BBC. Londres. Marcia Carmo. Enviada especial de BBC Brasil a La Paz. El tráfico de drogas de Bolivia a Brasil hoy en día es más preocupante para el gobierno brasileño que el gas boliviano suministrado al país, que hasta hace poco era el principal asunto de la agenda bilateral, según averiguó BBC Brasil.
El gobierno brasileño quiere intensificar las reuniones con las autoridades bolivianas para, juntos, tratar de encontrar una solución al problema del narcotráfico.
La preocupación se deriva del aumento de la producción de hoja de coca en Bolivia y del tráfico de pasta base de cocaína a Brasil.
En Brasil, se evalúa si el camino es convencer a Bolivia de erradicar plantaciones ilegales de hoja de coca, algo que sería difícil por la tradición del cultivo en el país.
También está en discusión si la lucha debe ser a través de la represión conjunta, la inteligencia y cultivos alternativos rentables. Todas las hipótesis están siendo evaluadas por Brasil.
En discusión
La cuestión de las drogas es objeto de discusión entre ambos países desde 1977. Pero a lo largo de este período se celebraron pocas reuniones para discutir el tema. Ahora, sin embargo, la cuestión es vista como "prioridad" de Brasil y estas reuniones tienden a ser más frecuentes.
A Brasil
Más del 80% de la cocaína consumida en Brasil cada año proviene de Bolivia.
El área de coca cultivada en Bolivia aumentó un 20% entre 2006 y 2008, de acuerdo a datos de Naciones Unidas.
El aumento en el tráfico de cocaína y pasta base de cocaína ya sido alertado por la Policía Federal de Brasil. Se estima que más del 80% de la cocaína consumida en Brasil cada año proviene de Bolivia.
Brasil ha ofrecido, recientemente, el cultivo del palmito para sustituir la hoja de coca en Bolivia. Pero las diferencias entre los ingresos de un producto y otro terminó por archivar la propuesta.
Las autoridades brasileñas se empezaron a preocupar más por la droga boliviana después de que el presidente Evo Morales, ligado con los llamados sindicatos llamados "cocaleros", expulsó del país a la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés). Eran 25 especialistas estadounidenses que trabajaban, principalmente, en el área de inteligencia.
El gobierno boliviano no tiene recursos para sustituir esa presencia y espera contar con la ayuda de Brasil, como ya se anunció, con helicópteros y aviones especiales para estas operaciones.
Sin embargo, el entendimiento se ha visto entorpecido por la expectativa boliviana de que sea Brasil que se haga cargo de la cuenta.
La liberación de los equipos y recursos para combatir el tráfico de drogas debe pasar por el Congreso brasileño y no estaría, según parlamentarios oficialistas, entre las prioridades de Brasil hoy en día.
Más producción
El área de coca cultivada en Bolivia aumentó un 20% entre 2006 y 2008, de acuerdo a datos de Naciones Unidas.
También habría aumentado en un 41% la producción de pasta de coca.
El fin de semana pasado, el ministro del Gobierno de Bolivia, Alfredo Rada, dijo que 6.000 hectáreas de coca fueron erradicadas este año. Esa cifra representa casi 1.000 hectáreas más que el año pasado.
Rada aseguró que Brasil y Bolivia están "haciendo esfuerzos" para combatir el tráfico de drogas "conjuntamente".
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