La Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) recomendó ayer que el gobierno de Evo Morales haga mayores esfuerzos en la lucha contra las grandes redes del narcotráfico y los emisarios de las mafias internacionales.
La sugerencia indica que la administración evista deber priorizar el combate a los “peces gordos” y la protección de los parques nacionales de los crecientes cultivos de cocales ilícitos, en lugar de enfatizar la interdicción al microtráfico como se ha venido haciendo hasta el momento.
Las recomendaciones de la ONU vienen a confirmar la presencia de cárteles y clanes del narcotráfico en Bolivia, algo que los voceros gubernamentales se han empeñado en negar o minimizar.
Cabe recordar que sobre el régimen de Evo Morales pesan denuncias de una presunta vinculación con importantes capos del narco del Brasil y de Venezuela, acusaciones que llevaron a la revista Veja a definir al Estado Plurinacional como la “República de la Cocaína”.
Las denuncias mencionan también la existencia de una sucursal boliviana del Cártel de los Soles comandado por el número 2 del chavismo, Diosdado Cabello. Tentáculo que según el exiliado coronel Germán Cardona sería manejado nada menos que por el ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana.
En este contexto, ¿será viable una mayor acción gubernamental contra los “peces gordos” del narco?