Droga por los siglos de los siglos
Marcelo Rivero
Como ya es habitual, a todo dar han estado los hallazgos de cocaína en ingentes cantidades como asimismo las instalaciones donde la fabrican, que ya no se las encuentra únicamente en Chapare y en el norte de Santa Cruz, sino que pueden establecerlas en el Chaco, en remotos pueblos de Potosí, acá, en el otro extremo, en San Matías, en Pailón (donde decomisaron 300 kilos de la ‘blanca’ y arrestaron a dos individuos), cerca de San Julián (11 kilos y otros dos tipos presos) y lo más reciente en nuestro distrito (421 kilos con un valor estimado en 700 mil dólares, aunque en los mercados externos esta suma trepa a millones de la ‘gringa’ moneda). El operativo ‘Amanecer’ de la Felcn, a la vez, permitió descubrir y desmantelar 29 fábricas del alcaloide en cuatro comunidades de Cochabamba, donde se podía producir 145 kilos por día; en otros procedimientos policiales encontraron más factorías que ahora vienen con una novedad: son ‘móviles’, o sea que los narcos las instalan en un determinado punto, trabajan allí un tiempo y de ahí las trasladan para no levantar sospechas y continuar el ilícito negocio en otro sitio. Finalmente, según leemos en los periódicos, en diversas naciones del mundo casi a diario están capturando a bolivianos por traficar cocaína, desde 800 gramos hasta 20 y más kilos. ¡En lo que nos destacamos!
¡Qué espectáculo hermoso!: cientos de ‘ladrillos’ acomodados en el patio de la Felcn. ¿Ladrillos para levantar alguna barda? No, ladrillos de cocaína para que consuman millares de tipos en el extranjero, dejando un saldito para el creciente número de drogadictos en este país infortunado. ‘Drogos’ que después, desorbitados y obnubilados, roban, violan, matan, es decir, son capaces de todo y nos tienen en alerta medio día. (El otro medio día son los delincuentes profesionales los que nos tienen con los pelos de punta).
Claro, cómo no va estar floreciente la ilegal y tan nociva actividad si todas las condiciones están dadas para que así sea: campea la corrupción en los controles fronterizos, no es suficiente el personal de vigilancia, ya no hay el determinante apoyo de la DEA de los EEUU, entonces los ‘industriales’ y los traficantes están con el camino expedito para tener a su disposición ácidos, permanganato, diésel, etc. Y lo básico, la coca, porque podrá faltar un ‘precursor’, pero no la ‘hoja sagrada’; sin ella no sale un gramo de cocaína.
La coca que, como se ha constatado y se ha informado por organismos serios, se produce cada vez en mayor cantidad por todos los rincones de Bolivia y se vende en los mercados, en las orillas de los caminos, en las pulperías y, dizqué, si quiere el interesado, con entrega a domicilio. Como el asunto no tiene miras de cambiar, sobre todo en cuanto corresponde a la también llamada ‘hoja milenaria’, quiere decir que tendremos cocaína por los próximos 500 años, los que duró el dominio español y el de los oligarcas. Cosas del Estado Plurinacional.
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