Los biocombustibles, la especulación y la política del FMI son responsables del alto precio de los alimentos, denunció el relator de la ONU para el Derecho a la Alimentación Jean Ziegler.
El funcionario calificó la situación alimentaría actual de auténtica tragedia y consideró histórica la reunión de hoy en Berna de las agencias y organismos de la ONU con su secretario general, Ban Ki-moon, para tratar el tema.Ziegler apeló a los donantes del Programa Mundial de Alimentos (PMA) a que aumenten sus entregas porque en tres meses han perdido el 40 por ciento de su poder adquisitivo por la subida de los precios.Significó que la vida de más de 75 millones de personas depende de la asistencia del PMA, al hacer un balance de su gestión al frente a la entidad, la cual finalizará esta semana.Datos del Fondo de la ONU para la Agricultura y la Alimentación, citados por Ziegler, en el último año el precio de los cereales, especialmente el trigo, aumentó 130 por ciento; el del arroz 74 por ciento, el de la soja 87 por ciento y el del maíz 53 por ciento.Añadió que la especulación es responsable del 30 por ciento de la escalada de los precios", en especialen la Bolsa de Valores de Chicago, donde los fondos de productos básicos dominan el 40 por ciento de los contratos.Dijo que ambas causas, los biocarburantes y la especulación no son fatalidades y tienen remedio, entre los que mencionó la moratoria y controles más severos.Gran responsabilidad tiene también la política del Fondo Monetario Internacional (FMI) por desarrollar culturas de exportación para reducir la deuda externa en detrimento de agriculturas de subsistencia.
El reconocido experto de nacionalidad suiza calificó de aberrante la estrategia del FMI de impulsar la exportación en detrimento de la agricultura de la subsistencia.Calificó esas iniciativas de "cultivos coloniales", pidió sean eliminados de inmediato y comentó que el nuevo director-gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, habló de tener en cuenta una posible moratoria a los biocarburantes. Debería aplicarse una moratoria inmediata y con un plazo no menor de cinco años, apostilló.En opinión de Ziegler, los biocombustibles son "un crimen contra gran parte de la humanidad, algo intolerable". Es positivo "luchar contra el cambio climático pero sin matar a la gente de hambre".Criticó a Estados Unidos por dedicar el pasado año un tercio de su cosecha de maíz a bioetanol, y a la Unión Europea por su directiva según la cual en 2020 un 10 por ciento de su combustible debe venir de los biocarburantes.
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