Un científico de EEUU estudia los suelos y los arroyos del trópico cochabambino. En los países andinos, los narcos afectaron 2,4 millones de hectáreas en los últimos 20 años.
La deforestación del suelo y la sedimentación de los arroyos son las dos consecuencias que estableció preliminarmente el experto en cuencas del Departamento de Agricultura de EEUU, David J. Bandrowski, en su estudio del impacto ambiental de la producción de coca y su conversión en cocaína, que realiza en Bolivia.
Según informes del Departamento de Estado de EEUU, en Bolivia fueron dañadas 40 mil hectáreas de tierra, luego de casi 20 años de actividad de los productores de la hoja y de los narcotraficantes, en las 3,8 millones de hectáreas del trópico cochabambino. Esta cifra no toma en cuenta los ríos y arroyos que son contaminados con desechos químicos que son tóxicos.
"Todas las muestras que saqué en los arroyos están contaminadas con diesel", aseguró el científico durante la presentación de los resultados preliminares de su estudio.
Bandrowski además estableció que en el suelo donde se cultiva coca, los niveles de nutrientes de la tierra son bajos.
La investigación se inició en enero, en las nacientes y afluentes de los ríos Cesarzama e Ivirgarzama, ubicados en la provincia Chapare del trópico cochabambino, considerada como la zona de mayor actividad del narcotráfico en el país.
El equipo de investigadores tomó 15 muestras -10 de agua y cinco de suelos- durante una semana. El estudio, que al menos durará hasta mayo, cuenta con personal de la Sección de Asuntos de Narcóticos (NAS por sus siglas en inglés) de la Embajada de Estados Unidos, de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), del Instituto Geográfico Militar y de la Dirección de Reconversión de la Coca (Direco), bajo la dirección de Bandrowski.
Según el capitán Martín Vargas, del Instituto Geográfico Militar, en los arroyos de los ríos Cesarzama e Ivirgarzama encontraron aguas ácidas, con un ph elevado (el ph determina el grado de acidez o alcalinidad de las sustancias). El ph normal es de 6,5 a siete y algunas muestras dieron hasta 7,15. También se encontraron aguas turbias, con cloruros y poco oxígeno. "Hemos estado en la naciente del río Ivirgarzama, en la toma de agua para el aprovisionamiento de la población y hemos establecido que el procesamiento es precario. Le ponen un poco de fluor y nada más", dijo el oficial del Ejército.
En la zona, la actividad de la pesca disminuyó, el surubí que era abundante en los ríos ahora es escaso. De acuerdo a información de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) de Chimoré, en el proceso de transformación de la coca en cocaína los narcotraficantes usan cal, bicarbonato, ácido sulfúrico, querosén y diesel. Esto fue comprobado por Bandrowski, Umopar y un grupo de periodistas en la comunidad San José, en el sindicato 5 de Febrero, del sector Valle Hermoso, cuando fue visitada el martes, luego de 10 minutos de vuelo en helicóptero -desde Chimoré- y de una caminata de casi 45 minutos, en pleno monte. Ahí, cerca a un arroyo, se encontró una fábrica de cocaína, con una capacidad de producción diaria de 30 litros de droga.
Con relación al estado del suelo en la región cocalera, Raúl Mejía, de la Unidad Agropecuaria de Direco (Unagrodi), dijo que tiene bajo contenido de nutrientes, especialmente calcio y magnesio.
"Tiene alto contenido de aluminio, elemento químico que impide el crecimiento de las raíces". afirmó el experto boliviano.
Según Unagrodi, no hay cultivo que se pueda desarrollar, después de cinco a siete años de haber cosechado coca, debido a la compactación de la tierra. La coca absorbe todas las vitaminas y minerales, como son el calcio, el magnesio, el potasio y sodio.
"El suelo está muerto, no hay suelo orgánico", dijo Bandrowski al extraer una
muestra de tierra con la ayuda de un barreno.
Información de Unagrodi precisa que algunas tierras se pueden recuperar en procesos cortos, si se cambia de cultivo, mientras que en el caso de los lechos de río ese proceso puede tardar décadas, por la alta contaminación.
David J. Bandrowski
Formación • Se graduó como ingeniero civil, con mención en recursos hídricos, de Michigan Technological University. Cuenta con certificaciones en determinación y delineamiento de tierras húmedas y en operaciones con residuos peligrosos.
Trabajo • Es ingeniero de cuencas en el Departamento de Agricultura de EEUU y realiza una misión en Bolivia.
Contaminación • "La gente sabe que hay problemas con el agua, de pronto ellos están tomando directo de los ríos".
Misión • "Esto preocupa a nuestro Gobierno y por eso estoy aquí haciendo intercambio detecnología".
Efectos • "Lo que se usa para producir cocaína afecta mucho la ecología y la salud".
La droga dañó 2,4 millones de has. en los países andinos
Narcotráfico • Colombia, Perú y Bolivia son los mayores productores de coca y cocaína.
La expansión de cultivos de coca y la producción y tráfico de cocaína en Bolivia, Perú y Colombia destruyeron por lo menos 2,4 millones de hectáreas de bosque tropical en los últimos 20 años en la región andina, de la que son parte los tres países.
Un informe del Departamento de Estado de EEUU señala que, en el caso de Bolivia, el despeje, a través de la tala y quema de árboles para emprender nuevos cultivos de coca, tuvo como resultado la destrucción de casi 40 mil hectáreas de bosque, sólo en la región del Chapare.
"Algunos cultivadores de narcóticos, anticipándose a los programas gubernamentales de erradicación, ampliaron y descentralizaron sus plantaciones, contribuyendo al aumento de áreas adecuadas para el cultivo de coca", señala el informe del Departamento de Estado.
También se estableció que los bosques tropicales de esta región se agotan a un ritmo alarmante, precisamente por la tendencia creciente de los cultivos ilícitos, como son la marihuana, la coca y la amapola.
La deforestación, la erosión del suelo y el agotamiento de sus nutrientes, junto con la sedimentación de las cuencas y la extinción de especies enteras de flora y fauna, están entre los efectos secundarios más inquietantes de los cultivos ilícitos.
Durante las tres etapas de proceso de refinación para producir la cocaína se utilizan grandes cantidades de productos químicos. Un informe científico de la Universidad Agraria de Lima, Perú, corroboró las denuncias de que en Sud América se utilizan anualmente hasta 600 millones de litros de precursores líquidos para producir cocaína.
Esto se traduce en más de dos toneladas de residuos químicos por cada hectárea de coca procesada. Según informes, en Perú y Bolivia también utilizan grandes.
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