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miércoles, 19 de mayo de 2010

La Razón ofrece un sumario profesional y completo sobre el tema del último suceso entre grupos de narcotraficantes. capítulo inconcluso del drama

El secuestrado William Rosales Suárez formaba parte del clan “Rosales”, que fue vinculado al narcotráfico desde hace más de 16 años. La hermana del plagiado demandó ayer la libertad de la víctima y amenazó con revelar los secretos del clan.Una fuente vinculada a la investigación recordó que el clan “Rosales” estuvo relacionado con la actividad ilícita del narcotráfico desde hace más de una década y que, incluso, algunos de sus líderes estuvieron en la cárcel.Los hermanos Robin, Ruan y Johnny Rosales Ágreda fueron acusados por el delito de narcotráfico en 1994. El 2008, un operativo antidroga logró su detención, pero el juez Roque Leaño los liberó porque el delito por el que se los acusaba había prescrito.En ese entonces se los buscaba por lavado de dinero. Una indagación de la fuerza antidroga mostró que tenían entre bienes inmuebles y vehículos más de cinco millones de dólares producto del narcotráfico. Se secuestró sus bienes, pero poco después la justicia se los devolvió porque se arguyó que los adquirieron tras el proceso por narcotráfico.

William Rosales también tiene antecedentes penales. Tiene en Cochabamba una sentencia de 10 años de cárcel por narcotráfico y, pese a ser detenido en Santa Cruz, no purgó su condena porque fue puesto en libertad por motivos aún desconocidos.“Este es un clan familiar que opera desde hace más de 10 años. El secuestrado es uno de los menores del clan. Por lo que se ve hasta ahora, tenía mucho poder”, informó una fuente policial.Un operativo delictivo ejecutado por colombianos el viernes en San Ramón acabó con el secuestro de Rosales Suárez y la muerte de seis de sus guardaespaldas, entre bolivianos y serbios; estos últimos contratados unos días antes.Hasta el momento no se conoce el paradero de la víctima, que se presume lideraba una banda de narcotraficantes paraguayos que habría revelado a la Policía la ubicación de un megalaboratorio de cocaína que estaba por operar en San Ignacio de Velasco, bajo órdenes de colombianos.Los narcos colombianos habrían ofrecido un millón de dólares en Paraguay por la captura y entrega de Rosales Suárez. Aunque tampoco se descartó que gente del mismo clan haya armado el operativo de secuestro y posible asesinato del secuestrado, según otra fuente de la indagación.Sonia, hermana del narco plagiado, estuvo ayer en las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Santa Cruz para exigir que se dé con el paradero de su hermano. En la mañana advirtió que si no se liberaba a su familiar, revelaría datos sobre los vinculados al narcotráfico.

“Yo voy a desenmascarar todo a su debido tiempo. Yo quiero que mi hermano aparezca vivo o muerto, porque yo sé todas las cosas; mi hermano a mí me contó de la gente de su alrededor”, sostuvo, mientras que en la tarde se limitó a señalar que “estaba confundida” cuando se le pidió mayores detalles de su amenaza.Otra fuente de la pesquisa sostuvo que los grupos que operaron el viernes son “organizaciones criminales que se juegan intereses como el control de espacios de poder en esta actividad”.

“Nosotros no vamos a renunciar a la investigación, llegaremos hasta el fondo, toque a quien toque la investigación.Lo ocurrido hasta ahora sólo es la punta del ovillo”, anticipó la fuente que participa en la indagación.Otra fuente policial indicó que se activó contactos con Paraguay y Colombia para tratar de establecer nexos del clan de narcotraficantes que opera en el país.

El testigo clave es bolivianoJuan Carlos Maraz, quien sobrevivió a tres impactos de bala, es boliviano y no colombiano, como se informó inicialmente. Este ciudadano estuvo en la balacera del viernes y llevó el cuerpo de sus seis compañeros muertos hasta un retén policial. Se encuentra internado en el Hospital Japonés y se constituye en el “testigo clave” de la Fiscalía en la investigación.

Bienes por más de $us 5 millonesEn junio del 2008, el operativo “Diamante Blanco” detuvo a los hermanos Rosales con un patrimonio en bienes y vehículos superior a los cinco millones de dólares. El operativo fue el resultado de una investigación de más de cinco meses. La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) secuestró 12 viviendas de lujo, 12 vehículos, entre ellos dos camiones, nueve armas de fuego de diferente calibre, equipos de comunicación satelital, celulares y equipos de comunicación interdepartamental.Además, se confiscó dos avionetas monomotor. El conjunto de bienes llegó a superar los cinco millones de dólares, que fueron devueltos a sus dueños por el juez Roque Leaños bajo el argumento de que fueron adquiridos después de una investigación y acusación por narcotráfico que prescribió contra los hermanos Robin, Ruan y Johnny Rosales.William Rosales, hoy secuestrado, fue detenido el 2008 con un vehículo valuado en más de 95 mil dólares.

Temen por la vida del ex capitán AraujoLa vida del ex capitán de policía Orlando Araujo corre peligro, porque fue uno de los identificados en el operativo criminal y secuestro de William Rosales. De ser detenido, podría constituirse en un testigo clave para esclarecer este caso, afirmó el abogado de la familia Rosales, Denver Pedraza.“Si ha sido contratado por alguien para cometer ese hecho de sangre, seguro que no quieren que hable y, si no aparece, tememos que vayan a matarlo para que no diga nada”, advirtió el abogado.El colombiano Jahir Repizo Rengifo identificó a Araujo como a uno de los miembros del grupo que interceptó, mató a seis personas y secuestró a Rosales. Incluso reveló que el plagiado lo reconoció antes de ejecutarse el operativo.“Araujo corre serio peligro, por la misma gente que lo contrató, o sea pueden intentar acabar con la vida del capitán”, insistió el abogado.La Policía busca, precisamente, al ex capitán y a otros uniformados involucrados en este caso.
Pedraza sostiene que no existe una causal de ajuste de cuentas en el secuestro de Rosales, pero considera que existen otros móviles.“No creo que hayan mandado a matarlo por ajuste de cuentas. Lo que pasa es que muchas personas, entre ellos colombianos, que estaban tras de él, le tenían miedo, le tenían mucho respeto a William Rosales”, sostiene.Pedraza, no obstante, reconoce que existió intención de acabar con la vida de Rosales Suárez. No se conoce la situación del secuestrado, aunque el viernes los plagiadores se habrían comunicado con la familia para advertirle que no reclamen por el narcotraficante.Narcos colombianos habrían ofrecido un millón de dólares por la captura y entrega de Rosales.

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