Vistas de página en total

viernes, 14 de septiembre de 2007

Los halcones quieren más sangre musulmana

La cadena FOX, vinculada estrechamente a los halcones conservadores de la administración Bush, se sumó a la larga lista de los medios que, en EEUU y en Europa, vienen advirtiendo que en la Casa Blanca y en el Pentágono se prepara una agenda de acciones militares contra Irán a ejecutarse luego de que fracasen las negociaciones diplomáticas en la ONU.Según FOX, la negativa de Alemania (uno de los integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU) de seguir aplicando sanciones contra Irán, expresada la semana pasada, apresuró la decisión de la Administración de George Bush de ejecutar planes de un eventual bombardeo a Irán en los próximos 8 o 10 meses.Una fuente gubernamental de primera línea -según la cadena- dijo que en la Casa Blanca se debate la relación costo-beneficio que tendría la acción militar en el plano internacional, principalmente en Medio Oriente. La decisión alemana de no suscribir más sanciones contra Irán en la ONU, ha llevado -según FOX- a que varios funcionarios y jefes militares de la línea "dura" estén intentando convencer a la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice (partidaria de la "salida diplomática"), de que solución del problema nuclear de Irán en el seno del Consejo de Seguridad ha fracasado, y que por lo tanto hay que preparar una intervención militar en Irán.
De acuerdo con lo que ha informado la prensa estadounidense, en la Casa Blanca, en el entorno íntimo de Bush, vienen chocando dos posiciones opuestas sobre la resolución del conflicto nuclear con Irán.
El sector "moderado", expresado por Condoleezza Rice, el jefe del Pentágono, Robert Gates, y el jefe de Estado Mayor, General Pace, sostienen que hay que agotar la "opción diplomática" y abrir canales de negociación en Medio Oriente con la participación de Irán y Siria, países que supuestamente se encuentran en la agenda de ataque de los "duros".
El sector de los halcones "ultraduros" encabezados por el vicepresidente Dick Cheney, sostienen en cambio que hay que atacar a las usinas nucleares iraníes antes de que el régimen de Teherán pueda desarrollar la bomba nuclear, que, según las usinas conservadoras podría suceder dentro de dos años, o antes.
Analistas liberales (más cerca de los demócratas), sostienen que el ataque Irán, planificado en principio para fines del año pasado, se postergó por dos razones principales: 1) La derrota electoral republicana en noviembre (con la consiguiente debacle de la imagen de Bush), y 2) la derrota terrestre de Israel en Líbano ante Hezbolá (que dejó el prestigio militar de las fuerzas armadas israelíes muy mellado en Medio Oriente).
El fin de semana pasado, sorpresivamente, Mohammed ElBaradei, el jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica, ganadora del Premio Nóbel de la Paz, advirtió que en el poder hay quienes plantean que el único modo para frenar el programa nuclear de Irán es con un bombardeo."Veo, por un lado, que Irán prosigue su enriquecimiento (de uranio) sin que hagamos las verificaciones firmes que se imponen", y "por otra parte veo los tambores de guerra (de los) que dicen que de hecho la solución es bombardear Irán", dijo el presidente del organismo dependiente de las Naciones Unidas.
ElBaradei, junto con el experto sueco Hans Blix, inspector de armas de la ONU, determinó la inexistencia de las armas de destrucción masiva en Irak con las que la Casa Blanca justificó la ofensiva sobre Bagdad.
El viernes, y refiriéndose a un posible ataque de EEUU a Irán, dijo que la hipótesis del bombardeo "me estremece porque la retórica utilizada me recuerda a la de antes de la guerra de EEUU y Gran Bretaña contra Irak".
En el interjuego de presiones y negociaciones diplomáticas en el Consejo de Seguridad, se demostró que Rusia y China defienden con uñas y dientes sus acuerdos globales con Irán que rozan tanto el plano energético-comercial como el militar-estratégico, en particular en el caso de Rusia.
El actual estudio de nuevas sanciones y su ajetreado proceso de negociación de más de dos meses, demostró los límites y la tajante división existente en el Consejo de Seguridad (en cuyos niveles de decisión sólo intervienen EEUU y cinco potencias más) a la hora de sacar decisiones tajantes contra el "eje del mal" representado cabalmente por el régimen de Teherán.
Pero a Washington y a sus asociados, tanto como a los expertos, siempre les queda la duda de la actitud que adoptarán finalmente Rusia y China ante el agendado ataque militar a Irán por parte del eje Washington-Tel Aviv-Londres, al que se agregarían casi con seguridad Berlín y París.
Si Alemania, tal cual lo anunció, se abstiene de aplicar nuevas sanciones a Irak, la posición de EEUU quedaría en minoría en el Consejo de Seguridad de la ONU, debilitándose la "salida diplomática" propuesta por los "moderados" de Washington.
El miércoles pasado, Irán anunció que suspenderá su cooperación con los monitoreos internacionales si el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas les impone nuevas sanciones por su programa nuclear. La advertencia de Ali Larajani, negociador en jefe de Irán, responde a la convocatoria de Estados Unidos a los miembros permanentes del Consejo para analizar cómo se puede penalizar a los iraníes si no suspenden su programa nuclear. Los integrantes con derecho a veto del Consejo y Alemania se reunirán en Washington el 21 de septiembre para tratar las nuevas sanciones contra Teherán..
Con un Irán intransigente, que ya anunció que no va a renunciar al uranio enriquecido (el proceso final para acceder a la bomba), los "tambores de guerra" anunciados por el jefe de la AIEA, se hacen cada vez más inevitables.
Nota del Editor. La crónica está en el último boletín de www.iar-noticias.com

No hay comentarios: