Un Seminario Internacional, con representantes de instituciones gubernamentales, nacionales, privadas y de otros países, que trabajan tanto en la prevención, como rehabilitación y detección del consumo de drogas en Bolivia, hizo conocer que Bolivia sufre una explosión en el consumo de drogas.
Con el objetivo de definir una estrategia y plan de acciones para reducir la demanda de drogas en la niñez, adolescencia y juventud en nuestro país, los actores públicos y privados participantes unirán sus conocimientos, experiencias y proyectos en un mismo programa que busque cambios sustanciales en esta materia.
El Gobierno Departamental de Santa Cruz, a través de la Secretaría Departamental de Desarrollo Humano, la Organización para el Desarrollo Municipal (ORDEM) y el Centro Latinoamericano de Investigación científica (CELIN), con el apoyo de la División de Asuntos Antinarcóticos de la Embajada de los Estados Unidos de Norteamérica (NAS) serán los encargados de combatir el mercado de estupefacientes en Bolivia, que según las cifras, en los últimos años ha sufrido un preocupante crecimiento y fuerte consolidación.
Así lo aseguró el doctor Franklin Alcaraz, director del Celin, quien expuso que el consumo de drogas en Bolivia, entre ellas marihuana, cocaína y pasta base, ha crecido desde el 1,7% en 1992 al 5,06% en 2005. Sólo el consumo de cocaína alcanza a las 40 mil personas, mientras que más de 60 mil individuos son adictos a la marihuana.
Otro factor importante que destacó Alcaraz fue el aumento del tabaquismo en nuestro país, que en los últimos años se ha dado principalmente en las mujeres bolivianas. “El cigarrillo es una puerta de ingreso al consumo de otras drogas, al igual que el alcohol”, aseveró el director.
En cuanto a los objetivos planteados en este taller, Paola Parada, directora departamental de Género e Identidad Cultural, destacó que para lograr una real disminución en la demanda de droga deben darse tres aspectos: la represión de la producción de estas sustancias; la prevención y la rehabilitación. Agregó que uno de los aspectos más importantes es “incorporar de manera transversal el tema de la drogadicción y sexualidad en nuestra educación, no sólo con estrategias de alimentación y actividades religiosas, sino que también con mecanismos profesionales que logren un cambio de conducta, mentalidad y actitud hacia las drogas”, aseveró.
“Junto con los tres niveles de Gobierno e instituciones privadas especializadas en la materia, queremos sentarnos a debatir para no duplicar esfuerzos, si no que sumarlos. Así, esperamos fortalecer la red de instituciones que trabajan en la lucha contra las drogas y de esta manera entregar un resultado óptimo a la población”, concluyó Parada.
(La crónica aparece en hoyBolivia y ha merecido difusión mundial por la prensa anticocaína)
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