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jueves, 24 de febrero de 2011

nada menos que el mayor diario del continente La Nación insiste en la existencia de cartel colombiano en Bolivia. ofrece detalles del tráfico


El diario La Nación de Argentina publicó ayer un relato sobre cómo fueron cargados 944 kilos de cocaína a un narcoavión que el pasado 2 de enero fue secuestrado en España y que destapó los supuestos nexos de un cartel de droga con Bolivia y Argentina.

En el artículo, el diario da por hecho que la organización de narcotraficantes se instaló en Santa Cruz y que el representante colombiano del cartel tiene una novia boliviana que es una modelo conocida.

La Nación reveló ayer, que “los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá (dueños del avión) habrían contado con la ayuda de un grupo de colombianos, que integran el cartel del Norte del Valle, para cargar la droga en el avión Bombardier Challenger 604, cuando estaba estacionado en la base aérea militar de Morón”.

La investigación comenzó hace casi un año, cuando la Policía española comenzó a seguir la actividad de una banda de narcotraficantes que distribuía cocaína en ese país. Una de las pistas llevó a los policías hasta la Argentina, lugar del que partieron los embarques de cocaína.“Otra parte de la pesquisa los llevó hasta la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, donde se radicó el cartel del Norte del Valle, una organización colombiana dedicada al narcotráfico que instaló laboratorios de droga en la zona para enviarla a Europa a través de la Argentina”, afirma La Nación. Los colombianos se comunicaron vía telefónica con dos empresarios argentinos, los hermanos Juliá. Según la Policía los Juliá habrían sido contratados por uno de los representantes del cartel colombiano para llevar la droga.

Por ese trabajo los empresarios habrían cobrado casi 3.000.000 de dólares, a razón de 3.000 dólares por cada kilogramo de cocaína que llevaban. “El acuerdo se habría comenzado a pergeñar en abril pasado, cuando uno de los representantes del cartel colombiano y su novia, una modelo boliviana, viajaron desde Buenos Aires hasta Santa Cruz en el avión de los Juliá”, dice La Nación.

Para probar la ruta, hicieron tres viajes con cargamentos de menos de 100 kilos. Los Juliá alquilaron en 17.000 pesos un depósito a 30 cuadras de la base aérea militar de Morón, en la localidad de Villa Sarmiento, diciendo que lo necesitaban para retapizar el avión.

Un grupo de colombianos, con experiencia en acondicionar paquetes de droga para que no sean detectados por la Aduana estuvieron en el depósito de Morón y compraron alfombras y cueros para cambiar el tapizado del Challenger 604 y así ocultar la cocaína.

Un ingeniero aeronáutico convocado por los Juliá se encargó de que los paquetes con cocaína se distribuyeran en el fuselaje de manera tal de no desestabilizar el avión en vuelo.

Treinta funcionarios aduaneros fueron citados para que expliquen si alguno revisó el avión, como lo indican las normas de rutina, antes de partir del aeropuerto de Ezeiza.

Redacción/La Nación dksanchez.OPINIÓN

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