bien descritos en las mesas de gobierno, especialmente de aquellos que han optado por el control de las drogas en lugar de su liberalización o legalización como pretende Sorós por causa de su interés comercial y políticos. Si el acullico está mencionado en un texto muy discutible y que por el momento no es más que una proposición, no quiere decir que todos los bolivianos estemos conformes con sus falsos enunciados.
Vuelve Morales a cuestionar la penalización de la coca porque de ella se obtiene la cocaína que tanto daño provoca en el mundo entero. Les hecha en cara a los dignísimos delegados, o a los presidentes de los países donde la droga es anatema, materia de estricto control, de una penalización ejemplar. Lo que hace Morales es fastidiar a las naciones haciéndoles perder el tiempo con un tema que tiene su propio ámbito, sus organismos especializados. Que la coca embrutece (el acullico o pijcheo) es tan cierto que nada más ayer (lunes 17 de nov.) que alcóholicos embrutecidos y acullicadores dieron muerte cruel, inmotiva a dos personas y estuvieron a punto de linchar a otras nueve de no haber intervenido la ley, la policía y hasta el ejército para arrancarles a las víctimas (después se comprobó que eran inocentes). La coca les embrutece y les transporta al limbo donde no distinguen lo bueno de lo malo, de lo permitido y lo prohibido. “No estamos defendiendo la cocaína, pero sí parte de la cultura de los pueblos indígenas de la región andina, la hoja de coca como un consumo tradicional" es difícil comprobar hasta dónde se puede llamar acto cultural, al hecho de acullicar.
Usando del derecho a la tribuna en su condición de cabeza de una nación, por la tercera vez olvidó que la JIFE órgano de NN.UU. para velar por el cumplimiento de los tratados sobre las drogas y el crimen, había recomendado a Bolivia y Perú abolir el uso de la hoja dentro de prácticas que poco a poco conducen a la utilización de la cocaína, (opio-amapola) y que la Convención de 1961 contraria a la hoja, todavía está vigente.
Mal puede Morales ir en contra de los convenios firmados por Bolivia como Estado soberano donde reconoce y aceptar una cierta política, sin haber cambiado mediante leyes en el Congreso Legislativo, "la nuevo forma suave, condecendiente, perniciosa, de acercarse a la hoja de coca".
En suma la promoción de la hoja de coca que ha pretendido realizar Morales en el seno de las Naciones Unidas ha sido desafortunada y ha servido de prevención a todos los estados mundiales a frenar sus convenios con Bolivia y poner reparos a una cooperación que de otro lado se ha estado mostrando muy generosa sin contar con el empecinamiento de su Presidente de mostrar lo ilegal y lo prohibido como legal y aceptado. Lo extraño es que con relacion al legendario problema que tenemos con Chile, no ha habido ni siquiera una mención. Es un caso de traición a la Patria?!
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