Los violentos aborrecen el diálogo, prefieren resolver los conflictos con el uso de la fuerza física, las armas, la tortura y el miedo. Los que aman la paz, se oponen al uso de las armas y buscan por sobre todas las cosas el entendimiento, la fraternización.
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jueves, 30 de agosto de 2012
Guedes generalmente bien informado en materia de drogadicción, ignora por completo sobre la liberación de su colega Gonzáles Galán de la cárcel de San Pedro. curioso. o calla o ignora (bajo el penoco)
César Guedes, el funcionario de la ONU que más luces ha arrojado sobre el auge del narcotráfico en Bolivia, ha dado señales de que está algo desinformado. Guedes fue quien advirtió que Bolivia es el principal exportador de cocaína de Sudamérica; es el que normalmente da las primicias sobre la producción, incautación y salida de droga del país; él aclara sobre los verdaderos límites que alcanzan los cultivos de coca en el país, que frecuentemente molestan al Gobierno nacional; es quien ha aclarado varias veces que Bolivia es un productor de drogas y no un simple país de tránsito como se lo quiere mostrar en los informes oficiales. En otras palabras, hay muy pocas cosas que se le pueden escapar a César Guedes, quien no por nada es el representante de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (Onudd) en Bolivia. Lamentablemente a este cazador se le fue una perdiz muy grande. En un contacto con la prensa dijo no saber absolutamente nada sobre la sospechosísima liberación de un exfuncionario de la ONU detenido en agosto de este año con 30 kilos de cocaína. Veremos en los próximos meses si después de este confuso incidente se produce algo así como una devolución de favores.
martes, 28 de agosto de 2012
escándalo de proporciones. cómo es posible que un funcionario de la ONU en LP, detenido in fraganti por narcotráfico es liberada entre gallos y medianoche absuelto de culpa? dicen ahora que fue la transacción para aceptar a Llorenti en la ONU sin preguntar. si esto es así tienen que rodar varias cabezas. muy grave (ANF)
El Jefe de Bancada de Convergencia Nacional en diputados, Luis Felipe Dorado, junto al diputado Adrian Oliva y los senadores Marcel Antezana y Yanine Añez, denunciaron este martes que autoridades bolivianas “liberaron irregularmente” al ex funcionario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), José María Gonzales Galán, acusado por traficó de 30 kilos de cocaína, delito por el que fue detenido en el penal de San Pedro y posteriormente fue absuelto de toda culpa.
Los legisladores anunciaron que iniciaron una investigación por este caso, por lo que solicitaron una petición de informe escrito al Ministro de Gobierno, Carlos Romero, al Fiscal General interino del Estado, Mario Uribe y al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Gonzalo Hurtado Zamorano, para conocer como se ha tratado este tema.
“Lo que nos llena de sorpresa es que este señor esta libre por el delito que cometió, pese a que fue procesado con la ley 1008, ahora nos enteramos que fue absuelto de pena y culpa, además de ser liberado con un sobreseimiento, por ello nos preguntamos porque lo liberaron las autoridades del penal, no queremos creer que hubo una mano del Gobierno en coordinación la ONU para que se haya violado las leyes y se haya permitido que el señor Gonzales haya sido perdonado por semejante delito”, manifestó Dorado en conferencia de prensa.
Asimismo el legislador espera que la liberación irregular de este funcionario de la ONU, no haya sido el “gancho” para que este organismo internacional acepte la designación de Sacha Llorenti, pese a que supuestamente tendría pendiente un proceso por el caso Chaparina como lo denunció el Movimiento Sin Miedo.
Por otro lado, la Bancada de Convergencia Nacional, mediante una misiva enviada el 27 de agosto 2012 CITE: AEOA 0043-08/2012 , a la Representante en Bolivia de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Yoriko Yasukawa, le consultaron ¿Si intercedió a favor del señor Galán cuando estaba detenido en San Pedro?, además ¿Si este es un tema multilateral? y ¿En el caso de haber hecho alguna representación lo hizo a nombre de Naciones Unidas, y si lo hizo qué tipo de gestiones hizo ante la autoridad competente?.
Durante la conferencia de prensa, en el salón rojo de la Cámara Baja, los legisladores mostraron una proyección de video y recortes de medios escritos, cuando el ex ministro de Gobierno Sacha Llorenti el 26 de agosto de 2011 presentaba a Gonzales Galán como responsable del tráfico de cocaína con destino a España. En esa fecha junto al director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), coronel Gonzalo Quezada, indicaron que en el caso de narcotráfico también estaría involucrada la esposa del ex funcionario de Naciones Unidas, Silvia Felipe Gonzales.
Gonzales Galán fue arrestado el 25 de agosto del 2011 a las 10.30 en inmediaciones de la calle Fernando Guachalla de la zona de Sopocachi de La Paz, quien tenía residencia en Bolivia desde 2009.
Día anterior, es decir, el 24 de agosto, efectivos de la fuerza antidroga detectaron con la ayuda de un can, en el aeropuerto de El Alto, "cocaína camuflada de forma imperceptible mediante una modalidad altamente técnica" en las prendas que había enviado supuestamente Gonzales Galán empaquetados en tres cargas. En uno de los paquetes se descubrió en un primer momento la cocaína impregnada. La carga era una encomienda de la Empresa de Correos Bolivia (Ecobol).
//HFS/jlz//
Los legisladores anunciaron que iniciaron una investigación por este caso, por lo que solicitaron una petición de informe escrito al Ministro de Gobierno, Carlos Romero, al Fiscal General interino del Estado, Mario Uribe y al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Gonzalo Hurtado Zamorano, para conocer como se ha tratado este tema.
“Lo que nos llena de sorpresa es que este señor esta libre por el delito que cometió, pese a que fue procesado con la ley 1008, ahora nos enteramos que fue absuelto de pena y culpa, además de ser liberado con un sobreseimiento, por ello nos preguntamos porque lo liberaron las autoridades del penal, no queremos creer que hubo una mano del Gobierno en coordinación la ONU para que se haya violado las leyes y se haya permitido que el señor Gonzales haya sido perdonado por semejante delito”, manifestó Dorado en conferencia de prensa.
Asimismo el legislador espera que la liberación irregular de este funcionario de la ONU, no haya sido el “gancho” para que este organismo internacional acepte la designación de Sacha Llorenti, pese a que supuestamente tendría pendiente un proceso por el caso Chaparina como lo denunció el Movimiento Sin Miedo.
Por otro lado, la Bancada de Convergencia Nacional, mediante una misiva enviada el 27 de agosto 2012 CITE: AEOA 0043-08/2012 , a la Representante en Bolivia de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Yoriko Yasukawa, le consultaron ¿Si intercedió a favor del señor Galán cuando estaba detenido en San Pedro?, además ¿Si este es un tema multilateral? y ¿En el caso de haber hecho alguna representación lo hizo a nombre de Naciones Unidas, y si lo hizo qué tipo de gestiones hizo ante la autoridad competente?.
Durante la conferencia de prensa, en el salón rojo de la Cámara Baja, los legisladores mostraron una proyección de video y recortes de medios escritos, cuando el ex ministro de Gobierno Sacha Llorenti el 26 de agosto de 2011 presentaba a Gonzales Galán como responsable del tráfico de cocaína con destino a España. En esa fecha junto al director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), coronel Gonzalo Quezada, indicaron que en el caso de narcotráfico también estaría involucrada la esposa del ex funcionario de Naciones Unidas, Silvia Felipe Gonzales.
Gonzales Galán fue arrestado el 25 de agosto del 2011 a las 10.30 en inmediaciones de la calle Fernando Guachalla de la zona de Sopocachi de La Paz, quien tenía residencia en Bolivia desde 2009.
Día anterior, es decir, el 24 de agosto, efectivos de la fuerza antidroga detectaron con la ayuda de un can, en el aeropuerto de El Alto, "cocaína camuflada de forma imperceptible mediante una modalidad altamente técnica" en las prendas que había enviado supuestamente Gonzales Galán empaquetados en tres cargas. En uno de los paquetes se descubrió en un primer momento la cocaína impregnada. La carga era una encomienda de la Empresa de Correos Bolivia (Ecobol).
//HFS/jlz//
lunes, 20 de agosto de 2012
Jimmy Ortiz ofrece un apretado resumen de medios de dentro y de fuera de Bolivia que nos muestran como "el país de la cocaína". el mundo entero nos recrimina. mensaje para los hombres libres que impedirán la consumación del mal
El tema de la cadena coca-cocaína sigue escalando en Bolivia. Nadie lo para. A nadie le interesa pararlo. La mala política antidroga del Gobierno de Morales y su reelección en la Presidencia de la Federación de Cocaleros del Chapare, no hacen presagiar un futuro mejor.
el clan Terán del entorno de Evo. juzgados pero libres de pelo y paja |
Tampoco le interesa a la mayoría de la clase política y a líderes regionales. No les importa que estemos destruyendo nuestro valioso capital humano, y el de todo el planeta. Es trágica la miopía de todos ellos y su falta de coraje también. Ninguno cumple con el deber supremo de velar por el bienestar del pueblo. La moral pública les importa poco. La única institución que reclama con firmeza es la Iglesia Católica.
Si antes eran unas golondrinas, que no podían hacer verano, los que reclamaban, hoy el mundo entero nos lo recrimina, no es sólo la revista Veja. Veja es apenas una raya más al tigre.
Vea esta investigación en los medios nacionales: Felcn descubrió 186 fábricas de cocaína en la región de Chapare (eju.tv 02-09-08, citando a El Deber). Evo Morales admite que narcotráfico penetró estructuras del Estado (fmbolivia.com.bo 01-06-10, citando a El Diario). Confesión de Sanabria desmontará el narco estado que hay en Bolivia (hoybolivia.com 17-08-11). Del 60 al 80 por ciento de la cocaína boliviana es enviada a Brasil (La Razón 13-12-11). Destruyen 248 fábricas de droga en San Germán (Página Siete 01-06-12). Se incautan 850 kilogramos de cocaína boliviana en Chile (Los Tiempos 17-06-12). Informe mundial de la ONU ratifica aumento de cocales en Bolivia El Deber 26-06-12).
Vea ahora en los medios extranjeros: Bolivia está en camino a ser un narco-Estado (inforegion.pe 23-08-07). La Bolivia de Evo Morales puede convertirse en un “narco-Estado” (elmundo.es 17-02-10). Informes de inteligencia describen a Bolivia como un “Narco-Estado” (Univisión.com 9-07-11). ¿Bolivia es ya un narco-Estado? (totalnews.com.ar 9-08-11). Bolivia es el mayor abastecedor de cocaína al mercado sudamericano (ONU 14-11-11). ¿Santuarios narco-terroristas en Bolivia? ¿Narcoguerrilla? (newtaringa.com 9-03-12 / ver vídeo en eju.tv). Bolivia, otro abastecedor de cárteles mexicanos (eluniversal.com.mx 21-07-12).
Vengo insistiendo en los peligros de la coca-cocaína-narco Estado, desde el 6 de marzo de 2005, con el artículo titulado: La coca mancha nuestra izquierda nacional (El País de Tarija). Fue como arar en el mar.
Bolivia es una República digna, con gente buena, honesta y trabajadora, que no quiere convivir con esta lacra. Santa Cruz es una ciudad santa, fundada en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que no caerá finalmente en sus sucias garras. No queremos ser la República de la cocaína.
Queden mis palabras como un testimonio para el mundo y para las futuras generaciones, sobre las graves tribulaciones que sufre el pueblo, por causa de una siniestra clase política.
Termino con las palabras de J.M. Vargas Vila: “Escribo para los hombres que preveo, para los hombres de mañana, para los hombres libres que han de nacer en esa tierra de servidumbre, estratificada en el más vil de los despotismos; mis ojos no lo verán, pero, generaciones de hombres en pie, sucederán a las generaciones de cretinos genuflexos, que no han sabido sino arrastrarse de rodillas, por el surco que dejó en el fango el desfile vergonzoso de sus antecesores”.
viernes, 17 de agosto de 2012
Daniel Pasquier cuando se ocupa de "la sin razón en el poder" nos muestra la lucha del TIPNIS, la violación de los DDHH, la persecusión judicial, y el tema de la droga que quieren liberalizar...
Todo está dicho. Así, solemnemente. Y a pesar de ello, el gobierno de Evo Morales insiste en algunos temas contra toda lógica, contra toda razón, aunque ésta esté plasmada en normas, decretos, leyes, convenios, tratados, declaraciones universales y hasta en la propia Constitución. ¿Será por tozudez, soberbia o por pura ignorancia compartida con sus asesores?
Lucha a muerte contra los pueblos indígenas de Tierras Altas y Bajas de Bolivia. Una guerra perdida, porque está enfrentando, quizás sin darse cuenta, a una causa que tiene detrás a 370 millones de personas.
Eso son los indígenas en el mundo. Ese es su peso específico. Por mucho que los cocaleros le garanticen apoyo nunca será de la cantidad y menos de la calidad del que puedan ofrecerle los indígenas. Se podrán inventar sus colaboradores “comunidades”, que aparecen como hongos, al punto que según dirigentes del TIPNIS están confundiendo comunidades con “chacos”, aunque tengan un solo habitante. Necesitan mentir para mantener la decisión “personal – partidaria” de hacer la carretera BR 429 (en terminología brasilera) a través del corazón del TIPNIS, la “Rua da cocaína” para los vecinos.
La ilusión del poder. Evo tiene una fijación, que es una ilusión, “el poder”. Durante casi siete años lo ha demostrado de mil maneras, usando ese poder haciendo caso omiso de los derechos humanos, para ajustar clavijas a todos los que opinan distinto. No importa que no esté mal, a su criterio, lo que dicen, tampoco que no se consideren equivocados. Basta simplemente que no sean de su gusto y todo el aparato del Estado se le viene encima. De pronto, tienes que salir rajando, vivir con el Jesús en la boca, refugiarte en una embajada extranjera o retractarte de lo dicho, pedir disculpas, “de rodillas” exigen algunos fieles al jefe. Aún con todo ese bagaje, puede que no sea suficiente. Porque el perdonar “70 veces 7” aquí no funciona. La deidad “tocada” está más allá del mitológico Zeus o del realísimo Jesús de Nazareth.
Evo perderá la batalla, y la mala memoria no es excusa. Olvida el presidente y este gobierno, que son más de 5.000 pueblos indígenas en el mundo que se sienten afectados, ofendidos y perseguidos cuando se persigue a uno solo. Una red, es la paradoja, “bien invisible”, está presente y les protege. No son los imperialistas precisamente sus aliados. Pero se conoce el tema hasta el último rincón del mundo en tiempo real, casi instantáneo.
La ilegalidad, el atropello, la discriminación, el racismo inherente a las medidas tomadas en contra de los indígenas, en el caso del TIPNIS, son reconocidas por todos, para desprestigio de un régimen que nació con la bandera indigenista para arriarla frente al primer negocio transnacional que se le presentaba. Las victorias de los pueblos indígenas contra los falsos poderes se van sumando. En Ecuador, la justicia ha dictado compensaciones multimillonarias por explotaciones inconsultas. En Brasil se detiene por orden judicial uno de los proyectos más ambiciosos en la Amazonia, como es la construcción de la mega represa que afectaba a pueblos indígenas en su inmenso recorrido. Los ejemplos suman en Asia, África y Norteamérica.
Tampoco es excusa la improvisación. Una ministra se tiró a piscina sin agua al referirse a que el gobierno analiza la posibilidad de la legalización de la marihuana. Otra vez, en un tema delicado, cataplum. ¿Para estar a tono con el “nuevo” Mercosur? En Montevideo ya están dando marcha atrás con una sugerencia similar ante el inmediato efecto político que ocasionó intento similar: la caída en picada del apoyo al presidente José Mujica. Pero se irá insistiendo de diferentes maneras, porque la lógica es ir acostumbrando a los ciudadanos a “manosear” el tema de la legalización de las drogas, a lo cual se dedican unas 50 fundaciones ligadas a un conocido multimillonario del gobierno, George Sorós.
Se trata de hacer familiar hablar de las ventajas: acabar con la violencia, la inseguridad aparejada ineludiblemente a la ilegalidad y la represión. Se enarbolará “el respeto a la decisión personal”, un ataque a la libertad. De pronto se habrá borrado ese tenue velo que existe entre drogas “blandas” y drogas “duras”, y se hablará de legalizarlo “todo”. Los primeros resultados en países donde se tomó tal decisión fueron halagüeños. Sin embargo, hoy, tanto Holanda como Portugal vuelven a poner restricciones, “límites”, porque en el fondo no se han modificado las tendencias, las conductas, las adiciones ni el narcotráfico.
Legalizada la droga, desaparecen las drogas y el tráfico de drogas. Vaya lógica. ¿Desaparecerán la clefa y el alcohol? Sabemos del drama de la violencia doméstica (mujeres y niños) por alcoholismo, de los millones de muertos por conducir en estado de ebriedad. ¿Qué se ganó con legalizar el alcohol? Convendría de una buena vez “consultar” a los bolivianos sobre algo que atañe a su futuro. Aprovechar el Censo 2012. Esto es más importante que distinguir choza de pahuichi.
¿Quieren los bolivianos, indígenas y no indígenas, más coca de la necesaria para el acullico por razones culturales en zonas tradicionales? ¿La coca, un signo de sometimiento ancestral? La cantidad de muertos en las carreteras, principalmente en los Yungas y el Altiplano, demuestra que no se puede “engañar” al cuerpo de forma indefinida: el agotamiento llega, la desnutrición llega.
La cantaleta del fracaso de la lucha contra el narcotráfico, es la justificación de la alianza con el narcotráfico. En EEUU los nuevos consumidores disminuyen sostenidamente; en Colombia las plantaciones de coca se reducen. Donde no se combate al narcotráfico aumentan los adictos y el tráfico de drogas. ¿Cuánto daño se ha evitado con las toneladas de droga incautada? Cada centavo gastado en la lucha ha salvado a cientos o miles de caer en la adición. Hora de aplicar conocimiento y ética a la inteligencia en gobernar, antes que la sin razón se haga con el poder.
Lucha a muerte contra los pueblos indígenas de Tierras Altas y Bajas de Bolivia. Una guerra perdida, porque está enfrentando, quizás sin darse cuenta, a una causa que tiene detrás a 370 millones de personas.
Eso son los indígenas en el mundo. Ese es su peso específico. Por mucho que los cocaleros le garanticen apoyo nunca será de la cantidad y menos de la calidad del que puedan ofrecerle los indígenas. Se podrán inventar sus colaboradores “comunidades”, que aparecen como hongos, al punto que según dirigentes del TIPNIS están confundiendo comunidades con “chacos”, aunque tengan un solo habitante. Necesitan mentir para mantener la decisión “personal – partidaria” de hacer la carretera BR 429 (en terminología brasilera) a través del corazón del TIPNIS, la “Rua da cocaína” para los vecinos.
La ilusión del poder. Evo tiene una fijación, que es una ilusión, “el poder”. Durante casi siete años lo ha demostrado de mil maneras, usando ese poder haciendo caso omiso de los derechos humanos, para ajustar clavijas a todos los que opinan distinto. No importa que no esté mal, a su criterio, lo que dicen, tampoco que no se consideren equivocados. Basta simplemente que no sean de su gusto y todo el aparato del Estado se le viene encima. De pronto, tienes que salir rajando, vivir con el Jesús en la boca, refugiarte en una embajada extranjera o retractarte de lo dicho, pedir disculpas, “de rodillas” exigen algunos fieles al jefe. Aún con todo ese bagaje, puede que no sea suficiente. Porque el perdonar “70 veces 7” aquí no funciona. La deidad “tocada” está más allá del mitológico Zeus o del realísimo Jesús de Nazareth.
Evo perderá la batalla, y la mala memoria no es excusa. Olvida el presidente y este gobierno, que son más de 5.000 pueblos indígenas en el mundo que se sienten afectados, ofendidos y perseguidos cuando se persigue a uno solo. Una red, es la paradoja, “bien invisible”, está presente y les protege. No son los imperialistas precisamente sus aliados. Pero se conoce el tema hasta el último rincón del mundo en tiempo real, casi instantáneo.
La ilegalidad, el atropello, la discriminación, el racismo inherente a las medidas tomadas en contra de los indígenas, en el caso del TIPNIS, son reconocidas por todos, para desprestigio de un régimen que nació con la bandera indigenista para arriarla frente al primer negocio transnacional que se le presentaba. Las victorias de los pueblos indígenas contra los falsos poderes se van sumando. En Ecuador, la justicia ha dictado compensaciones multimillonarias por explotaciones inconsultas. En Brasil se detiene por orden judicial uno de los proyectos más ambiciosos en la Amazonia, como es la construcción de la mega represa que afectaba a pueblos indígenas en su inmenso recorrido. Los ejemplos suman en Asia, África y Norteamérica.
Tampoco es excusa la improvisación. Una ministra se tiró a piscina sin agua al referirse a que el gobierno analiza la posibilidad de la legalización de la marihuana. Otra vez, en un tema delicado, cataplum. ¿Para estar a tono con el “nuevo” Mercosur? En Montevideo ya están dando marcha atrás con una sugerencia similar ante el inmediato efecto político que ocasionó intento similar: la caída en picada del apoyo al presidente José Mujica. Pero se irá insistiendo de diferentes maneras, porque la lógica es ir acostumbrando a los ciudadanos a “manosear” el tema de la legalización de las drogas, a lo cual se dedican unas 50 fundaciones ligadas a un conocido multimillonario del gobierno, George Sorós.
Se trata de hacer familiar hablar de las ventajas: acabar con la violencia, la inseguridad aparejada ineludiblemente a la ilegalidad y la represión. Se enarbolará “el respeto a la decisión personal”, un ataque a la libertad. De pronto se habrá borrado ese tenue velo que existe entre drogas “blandas” y drogas “duras”, y se hablará de legalizarlo “todo”. Los primeros resultados en países donde se tomó tal decisión fueron halagüeños. Sin embargo, hoy, tanto Holanda como Portugal vuelven a poner restricciones, “límites”, porque en el fondo no se han modificado las tendencias, las conductas, las adiciones ni el narcotráfico.
Legalizada la droga, desaparecen las drogas y el tráfico de drogas. Vaya lógica. ¿Desaparecerán la clefa y el alcohol? Sabemos del drama de la violencia doméstica (mujeres y niños) por alcoholismo, de los millones de muertos por conducir en estado de ebriedad. ¿Qué se ganó con legalizar el alcohol? Convendría de una buena vez “consultar” a los bolivianos sobre algo que atañe a su futuro. Aprovechar el Censo 2012. Esto es más importante que distinguir choza de pahuichi.
¿Quieren los bolivianos, indígenas y no indígenas, más coca de la necesaria para el acullico por razones culturales en zonas tradicionales? ¿La coca, un signo de sometimiento ancestral? La cantidad de muertos en las carreteras, principalmente en los Yungas y el Altiplano, demuestra que no se puede “engañar” al cuerpo de forma indefinida: el agotamiento llega, la desnutrición llega.
La cantaleta del fracaso de la lucha contra el narcotráfico, es la justificación de la alianza con el narcotráfico. En EEUU los nuevos consumidores disminuyen sostenidamente; en Colombia las plantaciones de coca se reducen. Donde no se combate al narcotráfico aumentan los adictos y el tráfico de drogas. ¿Cuánto daño se ha evitado con las toneladas de droga incautada? Cada centavo gastado en la lucha ha salvado a cientos o miles de caer en la adición. Hora de aplicar conocimiento y ética a la inteligencia en gobernar, antes que la sin razón se haga con el poder.
jueves, 16 de agosto de 2012
continuando con su campaña El Dia se refiere al tema de los crímenes en San Matías y la inquietud especial que provoca el narcotráfico en fronteras con Brasil, con Paraguay, con Argentina...
San Matías siempre ha sido una zona a la que vulgarmente llaman “tierra de nadie”, donde el crimen y el narcotráfico imponen sus reglas a las que frecuentemente suelen sumarse las propias autoridades cívicas y políticas. El asesinato de tres sujetos y el posterior linchamiento de dos ciudadanos brasileños, quemados vivos por los vecinos, es el reflejo de que las cosas se están poniendo aún más graves en esa región fronteriza con Brasil.
Lo peor de todo es que la violencia y todas las lacras que acarrea el tráfico de drogas no se circunscribe a San Matías, una población de apenas 12 mil habitantes, sino que trascienden hacia una inmensa área de influencia que abarca buena parte de la Chiquitania. Hay que ver lo que ocurre en San Ignacio, por ejemplo, para darse cuenta de los estragos que hace el auge del tráfico de cocaína hacia Brasil, el principal mercado de la droga boliviana.
Y el caso no solo tiene que ver con Santa Cruz, con seguridad, la región donde tienen mayor incidencia las mafias que operan con la droga. Ha quedado sin esclarecer el asesinato de la concejal de Guayaramerín, Daguimar Ribera, quien había hecho denuncias sobre oscuros negocios que vinculan a dirigentes del oficialismo. Reportes diarios de la región amazónica, especialmente de Pando, la zona de Riberalta y sus alrededores, mencionan la incesante actividad de los traficantes que aprovechan la cercanía de Perú y Brasil para efectuar su comercio.
Hace unos días un extenso reportaje del diario Clarín de Buenos Aires, reflejó de manera amplia y detallada lo que viene ocurriendo en la localidad salteña de Salvador Mazza, vecina de las poblaciones de Pocitos y Yacuiba, en la frontera con Argentina. Solo para darse una idea, en los últimos años en el juzgado que atiende las causas de narcotráfico en Orán, se han acumulado más de 19 mil expedientes de detenidos, en su mayoría bolivianos que trafican con droga. La zona se ha vuelto peligrosa, está llena de delincuentes que cambian vehículos robados y otras mercaderías por droga. Mientras que las autoridades de Salta no saben qué hacer con la “lluvia de cocaína” que cae de las avionetas que pasan desde Bolivia, el Gobierno de Cristina Kirchner cae en la sospecha de actuar con permisividad frente este flagelo, lo mismo que ocurre con el Gobierno boliviano.
En la frontera con Paraguay también hay gran movimiento. Todos los días se conoce de grandes cargamentos que pasan desde Bolivia. Recientemente calcularon que más del 90 por ciento de la cocaína que se halla en territorio paraguayo tiene procedencia boliviana y tanto la Policía como la Fuerza Aérea insisten en arremeter con mayor dureza contra las “narcoavionetas” que violan el espacio aéreo.
En Brasil la paciencia parece haberse agotado y ante los regodeos bolivianos de iniciar ejercicios aéreos conjuntos, tropas del país vecinos se han movilizado masivamente por segunda vez en menos de un año hacia las fronteras, sobre todo con Bolivia y Perú, de donde proviene la mayor avalancha de cocaína.
Frente a esta situación ¿qué papel juega el Estado boliviano? Se han creado unidades especiales de las Fuerzas Armadas para reforzar el control en las regiones fronterizas, se han modernizado los regimientos y se ha creado una institución, la ADEMAF, con amplios poderes y una extensa jurisdicción, supuestamente para evitar que sea el narcotráfico, las mafias y otras lacras las que sienten soberanía en esas zonas. Parece que la realidad es otra.
Lo peor de todo es que la violencia y todas las lacras que acarrea el tráfico de drogas no se circunscribe a San Matías, una población de apenas 12 mil habitantes, sino que trascienden hacia una inmensa área de influencia que abarca buena parte de la Chiquitania. Hay que ver lo que ocurre en San Ignacio, por ejemplo, para darse cuenta de los estragos que hace el auge del tráfico de cocaína hacia Brasil, el principal mercado de la droga boliviana.
Y el caso no solo tiene que ver con Santa Cruz, con seguridad, la región donde tienen mayor incidencia las mafias que operan con la droga. Ha quedado sin esclarecer el asesinato de la concejal de Guayaramerín, Daguimar Ribera, quien había hecho denuncias sobre oscuros negocios que vinculan a dirigentes del oficialismo. Reportes diarios de la región amazónica, especialmente de Pando, la zona de Riberalta y sus alrededores, mencionan la incesante actividad de los traficantes que aprovechan la cercanía de Perú y Brasil para efectuar su comercio.
Hace unos días un extenso reportaje del diario Clarín de Buenos Aires, reflejó de manera amplia y detallada lo que viene ocurriendo en la localidad salteña de Salvador Mazza, vecina de las poblaciones de Pocitos y Yacuiba, en la frontera con Argentina. Solo para darse una idea, en los últimos años en el juzgado que atiende las causas de narcotráfico en Orán, se han acumulado más de 19 mil expedientes de detenidos, en su mayoría bolivianos que trafican con droga. La zona se ha vuelto peligrosa, está llena de delincuentes que cambian vehículos robados y otras mercaderías por droga. Mientras que las autoridades de Salta no saben qué hacer con la “lluvia de cocaína” que cae de las avionetas que pasan desde Bolivia, el Gobierno de Cristina Kirchner cae en la sospecha de actuar con permisividad frente este flagelo, lo mismo que ocurre con el Gobierno boliviano.
En la frontera con Paraguay también hay gran movimiento. Todos los días se conoce de grandes cargamentos que pasan desde Bolivia. Recientemente calcularon que más del 90 por ciento de la cocaína que se halla en territorio paraguayo tiene procedencia boliviana y tanto la Policía como la Fuerza Aérea insisten en arremeter con mayor dureza contra las “narcoavionetas” que violan el espacio aéreo.
En Brasil la paciencia parece haberse agotado y ante los regodeos bolivianos de iniciar ejercicios aéreos conjuntos, tropas del país vecinos se han movilizado masivamente por segunda vez en menos de un año hacia las fronteras, sobre todo con Bolivia y Perú, de donde proviene la mayor avalancha de cocaína.
Frente a esta situación ¿qué papel juega el Estado boliviano? Se han creado unidades especiales de las Fuerzas Armadas para reforzar el control en las regiones fronterizas, se han modernizado los regimientos y se ha creado una institución, la ADEMAF, con amplios poderes y una extensa jurisdicción, supuestamente para evitar que sea el narcotráfico, las mafias y otras lacras las que sienten soberanía en esas zonas. Parece que la realidad es otra.
Frente a esta situación ¿qué papel juega el Estado boliviano? Se han creado unidades especiales de las Fuerzas Armadas para reforzar el control en las regiones fronterizas, se han modernizado los regimientos y se ha creado una institución, la ADEMAF, con amplios poderes y una extensa jurisdicción.
miércoles, 15 de agosto de 2012
OPINION considera que el debate sobre la legalización de la marihuana está abierto e invita a pronunciarse a todos los actores, incluyendo centros educativos y que sea profundo, serio y cuidadoso
Complejidad.
La prohibición de las drogas ha fracasado, según la Comisión Global de Políticas de Droga. La posibilidad de legalizar la marihuana plantea un tema que debe ser considerado en toda su magnitud y complejidad.
La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, negó que el Gobierno cuente con algún proyecto para legalizar la marihuana, pero puso en la agenda mediática un tema que merece amplio debate.
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) confiscó 389 toneladas de marihuana hasta julio de este año, cifra que supera todo lo decomisado en 2011. Según Defensa Social, el 1,4 por ciento de la población boliviana, entre 12 y 65 años, alguna vez consumió marihuana.
En el consumo de drogas hay que considerar aspectos culturales, sociales, económicos y políticos, entre otros.
Se necesita conocer porqué las personas consumen cannabis, pese a la prohibición. Si los factores culturales son determinantes o se trata de un problema individual o familiar. O quizás el consumo de drogas tenga que ver más con la moda, la influencia de los amigos y el contexto social y económico.
Quiénes propugnan la legalización de la marihuana plantean que se debe reemplazar la criminalización y el castigo de las personas que usan drogas por la oferta de servicios de salud y tratamiento. Por ejemplo, Uruguay analiza un proyecto de ley para que el Estado sea productor y vendedor de marihuana, con el fin de disminuir el avance de la delincuencia y arrebatar el negocio al narcotráfico.En Chile se planteó un proyecto de ley para legalizar el consumo personal y terapéutico de cannabis, pero de inmediato el presidente Sebastián Piñera dijo que “la droga es muerte” y que roba la libertad para actuar como seres humanos, en forma libre y responsable.
El negocio de las drogas en el mundo es millonario. La prohibición, así como la falta de regulación aumenta las ganancias de los cárteles.
Para los estados, la interdicción tiene elevados costos, cuando esos recursos podrían ser invertidos en programas de educación y salud.
Hace poco más de un año, la Comisión Global de Políticas de Drogas, integrada por expresidentes y personalidades como Mario Vargas Llosa, propuso alentar a los gobiernos para que experimenten con modelos de regulación legal de las drogas, a fin de socavar el poder del crimen organizado y salvaguardar la salud y la seguridad de sus ciudadanos.
Por ahora, la propuesta de legalización de la marihuana en América Latina es incipiente. El Parlamento argentino recibió un proyecto para despenalizar la tenencia de drogas para consumo privado. En Venezuela una norma prohíbe la tenencia de cualquier tipo y cantidad de droga, aunque contempla la posibilidad del consumo personal. En Colombia está prohibido el porte y consumo de drogas superior a la dosis mínima (máximo 1 gramo de cocaína y 20 gramos de marihuana). En Perú la posesión de marihuana es castigada con una pena de cárcel menor (entre dos y ocho años) en caso de no superar los 200 gramos y el consumo de cantidades mínimas no tiene sanción.
Mientras los países deliberan, el sistema de fiscalización de drogas de Naciones Unidas actúa como un “chaleco de fuerza”, limitando la apropiada revisión y modernización de políticas. Ejemplo de ello es la Convención de Viena sobre Estupefacientes que cataloga a la coca en su estado natural como “droga” y, a pesar de las acciones impulsadas por Bolivia, hasta ahora ha sido imposible que cambie esa posición.
El debate sobre la legalización de la marihuana está abierto y ha de ser importante que sobre ello se pronuncien todos los actores. No basta que la deliberación sea en la Asamblea Legislativa y en las organizaciones sociales. El tema tiene que ser analizado también en los centros educativos, puesto que los estudiantes son los más vulnerables a probar la marihuana.
Se trata del ser humano por lo que el debate debe ser lo más profundo, serio y cuidadoso.
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) confiscó 389 toneladas de marihuana hasta julio de este año, cifra que supera todo lo decomisado en 2011. Según Defensa Social, el 1,4 por ciento de la población boliviana, entre 12 y 65 años, alguna vez consumió marihuana.
En el consumo de drogas hay que considerar aspectos culturales, sociales, económicos y políticos, entre otros.
Se necesita conocer porqué las personas consumen cannabis, pese a la prohibición. Si los factores culturales son determinantes o se trata de un problema individual o familiar. O quizás el consumo de drogas tenga que ver más con la moda, la influencia de los amigos y el contexto social y económico.
Quiénes propugnan la legalización de la marihuana plantean que se debe reemplazar la criminalización y el castigo de las personas que usan drogas por la oferta de servicios de salud y tratamiento. Por ejemplo, Uruguay analiza un proyecto de ley para que el Estado sea productor y vendedor de marihuana, con el fin de disminuir el avance de la delincuencia y arrebatar el negocio al narcotráfico.En Chile se planteó un proyecto de ley para legalizar el consumo personal y terapéutico de cannabis, pero de inmediato el presidente Sebastián Piñera dijo que “la droga es muerte” y que roba la libertad para actuar como seres humanos, en forma libre y responsable.
El negocio de las drogas en el mundo es millonario. La prohibición, así como la falta de regulación aumenta las ganancias de los cárteles.
Para los estados, la interdicción tiene elevados costos, cuando esos recursos podrían ser invertidos en programas de educación y salud.
Hace poco más de un año, la Comisión Global de Políticas de Drogas, integrada por expresidentes y personalidades como Mario Vargas Llosa, propuso alentar a los gobiernos para que experimenten con modelos de regulación legal de las drogas, a fin de socavar el poder del crimen organizado y salvaguardar la salud y la seguridad de sus ciudadanos.
Por ahora, la propuesta de legalización de la marihuana en América Latina es incipiente. El Parlamento argentino recibió un proyecto para despenalizar la tenencia de drogas para consumo privado. En Venezuela una norma prohíbe la tenencia de cualquier tipo y cantidad de droga, aunque contempla la posibilidad del consumo personal. En Colombia está prohibido el porte y consumo de drogas superior a la dosis mínima (máximo 1 gramo de cocaína y 20 gramos de marihuana). En Perú la posesión de marihuana es castigada con una pena de cárcel menor (entre dos y ocho años) en caso de no superar los 200 gramos y el consumo de cantidades mínimas no tiene sanción.
Mientras los países deliberan, el sistema de fiscalización de drogas de Naciones Unidas actúa como un “chaleco de fuerza”, limitando la apropiada revisión y modernización de políticas. Ejemplo de ello es la Convención de Viena sobre Estupefacientes que cataloga a la coca en su estado natural como “droga” y, a pesar de las acciones impulsadas por Bolivia, hasta ahora ha sido imposible que cambie esa posición.
El debate sobre la legalización de la marihuana está abierto y ha de ser importante que sobre ello se pronuncien todos los actores. No basta que la deliberación sea en la Asamblea Legislativa y en las organizaciones sociales. El tema tiene que ser analizado también en los centros educativos, puesto que los estudiantes son los más vulnerables a probar la marihuana.
Se trata del ser humano por lo que el debate debe ser lo más profundo, serio y cuidadoso.
domingo, 12 de agosto de 2012
importantísimo trabajo de El Deber con Christian Peña y Lillo mostrando declaraciones de Chile, Argentina, Brasil y Paraguay con relación a la cocaína que decomisan toda proveniente de Bolivia y que detectaron sus policías antinarcóticos. digno de ser tomado en cuenta
Christian Peña y Lillo H.
En las últimas semanas, las acciones y las declaraciones hechas por autoridades de cuatro de los cinco países con los que Bolivia tiene límites fronterizos han demostrado que hay una alta preocupación en Chile, Argentina, Paraguay y Brasil por las cada vez más frecuentes confiscaciones de droga que, según afirman, salieron desde nuestro territorio y se detectaron en sus estados. Dos senadores, un excanciller y un analista político observan con preocupación lo que está sucediendo y hacen cuestionamientos.
En las últimas semanas, las acciones y las declaraciones hechas por autoridades de cuatro de los cinco países con los que Bolivia tiene límites fronterizos han demostrado que hay una alta preocupación en Chile, Argentina, Paraguay y Brasil por las cada vez más frecuentes confiscaciones de droga que, según afirman, salieron desde nuestro territorio y se detectaron en sus estados. Dos senadores, un excanciller y un analista político observan con preocupación lo que está sucediendo y hacen cuestionamientos.
“Nuestros vecinos están amurallando sus fronteras”, comentó Jorge Lazarte, analista político, que indica que las acciones que realizan los países vecinos demuestra preocupación por el incremento del narcotráfico. Esto contradice las afirmaciones de las autoridades bolivianas, que aseguran que la lucha contra los narcos en el país es exitosa.
Para Lazarte, lo que ha hecho el Gobierno brasileño, que desplegó más de 9.000 militares para reforzar el control fronterizo con Bolivia, Argentina, Paraguay y Uruguay, muestra la necesidad inmediata de controlar la producción de estupefacientes en el país.
De acuerdo con reportes de la Policía Federal de Brasil, Bolivia tiene la capacidad de producir anualmente al menos 115 toneladas de droga, cantidad de la cual aproximadamente un 60% termina en el territorio brasileño.
Uno de los últimos reportes de la Oficina para la política antidrogas de Estados Unidos ubica a Bolivia como el segundo país con mayor producción de cocaína en la región con 265 toneladas al año, detrás de Perú, que produce 325 toneladas, y por encima de Colombia, que genera 195 toneladas.
“Las acciones que ejecutamos no son suficientes y esto está despertando susceptibilidades en nuestros vecinos”, dijo el senador por Convergencia Nacional, Marcelo Antezana, que además ve un desprestigio internacional del país por esta problemática.
Para el excanciller de Bolivia Javier Murillo, si no se ejecutan acciones frontales contra el tráfico de drogas, puede darse una ‘cuarentena’ contra el país y verse limitados los grandes espacios de desarrollo integral.
“Hay que bajar las declaraciones a acciones concretas, de otra manera nos convertiremos en el hueco negro de Sudamérica”, agregó el diplomático y apuntó que lo que está sucediendo puede alejar las inversiones extranjeras.
El expresidente de la Cámara de Senadores René Martínez opina que se debe ver esta problemática como una política integral regional y añade que, además de bajar la producción de estupefacientes, también se debe considerar la reducción del mercado de consumidores.
Martínez no cree que haya desconfianza ni molestia en los países vecinos por lo que hace Bolivia en cuanto a narcotráfico. “Hay que establecer un mayor acuerdo entre países”, apuntó.
El expresidente de la Cámara de Senadores René Martínez opina que se debe ver esta problemática como una política integral regional y añade que, además de bajar la producción de estupefacientes, también se debe considerar la reducción del mercado de consumidores.
Martínez no cree que haya desconfianza ni molestia en los países vecinos por lo que hace Bolivia en cuanto a narcotráfico. “Hay que establecer un mayor acuerdo entre países”, apuntó.
No obstante, declaraciones como las de Francisco Vargas, titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de Paraguay, muestran lo contrario cuando afirma que su país sufre por el ‘efecto Bolivia’ y asegura que un 98% de la droga confiscada en su territorio sale de suelo boliviano.
Algo similar se puede afirmar por las restricciones cada vez más duras que hay en la frontera de Chile, que desde 2011 puso en ejecución el plan de control Frontera Norte, que concluye en 2014. A decir de los chilenos hay 106 pasos ilegales que facilitan el tráfico de drogas.
Algo similar se puede afirmar por las restricciones cada vez más duras que hay en la frontera de Chile, que desde 2011 puso en ejecución el plan de control Frontera Norte, que concluye en 2014. A decir de los chilenos hay 106 pasos ilegales que facilitan el tráfico de drogas.
Finalmente, en Argentina se cree que un 80% de la droga que circula en su territorio salió de Bolivia y versiones judiciales indican que al día tres narcoavionetas bolivianas cruzan la frontera transportando droga a esa nación.
Otros detalles
- Brasil. Las autoridades brasileñas estiman que del 60% de droga que dicen ingresa a su país desde nuestra frontera, al menos un 40% se queda en territorio brasileño, que a escala mundial es visto como uno de los mercados más grandes de consumidores de cocaína. La Policía Federal de Brasil indica que en el último quinquenio se ha decomisado un 52% más de cocaína que las más de 130 toneladas que se detectaron entre 2003 y 2007.
- Chile. Datos de las investigaciones policiales señalan que un 47% de lo que exportan las empresa chilenas que se dedican a la elaboración de productos químicos, que son utilizados por los traficantes para la fabricación de cocaína, se van a los mercados de Bolivia y Perú.
- Paraguay. De acuerdo con informes policiales, se estima que gran parte de la frontera entre Bolivia y el país guaraní se ha convertido en uno de los cruces internacionales más utilizados por los narcotraficantes internacionales que usan como puente a ambos estados pasa sacar el alcaloide hacia mercados brasileños y europeos.
- Perú. La producción de pasta base de cocaína peruana es casi en su totalidad realizada en la zona conocida como VRAE, sigla con la que se identifica al área del Valle del Río Apurimac y Ene. Las confiscaciones de droga que hacen las unidades antinarcóticos indican que esta producción sale vía terrestre hacia Bolivia y vía marítima hacia Chile.
- Argentina. El mercado de la droga se repartió entre grandes clanes narcos, entre los que están los bolivianos que, son ‘dueños’ de Liniers; comparten espacio con narcos de Sinaloa y de Sendero Luminoso.
- Chile. Datos de las investigaciones policiales señalan que un 47% de lo que exportan las empresa chilenas que se dedican a la elaboración de productos químicos, que son utilizados por los traficantes para la fabricación de cocaína, se van a los mercados de Bolivia y Perú.
- Paraguay. De acuerdo con informes policiales, se estima que gran parte de la frontera entre Bolivia y el país guaraní se ha convertido en uno de los cruces internacionales más utilizados por los narcotraficantes internacionales que usan como puente a ambos estados pasa sacar el alcaloide hacia mercados brasileños y europeos.
- Perú. La producción de pasta base de cocaína peruana es casi en su totalidad realizada en la zona conocida como VRAE, sigla con la que se identifica al área del Valle del Río Apurimac y Ene. Las confiscaciones de droga que hacen las unidades antinarcóticos indican que esta producción sale vía terrestre hacia Bolivia y vía marítima hacia Chile.
- Argentina. El mercado de la droga se repartió entre grandes clanes narcos, entre los que están los bolivianos que, son ‘dueños’ de Liniers; comparten espacio con narcos de Sinaloa y de Sendero Luminoso.
Números de la situación regional
6,9 t
Droga incautada Esta droga salió de un puerto chileno y fue hallada en el extranjero. La mayoría salió desde el país
Droga incautada Esta droga salió de un puerto chileno y fue hallada en el extranjero. La mayoría salió desde el país
1.500
Pistas clandestinas Estas son las zonas de aterrizaje ilegales que hay en el norte argentino, área de frontera con Bolivia
Pistas clandestinas Estas son las zonas de aterrizaje ilegales que hay en el norte argentino, área de frontera con Bolivia
26,9 t
Cocaína confiscadaEsta es la cantidad de alcaloide hallado en el país. Las autoridades aseguran que el 50% entró de Perú
Cocaína confiscadaEsta es la cantidad de alcaloide hallado en el país. Las autoridades aseguran que el 50% entró de Perú
miércoles, 8 de agosto de 2012
denuncian de Argentina que al menos tres avionetas cada día llevan droga (cocaína) desde Bolivia. cruzan la frontera y arrojan desde el aire la cocaína
El tráfico de droga entre Bolivia y la Argentina tiene un flujo de al menos tres vuelos con cargamento de estupefacientes por día, según un reportaje realizado por el periódico el Clarín.
De acuerdo con el trabajo periodístico, la localidad boliviana de Pocitos y la argentina de Salvador Mazza estarían vinculadas en el tráfico de drogas. El reportaje señala que Clarín pasó una semana en la localidad argentina por la que, según fuentes judiciales, ingresa entre el 80 por ciento y el 90 por ciento de la droga al país.
“Despegan desde Bolivia con una avioneta cargada con cocaína. Cruzan la frontera por aire y arrojan la droga en algún campo con un rastreador satelital, para ir en cualquier momento a buscar el cargamento, ya en territorio argentino”, indica parte de uno de los párrafos.
Dicho reportaje asegura que según “altas fuentes judiciales”, en la zona norte de Salta “se detectan un promedio de 90 vuelos clandestinos mensuales. Un promedio de tres por día”.
El mecanismo denominado “lluvia blanca” o “lluvia de cocaína” se llevaría mediante operativos de aviones acondicionados para el transporte de estupefacientes.
“Los narcos les sacan los asientos a las avionetas y dejan sólo el lugar del piloto. Para llevar más peso hasta les cargan el combustible justo para poder hacer el viaje. Luego llenan el avión de cocaína. Por lo general, estos vuelos se hacen de noche”, informa una de las fuentes consultadas por el Clarín.
Las Fuerzas Armadas argentinas contarían con seis radares de vigilancia para dar con ellos. Las fuentes consultadas por Clarín dijeron que, además, los narcos contratan pilotos expertos que saben cómo evadir los radares y que pueden despegar y aterrizar en lugares sin las condiciones ideales para hacerlo.
“Tenemos grabadas conversaciones que tienen los narcos por radio y por más que ellos hablen en código sabemos que están traficando”, indica un experto de la zona e incluso asegura que se conoce de casos que por mal cálculo de combustible los narcos aterrizaron de emergencia y perdieron la mercadería.
El medio aéreo no sería el único mecanismo de transporte, también está el terrestre, realizado por personas que se ocupan de trasladar el cargamento de droga por la frontera, a cambio de 200 a 300 pesos por cada kilo de cocaína.
“Muchos vehículos importados robados en Argentina son ingresados a Bolivia por el ´Sector 5´. Los cambian por droga, que funciona como el dinero aquí. Un coche que cuesta en el mercado legal 40.000 dólares, en ‘África’ te lo cambian por unos 7.000 mil dólares en cocaína . Por eso es peligroso moverse con camionetas importadas en zonas fronterizas. En sólo un año se robaron 18 camionetas Toyota 4x4 en el norte de Salta. Algunos dueños terminaron baleados”, contó a Clarín una fuente judicial.
Durante la recorrida por Pocitos, Clarín trató de ingresar a “África”, el barrio más temido de la región, “pero a unos 100 metros de la entrada apareció un hombre que, en silencio, empezó a seguir a los periodistas. Luego, de un bar salieron otros dos jóvenes que sólo con la mirada dejaron claro que era momento de irse”.
De acuerdo con el trabajo periodístico, la localidad boliviana de Pocitos y la argentina de Salvador Mazza estarían vinculadas en el tráfico de drogas. El reportaje señala que Clarín pasó una semana en la localidad argentina por la que, según fuentes judiciales, ingresa entre el 80 por ciento y el 90 por ciento de la droga al país.
“Despegan desde Bolivia con una avioneta cargada con cocaína. Cruzan la frontera por aire y arrojan la droga en algún campo con un rastreador satelital, para ir en cualquier momento a buscar el cargamento, ya en territorio argentino”, indica parte de uno de los párrafos.
Dicho reportaje asegura que según “altas fuentes judiciales”, en la zona norte de Salta “se detectan un promedio de 90 vuelos clandestinos mensuales. Un promedio de tres por día”.
El mecanismo denominado “lluvia blanca” o “lluvia de cocaína” se llevaría mediante operativos de aviones acondicionados para el transporte de estupefacientes.
“Los narcos les sacan los asientos a las avionetas y dejan sólo el lugar del piloto. Para llevar más peso hasta les cargan el combustible justo para poder hacer el viaje. Luego llenan el avión de cocaína. Por lo general, estos vuelos se hacen de noche”, informa una de las fuentes consultadas por el Clarín.
Las Fuerzas Armadas argentinas contarían con seis radares de vigilancia para dar con ellos. Las fuentes consultadas por Clarín dijeron que, además, los narcos contratan pilotos expertos que saben cómo evadir los radares y que pueden despegar y aterrizar en lugares sin las condiciones ideales para hacerlo.
“Tenemos grabadas conversaciones que tienen los narcos por radio y por más que ellos hablen en código sabemos que están traficando”, indica un experto de la zona e incluso asegura que se conoce de casos que por mal cálculo de combustible los narcos aterrizaron de emergencia y perdieron la mercadería.
En el norte de Argentina
En Salvador Mazza viven unas 27.000 personas. Según investigaciones judiciales, entre ellas se mezclan al menos diez bandas que se dedican al tráfico de cocaína, cada una integrada por unos 40 hombres. Los denominado “dueños de la droga” operan desde Colombia, Perú y Bolivia.El medio aéreo no sería el único mecanismo de transporte, también está el terrestre, realizado por personas que se ocupan de trasladar el cargamento de droga por la frontera, a cambio de 200 a 300 pesos por cada kilo de cocaína.
“Muchos vehículos importados robados en Argentina son ingresados a Bolivia por el ´Sector 5´. Los cambian por droga, que funciona como el dinero aquí. Un coche que cuesta en el mercado legal 40.000 dólares, en ‘África’ te lo cambian por unos 7.000 mil dólares en cocaína . Por eso es peligroso moverse con camionetas importadas en zonas fronterizas. En sólo un año se robaron 18 camionetas Toyota 4x4 en el norte de Salta. Algunos dueños terminaron baleados”, contó a Clarín una fuente judicial.
Durante la recorrida por Pocitos, Clarín trató de ingresar a “África”, el barrio más temido de la región, “pero a unos 100 metros de la entrada apareció un hombre que, en silencio, empezó a seguir a los periodistas. Luego, de un bar salieron otros dos jóvenes que sólo con la mirada dejaron claro que era momento de irse”.
viernes, 3 de agosto de 2012
Daniel Pasquier puntualiza la campaña personal en que Evo Morales se halla empeñado, asesorado naturalmente por los cocaleros, de lograr la despenalización de la coca en el seno de NNUU. el estigma de "narcoestado" lo lleva grabado a hierro en la frente y nadie se lo podrá quitar. Bolivia requiere una respuesta reclama el autor con toda precisión.
Evo Morales lleva una cruzada personal a nivel internacional para conseguir la despenalización del acullico (pijcheo), establecido desde la Convención de Viena en 1961. El plazo otorgado en esa resolución para eliminar dicha práctica fue de 25 años, a la fecha, ampliamente cumplidos. Al ostentar dos cargos simultáneos, presidente o secretario ejecutivo de las seis federaciones de cocaleros y de presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, el tema adquiere relevancia especial.
Se podría decir que es un tema urticante. Que pone al Jefe de Estado en situación incómoda a ojos externos. Porque es juez y parte. Porque, en última instancia, al atacar o al proteger los intereses de los cocaleros se complica ya que, de alguna manera, toca los intereses de los productores de droga, al ser la coca la materia prima para la obtención de cocaína. Sin coca no hay cocaína natural.
La discusión superada, “coca no es cocaína”. Científicamente es inapelable que la cocaína se encuentra en estado natural dentro de la hoja de coca y que el proceso de “extracción” al que es sometida por los productores y traficantes de cocaína, no significa ninguna “transformación” química; ni siquiera se trata de un precursor de la cocaína: de la hoja, la cocaína. Años atrás, con escasa información pública, se mantuvo la confusión. El presidente Jaime Paz se daba la licencia de viajar con su hoja de coca en la solapa; después se destaparon los “narcovínculos” que dio al traste con un partido y toda una generación de brillantes jóvenes políticos.
El debate “intencionado”, retrocediendo, busca nuevos conceptos. La erradicación voluntaria, consensuada entre los propios productores de coca. Que los límites de las plantaciones las definan ellos mismos. Se acepta implícitamente que hay “excedente” de coca. Que la defensa de la cantidad de plantaciones de coca es insostenible con el simple argumento de los “usos tradicionales”. Por mucha iniciativa que se le ponga, siempre se caerá en lo que ya hubo, sobre todo durante el siglo XIX y principios del XX: bebidas espirituosas, energizantes, pastas dentales, usos medicinales, cremas, etc., usadas por intelectuales, artistas y hasta un Papa.
Quién se queda fuera del negocio: el gran problema, es el incremento de los precios por la demanda ilegal. Los requerimientos para cubrir la demanda por uso tradicional se calculan 8.000-12.000 has, en términos actuales. Hay mucha diferencia con las hectáreas actuales cultivadas y reconocidas hasta por el propio gobierno: 31.000 has,
para arriba. La única utilizada para el acullico proviene de los Yungas. El resto, es la materia prima para el narcotráfico. Mínimo 19.000 has. Todo apunta a que la coca del Chapare en un 90-95% se va al mercado ilegal de la droga. Aún así, esa cantidad de coca no explica la cantidad de droga incautada por los organismos especializados en la lucha contra el narcotráfico en el país ni la exportada al Brasil y otros vecinos. O hay más coca o, como sostiene el gobierno, Bolivia se ha convertido en un país de tránsito. Sin embargo, los reportes de la incautación en frontera, tanto de Brasil como Argentina, reportan permanentemente “droga boliviana” o “bolivianos detenidos” implicados en el narcotráfico.
Dilema sin solución. ¿Cómo defender la coca y a los cocaleros que sólo cultivan para el acullico? Mientras, el gobierno se resiste a entregar desde hace cuatro años los resultados de un estudio básico sobre el extensión de la práctica del acullico, estudio que permitiría calcular aproximadamente cuántas hectáreas serían necesarias conservar para respetar el consumo tradicional. Levanta justificadas susceptibilidades el que a pesar de gozar con financiamiento cubierto oportunamente por la Comunidad Europea, los resultados del tan esperado estudio no se entreguen y hagan públicos.
Corrobora esta suspicacia el hecho de que el propio presidente Morales haga repetidos llamados a sus bases cocaleras en el Chapare a limitarse en el sembradío de coca, a poner los sistemas de control social en acción, a castigar con “expulsión” de los sindicatos y federaciones a los infractores. En suspenso la efectividad de sus arengas, pues al mismo tiempo está empeñado en la construcción de una carretera que, aparte de otras implicaciones por atravesar el corazón de un Parque Nacional, el TIPNIS, facilitaría y ampliaría la zona de cultivo de coca. Los inmediatos beneficiados son colonos dedicados a su cultivo, agrupados en el CONISUR, donde ya se han destruido cientos de pozas de maceración (a la antigua) y al menos 50 fábricas de droga. Por estas tierras Evo Morales está dispuesto a declarar una guerra a los opositores, que en primera línea encuentra a indígenas de la zona, como a otros ciudadanos urbanos que entienden los riesgos de dicho proyecto siguiendo el trazado propuesto por el gobierno, que favorecería al narcotráfico, ocasionaría un daño ambiental cuantioso e irreparable, así como a la riqueza bioecológica y el riesgo mayor de genocidio de, al menos, cuatro etnias habitantes del parque.
El verdadero debate. ¿Evo y su gobierno prisioneros de los mercaderes de la droga? ¿Hasta dónde lo obligan compromisos asumidos con sus bases cocaleras? ¿Estará el resto del país, no dependiente del negocio coca-cocaína, dispuesto a cargar con la responsabilidad y las consecuencias de ser calificado, y de vivir en un “narcoestado”? Reducirlo todo, con gran uso mediático, a la defensa del acullico, es tapar el sol con un dedo. Nadie combate al acullico en Bolivia. Se practica por adicción (porque hay cocaína en el acullico) hasta en zonas no tradicionales. Tampoco se hace razón de Estado en los países andinos vecinos. El tema de fondo es, hasta donde se permitirá al narcotráfico sentar sus reales en el Estado Plurinacional de Bolivia. Por dignidad, está en juego la soberanía, el país requiere una respuesta. La comunidad internacional parece estar mejor informada.
Se podría decir que es un tema urticante. Que pone al Jefe de Estado en situación incómoda a ojos externos. Porque es juez y parte. Porque, en última instancia, al atacar o al proteger los intereses de los cocaleros se complica ya que, de alguna manera, toca los intereses de los productores de droga, al ser la coca la materia prima para la obtención de cocaína. Sin coca no hay cocaína natural.
La discusión superada, “coca no es cocaína”. Científicamente es inapelable que la cocaína se encuentra en estado natural dentro de la hoja de coca y que el proceso de “extracción” al que es sometida por los productores y traficantes de cocaína, no significa ninguna “transformación” química; ni siquiera se trata de un precursor de la cocaína: de la hoja, la cocaína. Años atrás, con escasa información pública, se mantuvo la confusión. El presidente Jaime Paz se daba la licencia de viajar con su hoja de coca en la solapa; después se destaparon los “narcovínculos” que dio al traste con un partido y toda una generación de brillantes jóvenes políticos.
El debate “intencionado”, retrocediendo, busca nuevos conceptos. La erradicación voluntaria, consensuada entre los propios productores de coca. Que los límites de las plantaciones las definan ellos mismos. Se acepta implícitamente que hay “excedente” de coca. Que la defensa de la cantidad de plantaciones de coca es insostenible con el simple argumento de los “usos tradicionales”. Por mucha iniciativa que se le ponga, siempre se caerá en lo que ya hubo, sobre todo durante el siglo XIX y principios del XX: bebidas espirituosas, energizantes, pastas dentales, usos medicinales, cremas, etc., usadas por intelectuales, artistas y hasta un Papa.
Quién se queda fuera del negocio: el gran problema, es el incremento de los precios por la demanda ilegal. Los requerimientos para cubrir la demanda por uso tradicional se calculan 8.000-12.000 has, en términos actuales. Hay mucha diferencia con las hectáreas actuales cultivadas y reconocidas hasta por el propio gobierno: 31.000 has,
para arriba. La única utilizada para el acullico proviene de los Yungas. El resto, es la materia prima para el narcotráfico. Mínimo 19.000 has. Todo apunta a que la coca del Chapare en un 90-95% se va al mercado ilegal de la droga. Aún así, esa cantidad de coca no explica la cantidad de droga incautada por los organismos especializados en la lucha contra el narcotráfico en el país ni la exportada al Brasil y otros vecinos. O hay más coca o, como sostiene el gobierno, Bolivia se ha convertido en un país de tránsito. Sin embargo, los reportes de la incautación en frontera, tanto de Brasil como Argentina, reportan permanentemente “droga boliviana” o “bolivianos detenidos” implicados en el narcotráfico.
Dilema sin solución. ¿Cómo defender la coca y a los cocaleros que sólo cultivan para el acullico? Mientras, el gobierno se resiste a entregar desde hace cuatro años los resultados de un estudio básico sobre el extensión de la práctica del acullico, estudio que permitiría calcular aproximadamente cuántas hectáreas serían necesarias conservar para respetar el consumo tradicional. Levanta justificadas susceptibilidades el que a pesar de gozar con financiamiento cubierto oportunamente por la Comunidad Europea, los resultados del tan esperado estudio no se entreguen y hagan públicos.
Corrobora esta suspicacia el hecho de que el propio presidente Morales haga repetidos llamados a sus bases cocaleras en el Chapare a limitarse en el sembradío de coca, a poner los sistemas de control social en acción, a castigar con “expulsión” de los sindicatos y federaciones a los infractores. En suspenso la efectividad de sus arengas, pues al mismo tiempo está empeñado en la construcción de una carretera que, aparte de otras implicaciones por atravesar el corazón de un Parque Nacional, el TIPNIS, facilitaría y ampliaría la zona de cultivo de coca. Los inmediatos beneficiados son colonos dedicados a su cultivo, agrupados en el CONISUR, donde ya se han destruido cientos de pozas de maceración (a la antigua) y al menos 50 fábricas de droga. Por estas tierras Evo Morales está dispuesto a declarar una guerra a los opositores, que en primera línea encuentra a indígenas de la zona, como a otros ciudadanos urbanos que entienden los riesgos de dicho proyecto siguiendo el trazado propuesto por el gobierno, que favorecería al narcotráfico, ocasionaría un daño ambiental cuantioso e irreparable, así como a la riqueza bioecológica y el riesgo mayor de genocidio de, al menos, cuatro etnias habitantes del parque.
El verdadero debate. ¿Evo y su gobierno prisioneros de los mercaderes de la droga? ¿Hasta dónde lo obligan compromisos asumidos con sus bases cocaleras? ¿Estará el resto del país, no dependiente del negocio coca-cocaína, dispuesto a cargar con la responsabilidad y las consecuencias de ser calificado, y de vivir en un “narcoestado”? Reducirlo todo, con gran uso mediático, a la defensa del acullico, es tapar el sol con un dedo. Nadie combate al acullico en Bolivia. Se practica por adicción (porque hay cocaína en el acullico) hasta en zonas no tradicionales. Tampoco se hace razón de Estado en los países andinos vecinos. El tema de fondo es, hasta donde se permitirá al narcotráfico sentar sus reales en el Estado Plurinacional de Bolivia. Por dignidad, está en juego la soberanía, el país requiere una respuesta. La comunidad internacional parece estar mejor informada.
miércoles, 1 de agosto de 2012
aspectos muy sutiles de la lucha por la coca que se libra entre Yungas y Chapare saca a relucir la inteligencia de HV en éste texto
La coca como refugio
En Coripata, población de los Yungas de La Paz, el presidente Morales mostró este fin de semana que ha decidido apoyar sus espaldas de candidato presidencial en las cuerdas de la hoja de coca. Allí dijo que él puede asegurar que en diciembre las Naciones Unidas anunciarán que la hoja de coca ha dejado de ser considerada una droga en sí misma. Hoja sagrada: Los amigos que tiene el presidente en la delegación de la ONU en La Paz probablemente le han dado esa certeza, pero el tema todavía debe ser tratado en los escenarios del organismo mundial cuando el mundo entero está sufriendo las consecuencias del flagelo de las drogas, entre ellas la cocaína.
Yungueños desconfiados: Un escéptico público yungueño escuchó al presidente decir que fue la defensa de la coca la que dio lugar a que surgiera en el país la tendencia nacionalista, indigenista y originaria, que lo llevó al poder. En realidad, los yungueños saben que toda la causa del presidente está dirigida a defender el derecho de los cocaleros del Chapare (zona rival de Yungas), a producir cantidades excesivas de hojas de coca respecto del consumo tradicional. Claros rivales: Saben los yungueños que si no existiera la coca del Chapare el desprestigio de la hoja sería menor, porque la producción de droga disminuiría hasta los niveles en que se encontraba antes de que el dirigente Morales lanzara sus salvajes campañas en esa región del trópico cochabambino. Pero el presidente necesita ganar el apoyo de los yungueños. Su táctica es elemental: les dice a esos productores de la coca legal que deben defender el cultivo de la hoja, incluido el cultivo excesivo que se da en el Chapare.
Mensaje a Caranavi: Para confirmar que está muy interesado en ganarse el apoyo de la zona tropical de La Paz, el presidente anunció este fin de semana que su gobierno construirá un estadio de fútbol en Caranavi, población que sufrió sucesivos agravios en esta gestión. Órdenes del Chapare: Mientras el presidente estaba en campaña en Coripata, la atención del país estaba dirigida a la consulta expost que el gobierno ha decidido hacer en el TIPNIS para que los pobladores de la zona acepten la construcción de una carretera que ha sido diseñada para abrir ese parque a los cocaleros del Chapare. El ímpetu del gobierno en este proyecto vial ha conseguido que incluso los medios de comunicación que lo respaldan en todos los demás temas hayan adoptado posiciones críticas.
La participación de las FFAA en la campaña diseñada por el gobierno ha abierto segmentos críticos incluso entre los uniformados. Tímidas observaciones: Lo que no ha aceptado debatir el presidente con sus colaboradores es la observación tímida que hacen algunos de ellos sobre lo perjudicial que es apoyar la campaña electoral en políticas dirigidas a ampliar los cultivos de coca. La opinión pública está mostrando, según encuestas del propio gobierno, que ha identificado el caso TIPNIS como la línea divisoria entre una Bolivia cocalera y otra libre de la hoja, las drogas, las mafias y la violencia..
Fuente: eju.tv - Impaciencia brasileña
http://eju.tv/?p=224057
En Coripata, población de los Yungas de La Paz, el presidente Morales mostró este fin de semana que ha decidido apoyar sus espaldas de candidato presidencial en las cuerdas de la hoja de coca. Allí dijo que él puede asegurar que en diciembre las Naciones Unidas anunciarán que la hoja de coca ha dejado de ser considerada una droga en sí misma. Hoja sagrada: Los amigos que tiene el presidente en la delegación de la ONU en La Paz probablemente le han dado esa certeza, pero el tema todavía debe ser tratado en los escenarios del organismo mundial cuando el mundo entero está sufriendo las consecuencias del flagelo de las drogas, entre ellas la cocaína.
Yungueños desconfiados: Un escéptico público yungueño escuchó al presidente decir que fue la defensa de la coca la que dio lugar a que surgiera en el país la tendencia nacionalista, indigenista y originaria, que lo llevó al poder. En realidad, los yungueños saben que toda la causa del presidente está dirigida a defender el derecho de los cocaleros del Chapare (zona rival de Yungas), a producir cantidades excesivas de hojas de coca respecto del consumo tradicional. Claros rivales: Saben los yungueños que si no existiera la coca del Chapare el desprestigio de la hoja sería menor, porque la producción de droga disminuiría hasta los niveles en que se encontraba antes de que el dirigente Morales lanzara sus salvajes campañas en esa región del trópico cochabambino. Pero el presidente necesita ganar el apoyo de los yungueños. Su táctica es elemental: les dice a esos productores de la coca legal que deben defender el cultivo de la hoja, incluido el cultivo excesivo que se da en el Chapare.
Mensaje a Caranavi: Para confirmar que está muy interesado en ganarse el apoyo de la zona tropical de La Paz, el presidente anunció este fin de semana que su gobierno construirá un estadio de fútbol en Caranavi, población que sufrió sucesivos agravios en esta gestión. Órdenes del Chapare: Mientras el presidente estaba en campaña en Coripata, la atención del país estaba dirigida a la consulta expost que el gobierno ha decidido hacer en el TIPNIS para que los pobladores de la zona acepten la construcción de una carretera que ha sido diseñada para abrir ese parque a los cocaleros del Chapare. El ímpetu del gobierno en este proyecto vial ha conseguido que incluso los medios de comunicación que lo respaldan en todos los demás temas hayan adoptado posiciones críticas.
La participación de las FFAA en la campaña diseñada por el gobierno ha abierto segmentos críticos incluso entre los uniformados. Tímidas observaciones: Lo que no ha aceptado debatir el presidente con sus colaboradores es la observación tímida que hacen algunos de ellos sobre lo perjudicial que es apoyar la campaña electoral en políticas dirigidas a ampliar los cultivos de coca. La opinión pública está mostrando, según encuestas del propio gobierno, que ha identificado el caso TIPNIS como la línea divisoria entre una Bolivia cocalera y otra libre de la hoja, las drogas, las mafias y la violencia..
Fuente: eju.tv - Impaciencia brasileña
http://eju.tv/?p=224057
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