IVÁN PAREDES TAMAYO - ivan.paredes@eldeber.com.bo
Finalizaba el 2010 y los resultados del estudio integral de la hoja de coca ya estaban listos para ser publicados. Sin embargo, hubo una decisión política de realizar ocho estudios más. La razón era corregir un error metodológico: solo se había consultado las variables en hogares bolivianos —se encuestó cerca a 11.000 viviendas— y no se había trabajado el informe en las actividades económicas, es decir, en las fuentes de trabajo de los consumidores de la hoja verde.
El coordinador del estudio de consumo de la hoja de coca, Marco Ayala, detalló ayer que ese error, cometido en la primera etapa del informe, obligó a realizar ocho estudios más, los que concluyeron que el consumo legal de la hoja requiere de 14.705 hectáreas de coca, de las 25.300 existentes en Bolivia.
“Una cosa es hacer observaciones en hogares, que fue lo que hizo el Instituto Nacional de Estadística (INE), y otra cosa es hacerlo en la actividad económica ingresando a centro mineros, a campamentos, o ir a buscar a transportistas a las terminales”, recalcó Ayala en rueda de prensa.
El Gobierno detectó el error
Según el ministro de Gobierno, Carlos Romero, se contrató al experto peruano Ricardo Soberón para que valore la primera etapa del estudio y fue él —junto a otros expertos colombianos— quien dijo que había “deficiencias metodológicas”. La recomendación era aplicar otros informes para contemplar a todo el universo que había que indagar.
El experto en encuestas estadísticas Daniel Moreno señaló que era necesario hacer otros informes, ya que en primera instancia no se había llegado a sectores clave que consumen la coca, como los transportistas o los mineros. “El universo no estaba completado, y en este tipo de estudios es necesario llegar a todos”, resaltó.
Al respecto, el director del INE, Luis Pereira, explicó que el contrato que se firmó con la entidad de estadísticas era llegar solamente a hogares, y no a las actividades económicas.
“Se contrató al INE para que haga la fase operativa, con un tamaño de muestra e instrumentos de investigación definidos por el contratista (el Gobierno)”, argumentó Pereira.
Sobre la aplicación del estudio, Ayala informó de que hasta el 2020 se publicará —cada año— una actualización de los informes, es decir, cada gestión se verificará si aumentan o no los consumidores de coca.
“Tendremos la capacidad de sacar estos informes todos los años, hasta que la línea de base se desgaste (el 2020), y ahí se volverá a hacer un estudio grande”, destacó Ayala.
Los sectores deben evaluar la encuesta
Los sectores sociales tienen un peso político en las decisiones del Gobierno. En el caso del estudio de consumo de la hoja de coca, ese poder de decisión no es ajeno. El vicepresidente de la Cámara Baja, Lucio Marca, sugirió que sean los movimientos afines al MAS quienes evalúen el informe, el que determinó que se requieren 14.705 hectáreas para el consumo de la hoja.
“(Este informe) todavía será motivo y objeto de evaluación permanente (...) Debe ser evaluado permanentemente por los sectores sociales, porque en el estudio existen buenos parámetros”, señaló.
El senador masista y dirigente cocalero Julio Salazar no está de acuerdo con la cifra de hectáreas que lanzó el estudio. “Creemos que lo necesario son 20.000 (hectáreas”, remató.
Para saber
3 de cada 10 mastican cocaSegún datos del Estudio Integral de la Demanda de Hoja de Coca, tres de cada diez bolivianos acullica (mastica) la hoja.
La cifra globalLos resultados establecen que la población estimada de consumidores para el año 2012 es de 3.082.464; el año 2006 los consumidores eran 2.678.524.
Desglose del uso1.125.483 personas mastican coca, 961.349 utiliza para usos medicinales, 30.006 para usos rituales, 14.484 en acontecimientos y 28.709 en otros usos.
Porcentaje totalLas cifras del consumo tradicional representan el 37% de la población que consume la hoja de coca masticándola.