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viernes, 24 de abril de 2009

otra mala jugada del destino. resulta que "las venas abiertas" declara enfático que la coca es droga. qué contratiempo para Evo puesto que el libro...

se está leyendo por decenas de miles en todo el mundo...

La V Cumbre de las Américas que tuvo lugar hace unos días en Trinidad y Tobago, ha marcado un hito en las relaciones entre Estados Unidos y América Latina. Pero no “por las descargas de artillería ideológica” que con tono beligerante anunció Hugo Chávez en los días previos, sino por los gestos de docilidad que el mandatario venezolano expuso dejando pasmados incluso a sus aliados del ALBA, a los que dejó con las ganas de verlo liderar una ofensiva verbal contra “el imperialismo estadounidense”.
Muy lejos de ello, Chávez agachó la cabeza y dejó a Daniel Ortega la bochornosa tarea de aburrir a la audiencia con un larguísimo discurso plagado de los insustanciales lugares comunes tan propios de la vieja izquierda latinoamericana del siglo pasado.
A lo más que se atrevió Chávez fue a regalar un ejemplar en inglés de “Las venas abiertas de América Latina”, un libro escrito hace casi 40 años por el inglés-uruguayo Edward Hughes, quien se hizo famoso con su nombre castellanizado y su apellido materno: Eduardo Galeano.
El libro en cuestión es, sin duda, uno de los que más influyó en la mentalidad de varias generaciones de jóvenes latinoamericanos cuyas almas fueron envenenadas con el victimismo y el resentimiento llevados a su máxima expresión. Con su obra, Galeano logró dar al mito del Buen Salvaje un aspecto de seriedad e hizo del quejido lastimero la principal doctrina de la izquierda latinoamericana.
Hay, sin embargo, en la obra que durante los últimos días se ha convertido un best seller en las librerías estadounidenses, un capítulo que resulta de lo más inconveniente para una de las principales causas del Gobierno boliviano. Se trata del referido a la coca y el funesto papel que le atribuye como instrumento de dominación de los indígenas.
Para Galeano no hay lugar a dudas. La coca es una droga. Y una droga letal. Una droga que mata a quienes la consumen, y que fue cruelmente utilizada por los españoles —y sigue siendo usada— para reducir a los indios a la abyección.
El autor considera que una de las muestras de la sabiduría que les atribuye a los incas fue no permitir el consumo de la coca excepto para fines rituales. Todo lo contrario de lo que hicieron los españoles, quienes al descubrir la utilidad de la hoja para mantener drogados a los indígenas masificaron su consumo para explotarlos y someterlos mejor. “Los indios compraban hojas de coca en lugar de comida al precio de abreviar la propia vida”, afirma y añade con santa indignación: “A esta altura del siglo veinte, los indígenas de Potosí continúan masticando coca para matar el hambre y matarse”.
Ahora que el Gobierno boliviano se propone impulsar una campaña internacional para que la coca deje de ser considerada como una droga, flaco favor le hizo Chávez al poner en manos de Obama uno de los más furiosos alegatos que contra la hoja se haya escrito. (Enjundioso ed. de Los Tiempos)

lunes, 20 de abril de 2009

se refiere a incautaciones de cocaína y la alarma de un aumento exhorbitante en el narcotráfico. La Prensa. LP:

Hace algunas semanas, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico se incautó de la mayor fábrica de cocaína cristalizada descubierta en el país en por lo menos los últimos 20 años de guerra que se libra contra esa criminal actividad que está avanzando en el mundo.
A este hecho en los siguientes días se han sumado exitosas acciones contra el tráfico de cocaína que han arrojado resultados importantes de decomisos de la droga en el país y en naciones vecinas que significaron garrotazos demoledores contra la economía de carteles internacionales.
Se desconocen estadísticas sobre la cantidad de droga capturada, pero sí se sabe que las áreas de cultivos de coca en los países productores de esta materia prima para la elaboración de cocaína aumentan de forma alarmante a pesar de todo cuanto se hace para evitar su expansión.
El Viceministro de Defensa Social ha admitido que en nuestro país existen alrededor de 15.000 hectáreas con coca que exceden los cultivos legales y que ello se debe, en parte, a que campesinos de El Chapare han vuelto a sembrar en áreas ya erradicadas. Se entiende que la política de erradicación de cultivos de coca excedente está afrontando graves dificultades, especialmente porque los cocaleros se sienten poderosos.
Bolivia carece de recursos o los que tiene son insuficientes para enfrentar con éxito la tarea de eliminar los cocales que están por encima de las hectáreas destinadas al consumo tradicional de hoja de coca permitidas por la ley y la ayuda que se tenía para hacer frente a este delito se redujo sustancialmente con la expulsión de la DEA y de USAID, lo que, naturalmente, tiene que debilitar la lucha favoreciendo a los narcotraficantes.
El descubrimiento de la sofisticada fábrica de purificación de cocaína cerca de Santa Cruz, con una producción calculada de 100 kilos diarios de clorhidrato, fue un duro golpe al narcotráfico, pero confirma que los narcotraficantes buscan producir la droga donde les es más fácil encontrar o producir los insumos, y el insumo principal es la hoja de coca, y donde el control es menos fuerte.
¿Cuántas toneladas de hoja de coca serían necesarias para producir 100 kilos de cocaína pura por día y todos los días? ¿Cuántos camiones se requerirían para trasladar esa enorme cantidad de coca y cómo se la podría trasladar sin que se despertara, cuando menos, sospechas de que es para el narcotráfico? Seguramente se optaba por comprar cocaína preelaborada en decenas de pozas de maceración que deben existir para producir sulfato.
Se anunció que también mexicanos estaban vinculados a la fábrica. Ello demuestra que es necesario poner —ahora que no se cuenta con ayuda o que ésta es muy poca— una especial atención en la lucha contra esa lacra humana para que Bolivia elimine también el estigma de país narcotraficante que se suma al de país corrupto y que nos hace un enorme y vergonzoso daño.

martes, 7 de abril de 2009

reafirma su presencia en Bolivia EEUU que por medio de su organismo NAS otorgará cerca de 160 mil dólares diarios para interceptar y erradicar cocales

El gobierno del presidente Evo Morales logró, hoy, un acuerdo con los Estados Unidos para continuar con la cooperación antidroga que se ejecuta en Bolivia. La Oficina Antidrogas estadounidense destinará a partir del segundo trimestre de esta gestión un poco más de 26 millones de dólares para las tareas de interdicción y erradicación de coca excedente.
La ratificatoria de la adenda al acuerdo bilateral, que se firmará en breve, establece que EEUU, mediante la NAS, brindará apoyo logística, técnico y asistencia a los conscriptos y efectivos de las Fuerzas Armadas para reducción de los cocales ilegales en la zona del trópico de Cochabamba.
En conferencia prensa, este anuncio fue realizado por el vicecanciller, Hugo Fernández y el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, quienes se reunieron con el encargado de negocios de la Embajada de EEUU, Kris Urs, por el lapso de 35 minutos la mañana de hoy, para afinar los detalles de la adenda que debe renovarse una vez al año.
En este encuentro se trató, también, los alcances del convenio marco de cooperación antidrogas y las labores de seguridad que brindan los oficiales y policías a las instalaciones de la legación diplomática.
Por su parte, el ministro Rada informó que adicionalmente a los 26 millones de dólares de ayuda estadounidense, se sumarán otros 20 millones de dólares que otorgará el gobierno, mediante el Tesoro General de la Nación (TGN), para hacer frente de manera enérgica y con mayor rigor al flagelo de las drogas. ANF, La Paz. Comentario del editor. la nota precedente aparece en La Razón y muestra que EEUU ha decidido por encima del resentimiento por las ofensas de funcionarios del Gobierno de Morales y del propio presidente, otorgar la mano y conceder 26 millones de dólares para lo que resta del 2009. sin duda que ha pesado más, la necesidad de preservar a Bolivia de males mayores en lugar de dejarla librada a su suerte, aunque habrá condicionado la misma, a la reciprocidad de un trato respetuoso y justo en lugar del insulto y la intriga. nos alegra por Bolivia, aunque no deja de sorprendernos que los estadounidenses hubieran podido disculpar el cúmulo de ofensas. sin duda que vendrá pronto el retorno de la DEA, y de USAID y del Embajador, de otro modo no se entiende éste paso del que esperamos no se arrepienta el Gobierno de Barak Obama. en todo caso la última palabra no está dicha y se espera un pronunciamiento oficial del Departamento de Estado en Wáshington.

lunes, 6 de abril de 2009

artículo originalmente publicado en marzo del 2003, que cobra actualidad al anunciarse que mafias de brasil, méjico y colombia se encuentran operando.


Droga y crimen en América del Sur
Mauricio Aira


El Jefe de Seguridad de Rio de Janeiro ha lanzado un grito lastimero por cuanto el crimen, la violencia, la sangre se están convirtiendo en algo incontrolable en tan hermosa ciudad tenida como el paraíso del turismo mundial.
Corresponde ensayar un razonamiento para explicar el fenómeno que más grave o menos grave resulta común a las grandes ciudades del Continente Sur. Indudablemente que tiene que ver con el hecho de tener el monopolio mundial de la producción de cocaína. Si es cierto que los colombianos prosiguen con el desarrollo de la producción de materias primas, hojas de coca y pasta base, los peruanos y bolivianos se han ido perfilando en la fabricación del clorhidrato de cocaína, los últimos años se escucha también sobre la producción de marihuana, fenómeno nuevo para la región.
Los expertos en el tema nos previenen que México ha tomado a su cargo la tarea de comercializar la droga en los Estados Unidos, que hasta hace poco la realizaban los narcos colombianos, a la par que Brasil se ha convertido en el centro de distribución de la cocaína boliviana y su exportación al mercado europeo, y del Cercano Oriente. Chile, Argentina, Uruguay no se excluyen de ser las rutas de salida de la droga boliviana hacia otros mercados.
Estados Unidos parece disimular la relación que existe entre los militares colombianos, los paramilitares y los narcotraficantes. Por otro lado, al negarse el Gobierno de Lula a situar el problema en el marco de su relación bilateral con los americanos, el tema del narcotráfico ha pasado a segundo plano, mientras el país se ve asediado, abrumado por la delincuencia.
Donde el cronista pone su atención no es Brasil sino Bolivia que en los últimos años adquiere un nuevo rol, en el desmontar de organizaciones mafiosas al mismo tiempo que en Chile y Brasil, y parte de las redes de otros continentes. El FELNC (el organismo armado para combatir al narcotráfico) ha venido desbaratando acciones que abastecían al mercado israelí, vía Rusia que utilizó los resabios de Aeroflot. Todavía está fresca la detención de los israelitas Avner Menashe y Eliazer Malachi, y los representantes de la empresa rusa Olbi Jazz que camufló su intención con la producción de azúcar. Esta fué apenas un botón de muestra del enorme interés de “capitales rusos” por introducirse en Bolivia. No olvidar la detención de agentes de Guinea Ecuatorial, Nigeria y de los pasaportes bolivianos decomisados en Hongkong y Japón, además del Este de Europa y Sudáfrica.
Estados Unidos ha venido presionando con mucha fuerza para que Bolivia ejecute la erradicación de los cocales en El Chapare. Ya lejos está el tiempo en que el Gobierno llegó a pagar 2.000 dólares por cada hectárea erradicada voluntariamente. Claro está que resultó el juego del gato y el ratón, porque los cocaleros erradicaban aquí, pero plantaban coca más allá hasta que los UMOPAR (Unidad Móvil de Patrullas Rurales) denunciaron el aumento de los cultivos ilegales, lo real es que a fuerza de tira y afloje se había llegado casi a coca cero en la región de la selva chaparena (nos referimos a las zonas de reserva forestal, ahora violadas nuevamente a denuncia del mismo "zar de drogas") . Queda en pie la zona de Los Yungas cuyo producto se destina al consumo doméstico de hojas de coca en el acullico (masticación) de cientos de miles de campesinos que son sus consumidores consuetudinarios.
La presión ha sido resistida de mil maneras por lo que las denuncias de violaciones contra los derechos humanos, robos, extorsiones, violencias físicas y hasta homicidios ha sido frecuente y ha provocado no pocos dolores de cabeza a los gobiernos de Bánzer Suárez, Jorge Quiroga y Sánchez de Lozada, en los desagradables incidentes de enero de 2003.
El cronista no pudo encontrar una explicación racional en las fallas garrafales que se sucedieron en la aplicación de un gran acuerdo surgido entre el 15 y 16 de abril de 1997 cuando el Grupo de Rio y los países de la Unión Europea reunidos en Cochabamba habían decidido destinar un presupuesto de 40 millones de dólares para un gran programa de erradicación de cocales y mejoramiento de la infraestructura de algunos de los lugares de origen de los productores de coca. No ha sido posible encontrar una autoridad competente que pudiera responder a nuestras preguntas relacionadas con la otorgación de tales ingentes recursos, de su aplicación y de las evaluaciones del Programa. Al parecer la documentación ha desaparecido y un halo de misterio rodea el desenlace del programa que desechó el uso de la represión para terminar con las plantaciones de coca en El Chapare.
El incidente de un avión carguero que despegó de La Paz cargado con cuatro toneladas de cocaína y que fué interceptado por la DEA dependiente del Gobierno norteamericano, sirvió para cambiar varias cosas en el modus operandi de la erradicación que se vió más endurecida y bajo un control férreo de los funcionarios de la Embajada de USA que llegó a aumentar sus efectivos hasta el millar, siendo una de las más frondosas delegaciones americanas en Sur América, más numerosa que en Colombia y sólo comparable a México. Volviendo al incidente del “narcoavión” como se lo conoce, fué organizado por Amado Pacheco Abraham, sobrino carnal de Luis Abraham Batista, mafioso acribillado a balas en una calle céntrica de Santa Cruz, cuando interceptó una operación de narcos, habiendo asesinado a los tripulantes norteamericanos y decomisado cuatro millones de dólares. Al parecer la operación había sido autorizada por el Presidente García Meza, mientras que la intercepción fué ordenada por Luis Arze Gómez su Ministro del Interior, lo que le costó su salida del gobierno (abril 1981). Este Abraham, nacido en Sucre, ascendió dentro de la Policía Civil gracias al padrinazgo del General René Barrientos y llegó a ser su hombre de confianza, sagaz y ambicioso organizó su propio servicio de inteligencia para realizar “volteos” entre los narcotraficantes cuyas redes llegó a penetrar. Abraham Batista dejó una fortuna a su familia, entre ellos el sobrino conocido más tarde como “jefe del cártel de La Paz” y que purga larga condena en el Panóptico de San Pedro. Los parientes de Abraham blanquearon el dinero, compraron bancos y empresas, extensas propiedades rurales y gozan de prestigio y reputación. (Relato de NarcoTráfico y Política. Bruselas. 1977) Para finalizar recogemos la percepción que existe en círculos bien informados que muestran a Amado Pacheco Abraham como un chivo expiatorio y que los dueños del verdadero narcoavión están todavía en el anonimato.
Junto al narcoavión quedan otros pasajes, Caso Huanchaca ocurrido en 1987, y los “narcovínculos” que en 1993 comprometieron al ex-presidente Jaime Paz Zamora con los ajetreos de otro narcotraficante famoso hoy fallecido, Isaac Chavarría que dejó testimonios comprometedores de donaciones y regalos a políticos influyentes. Las acusacione fueron de tal seriedad que la Embajada de USA le retiró la visa de ingreso a Paz Zamora y una decena de sus inmediatos colaboradores.
Todavía unas palabras sobre el modus operandi de los narcos que actúan en una estrecha interrelación Bolivia-Brasil donde un grupo de universitarios hicieron un seguimiento para descubrir qué grupos criminales importan de Bolivia considerables cantidades de clorhidrato de cocaína. Cuando es objeto de transacción monetaria los importadores pagan en Bolivia mil dólares por quilo, el cual se revende a tres mil dólares al otro lado de la frontera y en cinco mil en San Pablo, o que cambian la cocaína por vehículos robados. Asi refieren que por una carga de 60 ó 70 quilos obtienen un Mercedes o un Volvo en buen estado. Demás está añadir que en las transacciones tiene papel determinante la permisiva policía fronteriza. Muchos de estos vehículos han sido más tarde encontrados y algunas veces recuperados en ciudades de Perú, Paraguay y hasta el Norte de Chile.
Para el final marquemos la importante operación militar policíaca que tuvo lugar en San Matías del Departamento de San Cruz cercana al Brasil. Se detuvo a 30 personas, varias autoridades y oficiales del ejército y la policía, lo que reveló que la pasta base tenía un gran mercado habiendo afectado muy poco el empeño de los narcos colombianos de prescindir de Bolivia para la producción de pasta base. Bolivia misma según la Organización Mundial de Aduanas ha estado produciendo cuatro veces más de clorhidrato y ha disminuído la exportación de pasta base, los decomisos del producto boliviano han sido más elevados que los del producto colombiano. O sea, Bolivia ha adquirido por desgracia un rol más importante en el comercio mundial de la cocaína. Si bien los cocales de El Chapare han sido reducidos se ha venido a dar una producción más generalizada de la pasta base que alimentan los laboratorios dispersos por todo el territorio nacional incluyendo El Alto donde la urbanización caótica dificulta la presencia de controles represivos, se considera también que una parte de las producción yunguena está siendo destinada a otros fines que los de masticación. (En todos éstos operativos tuvo rol determinante la DEA hoy extrañamente expulsados por Evo Morales)
La Comunidad nacional tiene que encontrar la fórmula para ponerse de acuerdo y redoblar esfuerzos para desplazar a las redes mafiosas que todavía parecen estar operando en territorio boliviano. Punto alto a la determinación de la mayoría de los líderes políticos y religiosos y cívicos de acometer acciones consensuadas para sacar a Bolivia del círculo de crimen, drogadicción y violencia que parece caracterizar al Brasil, donde todos los medios legales parecen impotentes para detener la negra sombra delincuencial que abruma a los habitantes de Rio de Janeiro donde se han asentado las banda narcoterroristas. (Publicado en mi libro Bolivia 2003 y el portal; http://www.rodelu.org/)

domingo, 5 de abril de 2009

al paso que vamos 500 hectáreas en 3 meses, 2.000 por año, necesitaremos 9 años para erradicar lo excedente de hoy. es una broma?

Bolivia es el tercer país productor de coca en la región andina con 28.900 hectáreas en todo el territorio nacional
De enero a marzo se erradicó 550 hectáreas de coca

COCHABAMBA. El gobierno boliviano informó que durante los tres primeros meses de 2009 eliminó más de 550 hectáreas de coca excedentaria en el trópico de Cochabamba, los Yungas y la región de Yapacaní, en Santa Cruz.
La Fuerza de Tarea Conjunta, el brazo ejecutor del programa de erradicación de cocales, erradicó 500 hectáreas de coca en el trópico cochabambino de Chapare, 24 hectáreas en los Yungas de La Paz y 23 hectáreas en la zona de Yapacaní, regiones donde la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) destruyó más del 60 por ciento de las 1.452 fabricas de cocaína en este primer trimestre de este 2009, según Los Tiempos.
Esta información fue proporcionada por el Viceministerio de Defensa Social, mediante datos estadísticos oficiales, cartera de Estado que se trató la meta de eliminar más de 5.000 hectáreas de coca excedente hasta diciembre próximo, con el fin de cumplir con los acuerdos en materia de lucha antidroga suscritos con la comunidad internacional.
Estas cifras oficiales establecen que debido a las intensas lluvias producidas en enero pasado y el licenciamiento de los conscriptos de la gestión 2008, en el primer mes de la gestión actual no se realizaron las labores de reducción de hoja de coca, por lo que a partir del mes de febrero se comenzó con esta labor.
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) estableció que Bolivia es el tercer país productor de coca en la región andina, al determinar la existencia de 28.900 hectáreas de coca en el territorio nacional, de las que sólo 12.000 están contempladas por la Ley 1008 y 16.900 son consideradas como cultivos excedentes.
El informe de Monitoreo Cultivos de Coca 2008, elaborado por el proyecto F-57 a cargo de la o­nUDD, estableció que los cultivos de coca en la zona de los Yungas de La Paz llegó a 19.800 hectáreas, en el trópico de Cochabamba a 8.800 y en Apolo a 300 hectáreas.

viernes, 3 de abril de 2009

no hay vuelta de hoja. el propio encargado de la coca admite que hay coca excedentaria. que se ha vuelto a sembrar allí donde se erradicó.

Entre 15 poblaciones de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz tienen plantaciones que alcanzan las 34.700 hectáreas de coca, divididas entre legales e ilegales, informó el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, al presentar un informe sobre la erradicación del arbusto en el trópico de Cochabamba. Esto implica que hay casi 15.000 hectáreas de coca excedentaria.En el departamento de La Paz hay 18.800 hectáreas, de las cuales sólo 12.000 son legales según la Ley 1.008; en Cochabamba y Santa Cruz, el problema se concentra en las áreas protegidas, porque el Gobierno autorizó 7.000 hectáreas en el trópico de Cochabamba. En los parques nacionales Isiboro-Sécure, Carrasco y en Yapacaní hay 8.800 hectáreas ilegales. Cáceres reveló que el parque Isiboro-Sécure se produjo una nueva plantación de coca. Después de que se erradicó el arbusto el año pasado, los campesinos volvieron a hacer almácigos que crecieron en poco tiempo. Lo mismo ocurrió en el Carrasco y en Yapacaní, donde se resembró EN zonas ya erradicadas.Cáceres señaló que el polígono que conforman las seis federaciones de cocaleros del trópico de Cochabamba tiene las siete mil hectáreas y que se respetará sólo esa cifra, mientras que los cocales de los parques y de Yapacaní serán eliminados sin compensación.El viceministro admitió que “muchos compañeros” están sembrando más de un cato de coca en la zona de las seis federaciones de Chapare, pero aseguró que hay control social y que la determinación es quitar al afiliado el cato de coca y prohibirle que vuelva a sembrar.De acuerdo con el informe anual de la Organización de las Naciones Unidas sobre la producción y uso de drogas en el mundo, hubo un crecimiento del 16% en el área plantada en 2007, en relación con 2006, en los tres principales países productores de coca: Colombia, Bolivia y Perú. El mayor aumento fue registrado en Colombia, con expansión del 27%, mientras Bolivia y Perú tuvieron crecimiento del 5%. Sin embargo, esas cifras son de 2007 y estimaban la cantidad de hectáreas en 28.700.Cáceres dijo que ‘seguramente el informe de la ONU dirá que hubo un incremento de las plantaciones y evidentemente creció, pero es porque volvieron a sembrar donde ya se había erradicado’. Explicó que a partir del mes de junio se iniciará la erradicación con dos campamentos en Carrasco, otros dos en Yapacaní y dos en Isiboro-Sécure. El objetivo es que en julio no haya coca en esas zonas.Respecto a Yungas, hay provincias y poblaciones que cambiaron de ‘rubro’, es el caso de la provincia Larecaja, que era tradicionalmente aurífera y ahora siembra coca. La autoridad antidrogas dijo que hay un proceso de diálogo con los pobladores de La Asunta para concertar la erradicación.Las poblaciones que están contempladas en la Ley 1.008 son: Coroico, Coripata, Yanacachi, Chulumani, Irupana, Cajuata y una parte de La Asunta, con quienes se conversa, pese a que los dirigentes de esa región afirman que existe un afán de erradicar en esa zona cuando la coca excedentaria está en otras poblaciones.Cáceres dijo que hay plantación de coca ilegal en Palos Blancos y Alto Beni, donde tampoco se realizan las tareas de erradicación. El problema de Apolo está en evaluación.
(Crónica de N. Chuquimia publicada por El Deber)

jueves, 2 de abril de 2009

se ha duplicado el total de hectáreas destinadas a la producción de coca, por ende aumentó la cocaína. no extrañe por ello MAS narcotráfico agresivo.

Bolivia está asistiendo a un nuevo ciclo crítico de un problema viejo y peligroso: el narcotráfico. Hoy, la mafia de la droga se muestra más fuerte, más extendida por el territorio nacional y, tal parece, mejor contactada con las organizaciones internacionales del crimen. Sin embargo, la respuesta del país frente a este flagelo aún no es la suficiente y está siendo afectada, como ocurre con otros temas, por la crisis política.
El reciente descubrimiento de un megalaboratorio en la Chiquitania cruceña, la confiscación de una enorme carga de droga refinada en el camino del Chapare a Cochabamba, la destrucción de grandes plantaciones de marihuana en el valle y las confiscaciones de pasta base en el altiplano, son los rasgos de un problema que aún no se ha mostrado de cuerpo entero. Además, parece ser la muestra de que las organizaciones criminales cumplen con éxito la tarea de reclutar a potenciales narcos en el oriente, en el valle como en el occidente y de diferente condición social.
Sin embargo, y hay que reconocerlo, los hechos señalados en el anterior párrafo muestran el esfuerzo de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) y de otros órganos antidrogas, por contener el avance de los narcos.
Sobre el megalaboratorio de la Chiquitania, el comandante de la FELCN, coronel Óscar Nina, informó que los sellos encontrados en el lugar dan las pistas de que el grupo que operaba en ese punto estaba vinculado con organizaciones colombianas o mexicanas, porque los sellos son utilizados para demostrar, en los mercados externos, la garantía de que es droga purificada. Además, fueron detenidas tres personas de origen colombiano y otra de nacionalidad boliviana.
Con la probada presencia de los narcotraficantes colombianos detenidos, la dimensión de esta actividad ilícita adquiere connotaciones muy peligrosas para el país. Habrá que recordar las amargas experiencias que sacuden a dos países amigos, Colombia, desde hace décadas, y México, recientemente y con violencia y luto.
El descubrimiento del megalaboratorio no puede dar paso a conductas exitistas como las que está mostrando el Gobierno nacional, que —haciendo uso de su aparato comunicacional y sus recursos— hace alarde con el hallazgo “más grande de la última década”; por el contrario, debe multiplicar sus esfuerzos y recursos, pues éste es un asunto que requiere de una mejor coordinación entre los órganos policiales, gubernamentales y de la Fiscalía —y por supuesto de la cooperación internacional— para hacer frente al narcotráfico en cada vez más flancos.
No habrá que olvidar que hace pocas horas, la Policía antidrogas se incautó de una carga de 289 kilos de clorhidrato que era trasladada en un carro cisterna que iba de Villa Tunari (en el Chapare) a Cochabamba.
Ante esta realidad, habrá que recordar que en Bolivia el total de la extensión del cultivo de coca ascendió a 28.900 hectáreas, casi 17.000 más que la admitida por la Ley 1008, según informó la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), de la Organización de Naciones Unidas, el 20 de febrero. Una cifra que el viceministro de la Coca, Jerónimo Meneses, quiso refutar diciendo que ¡sólo eran 28.500 las hectáreas de cultivo de esa planta! (Por segundo día citamos editorial de La Razón advirtiendo acerca de los peligros del narcotráfico)