(Este el texto de la prensa cubana describiendo las formas de enmascarar el narcotráfico)
En las operaciones frustradas se han puesto de manifiesto la insensibilidad y crueldad de los mercaderes de los polvos y las hierbas, que por lo general han utilizado como modus operandi el traslado de la droga de forma ingerida, con alto riesgo para la vida de los denominados "correos" o "mulas tragonas", aunque también se reportan casos de narcóticos enmascarados en equipajes y diversos artículos personales.
La experiencia y efectividad del sistema de descubrimiento en nuestra frontera aérea, permitió detectar el pasado 9 de agosto un caso peculiar de lo que pudiera denominarse el "narco-embarazo" de una joven peruana de 32 años de edad, quien traía en el interior de su cavidad vaginal un cilindro de 13,5 cm de largo por 7 de ancho, con 734 gramos de cocaína.
Según declaraciones de la detenida, el ciudadano peruano organizador de esa operación la contactó en Lima, le ofreció 1 000 dólares por trasladar la droga, luego de aceptar el negocio —dada su crítica situación económica.
Por 1 000 dólares ponía en riesgo total su libertad, el amparo de sus hijos abandonados en Perú y la propia vida, mientras no se sabe cuántas familias desconocidas para ella se afectarían en cualquier parte del mundo con las miles de dosis de cocaína que se derivarían del contenido de su carga mortal.
De momento, médicos cubanos salvaron su vida y se impidió la muerte y la tragedia de muchos otros al evitar que la droga llegara a su destino, mientras continúa el proceso investigativo.
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