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lunes, 4 de junio de 2007

Apelación por la Paz. (Parte I)

En momentos como éste, cuando los líderes norteamericanos con George Bush a la cabeza están a punto de enloquecer y desatar los infiernos de una hecatombe nuclear, tenemos que lanzar una apelación por la Paz, contra la Guerra. De las palabras de un sabio norteamericano podemos deducir, que el mundo está en peligro:

Tratad de imaginar cómo reaccionaría Norteamérica si Rusia, China, Irán o cualquier potencia extranjera osara sólo pensar en colocar un sistema de defensa de misiles en las fronteras de los EEUU o en sus aledaños, y no digamos si empezara a llevar a cabo ese plan. En tales circunstancias, de todo punto inimaginables, no sólo habría que esperar con certeza una violenta reacción norteamericana, sino que esa reacción resultaría también comprensible, por razones simples y claras.
Es de todos conocido que la defensa con misiles es un arma de primer golpe. Reconocidos analistas militares norteamericanos la describen así: "No sólo es un escudo, sino una capacitación para la acción". Ella "facilitará una aplicación más eficiente de la potencia militar de EEUU en el extranjero".
“Aislando al país de las represalias, la defensa con misiles garantizará la capacidad y la disposición de los EEUU para ‘modelar’ el contexto en otras partes del mundo”. “La defensa con misiles no sirve para proteger a Norteamérica. Es un instrumento de dominación global”.
“La defensa con misiles sirve para conservar la capacidad norteamericana de ejercer el poder en el extranjero. No tiene que ver con la defensa; es un arma ofensiva, por eso tenemos necesidad de ella”.

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