"Compraremos toda esta hoja de coca para que no se desvíe al narcotráfico, para evitar que sea materia prima para la droga, (compraremos) con recursos del Tesoro general de la nación", afirmó el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, principal responsable político de la erradicación de coca.
Explicó que esta decisión se plasmará cuando se oficialice en septiembre próximo un plan antidrogas.
Bolivia tiene, de acuerdo con Naciones Unidas, 30.900 hectáreas de cocales, mientras una ley que data de 1988 dice que las legales no deben sobrepasar las 12.000 hectáreas para fines lícitos, como masticación, infusión y rituales religiosos andinos, prácticas ancestrales en el país.
El gobierno boliviano realiza un estudio, con ayuda económica de la Unión Europea, para saber a cuánto asciende la demanda legal del plantío, para luego fijar un techo de cultivos necesarios, pues considera que esa Ley de 1988 contiene información desactualizada.
Cáceres dijo que ese estudio, que será dado a conocer el próximo mes, determinaría que Bolivia necesita "solamente 16.000 hectáreas de cultivos de coca", aunque insistió en que hay que esperar su difusión pública.
El viceministro indicó que de las 30.900 hectáreas actuales se tendría que bajar a 20.000, no a las 16.000, pues hay un polémico acuerdo con los labriegos del Chapare, el bastión político del presidente Evo Morales, que les permite cosechar una determinada cantidad de la milenaria planta.
De esas 20.000 hectáreas que serían legalizadas, 16.000 serán para los usos permitidos y el saldo de 4.000 -la cuota que cultivan en el Chapare- será comprado por el propio gobierno boliviano, según el funcionario, quien dijo que se pretende utilizar el remanente para la industrialización en medicinas o abono agrícola, un proyecto oficial que avanza lentamente.
Sólo las 10.900 hectáreas restantes serían destruidas manualmente.
El rendimiento anual de una hectárea de coca oscila entre 1.300 y 2.700 kilogramos, según estudios de Naciones Unidas. El precio de un kilo de hoja de coca en el mercado local es de unos 5 dólares.
Bolivia es el tercer productor mundial de coca, materia prima para fabricar cocaína, después de Perú y Colombia.
AFP
Los violentos aborrecen el diálogo, prefieren resolver los conflictos con el uso de la fuerza física, las armas, la tortura y el miedo. Los que aman la paz, se oponen al uso de las armas y buscan por sobre todas las cosas el entendimiento, la fraternización.
Vistas de página en total
jueves, 28 de julio de 2011
domingo, 24 de julio de 2011
excelente trabajo de El Dia, que felicitamos efusivos mostrando el circuito de la droga que hace de Bolivia presa fácil ante la ausencia de Estado
Circuito de la coca-cocaína que elaboró El Dia. SC. |
Cada vez más, el delito asociado a actividades comerciales de narcotráfico crece en calidad y cantidad en Sudamérica. Los últimos seis años, Bolivia parece haberse convertido en uno de los países predilectos para la producción y comercialización de pasta base de cocaína de organizaciones criminales que envían droga a diversas partes del mundo a través de Argentina, Chile, Paraguay, Brasil y Perú. Muchas de estas organizaciones de narcos operan en torno a las fronteras, las cuales ofrecen condiciones idóneas para este delito.
Factores que inciden. Primero, por la débil presencia del Estado y la consecuente falta de control coinciden expertos y críticos. Segundo, por la situación de pobreza y abandono en que viven ciertos sectores que se ven en la obligación de buscar ingresos económicos en el narcotráfico, tal cual se evidenció recientemente en un megaoperativo ejecutado en el municipio de Yapacaní (San Germán y Nuevo Horizonte) donde se destruyeron 281, fábricas de drogas, laboratorios de cristalización y reciclaje en manos de “narcocolonos”.
La ruta hacia el Brasil. La frontera entre Bolivia y Brasil, una línea divisoria que serpentea a través de 3 mil 423 kilómetros de pantanos y selvas, se ha convertido en un escenario con creciente tráfico de droga boliviana y peruana hacia suelo brasilero.
Factores que inciden. Primero, por la débil presencia del Estado y la consecuente falta de control coinciden expertos y críticos. Segundo, por la situación de pobreza y abandono en que viven ciertos sectores que se ven en la obligación de buscar ingresos económicos en el narcotráfico, tal cual se evidenció recientemente en un megaoperativo ejecutado en el municipio de Yapacaní (San Germán y Nuevo Horizonte) donde se destruyeron 281, fábricas de drogas, laboratorios de cristalización y reciclaje en manos de “narcocolonos”.
La ruta hacia el Brasil. La frontera entre Bolivia y Brasil, una línea divisoria que serpentea a través de 3 mil 423 kilómetros de pantanos y selvas, se ha convertido en un escenario con creciente tráfico de droga boliviana y peruana hacia suelo brasilero.
Fuentes diplomáticas de Brasil afirman que el 80% de la droga boliviana llega a manos de las mafias brasileras, por un equivalente de 200 millones de dólares al año, clorhidrato y pasta base, que se vende en el mercado brasilero y se rexporta hacia Europa, estableciéndose un negocio con ganancias aproximadas al billón de dólares anuales. Incluso la prensa hace eco que el principal comprador de la cocaína boliviana pertenece a la fracción paulista del Primer Comando de la Capital (PCC), una de las organizaciones criminales más grandes del Brasil.
El tránsito hacia esta zona tiene varias rutas. Según una fuente ligada a la Felcn , la más importante atraviesa la región del pantanal, donde el centro urbano fronterizo boliviano - brasilero de Puerto Suárez – Corumbá se constituye en el principal punto de tránsito de pasta base hacia los Estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul. En esta zona se realizan cientos de operativos y se decomisan cientos de kilos de droga anualmente que circulan por vía férrea o carretera. Las rutas aéreas clandestinas siguen siendo utilizadas, aún a pesar de la implementación de un escudo aéreo que debería permitir al Estado Brasilero fiscalizar todo el espacio aéreo de la frontera con Bolivia.
La otra región de tránsito hacia el Brasil es el norte amazónico, espacio en el que se integran redes de tráfico del Perú, Brasil y Bolivia. Quizás el flujo más importante de droga de esta región se da desde las zonas productoras: Chapare, Yungas de La Paz, y El Alto; atravesando rutas cubiertas por organizaciones bien establecidas.
Esta ruta también es utilizada para el transito de droga peruana que tiene como destino final Brasil, en estos casos la droga peruana ingresa a Bolivia por Desaguadero, pasa por la ciudad de La Paz hasta los Yungas y sale al Brasil por Guayaramerín a la población gemela de Guajará Mirin. Otra ruta de la droga peruana se inicia por el norte de Pando para salir por Cobija que se ubica en la frontera frente a la ciudad de Brasileia.
Del Perú a Bolivia. El ingreso de la droga peruana a Bolivia se da por dos rutas, por la ciudad de La Paz, utilizando diversas poblaciones de las provincias Ingavi, Iturralde, Franz Tamayo, Saavedra y Camacho.
Información obtenida de una fuente de la Felcn, dice que la droga que llega desde Perú es acopiada supuestamente en El Alto para luego seguir su ruta hacia las fronteras bolivianas a través de diversos rumbos. Por el Beni y Santa Cruz hacia el Brasil, por Sucre y Potosí hacía Chile, y por Tarija hacia la Argentina y Paraguay.
El tráfico hacia Chile. La mayor parte de la pasta base que se destina a Chile o Argentina se produce en precarias fábricas o en pequeñas viviendas emplazadas en el altiplano, muy distintas de los grandes laboratorios hallados en Santa Cruz. Usualmente, esta droga sale por dos rutas. La primera, atravesando el altiplano boliviano, siguiendo las vías existentes entre El Alto y Uyuni, para después ser acopiada y de allí seguir varios desvíos, pudiendo continuar por Laguna Colorada, Laguna Verde, Ojito de Perdiz, Árbol de Piedra, Villa Mar, Alota, San Pedro o Llica.
El último informe de la Policía de Investigaciones de Chile PDI señala que la cocaína boliviana decomisada aumentó 272% en Arica entre el 2009-2010.
La ruta detectada en Argentina. El narcotráfico abrió una nueva ruta aérea de cocaína desde Bolivia para ingresar droga en la Argentina. El esfuerzo oficial para detectar vuelos ilegales está colocado en el nordeste argentino, pero una investigación de la Gendarmería descubrió un importante corredor aéreo de cocaína que parte desde Bolivia y aterriza en diversos lugares de Santiago del Estero.
Los tres últimos operativos alertaron a los investigadores sobre la existencia de vuelos del narcotráfico en una zona que no tenía antecedentes de esas irrupciones aéreas. Este año gendarmes lograron poner una trampa en una ruta poco transitada de la localidad santiagueña de Nueva Esperanza y atraparon una avioneta Cessna 206, a dos pilotos bolivianos en poder de 297 kilogramos de cocaína.
Paraguay, país de tránsito. El diario ABC da cuenta que Paraguay es utilizada para el paso de centenares de kilos de cocaína, anualmente, procedentes de Colombia y Bolivia. Esos cargamentos llegan a las grandes ciudades del Mercosur, además de Estados Unidos y Chile. Los grandes cargamentos habitualmente se los hace vía aérea.
CONTROLES
El transporte de precursores químicos en territorio boliviano
El transporte de precursores químicos en territorio boliviano
EL CONTROL. En Bolivia, la Dirección General de Sustancias Controladas (DGSC) es la encargada de prevenir el desvío de sustancias químicas legales hacía el narcotráfico. Informes policiales aseguran que los químicos que se utilizan en los laboratorios de cristalización no se elaboran en Bolivia, sino que tienen origen en los países vecinos de Argentina, Chile o Brasil.
Una fuente ligada a la información muestra que el ingreso de precursores al oriente del país se lo realiza por Cobija, Guayaramerín, San Matías y Puerto Suárez. Al otro extremo del país, por la región occidental, el ingreso se realiza desde Chile por los pasos fronterizos de Chungara, Tambo Quemado, Julo y Charaña.
En tanto, los precursores que ingresan al país de manera controlada para laboratorios químicos destinados a la elaboración de medicamentos son el ácido acético, carbonato de calcio, carbonato de sodio, amoníaco, bicarbonato de sodio, tolueno, cloruro de metileno, soda cáustica, diesel, ácido sulfúrico, alcohol etílico, gasolina, aguarrás, metanol, diluyentes y ácido clorhídrico.
DESVÍAN SU MERCADERÍA. Muchos narcotraficantes aprovechan el ingreso legal de estas sustancias controladas para engañar a la DGSC y a la Felcn, desviando hacia cualquier punto del país y seguir la ruta más conveniente hacía los centros de producción de drogas.
AL DESCUBIERTO. El pasado 5 de abril de 2011, una emboscada a policías de Umopar en el ingreso a Puerto Grethel (Municipio de Yapacaní) saldó con la muerte de un joven poblador Ricardo Cruz Martínez (15) que recibió un certero disparo en la cabeza a manos de agentes antidroga que supuestamente lo confundieron con narcotraficantes.
Sobre este caso, los policías procesados en su descargo indicaron que por el puesto de control de Bulo Bulo (entre Cochabamba - Santa Cruz) ese día detectaron un camión cargado de turriles de gasolina que desvió su ruta internándose por unas sendas y cuando trataron de interceptarlos les abrieron fuego.
CONTROLES
Países vecinos refuerzan sus fronteras
Países vecinos refuerzan sus fronteras
Para el próximo mes se tiene planificado que cuatro aviones no tripulados de Brasil comenzarán a operar en el marco de la lucha antidrogas, anunció el Viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres. "A fines de agosto estarán en pleno sobrevuelo del espacio aéreo boliviano cuatro aviones no tripulados".
Explicó que las aeronaves VANT realizarán ese control aéreo en los puntos fronterizos de Bolpebra (punto geográfico que comparten Bolivia, Perú y Brasil) y el área geográfica común entre Bolivia, Paraguay y Brasil.
Los países de Argentina y Paraguay también están tomando sus recaudos en su lucha contra las drogas debido a que recientemente han descubierto una nueva modalidad de comercializar sus mercaderías lanzando sus cargamentos de droga desde el aire en áreas cultivadas, guiadas desde abajo por GPS y teléfonos satelitales. La reciente captura de dos narcotraficantes bolivianos que debían usar esta modalidad lanzando 363 kilos de droga en territorio brasilero puso en alerta a las zonas fronterizas./LES. Agencias.
País productor de marihuana
ASÍ LO CONFIRMÓ LA OFICINA DE LA ONU CONTRA DROGAS Y EL DELITO QUE UBICA A BOLIVIA JUNTO A OTROS TRES PAÍSES DE CONCENTRAR EL CULTIVO DE ESTE NARCÓTICO.
13.8 Toneladas de droga en lo que va del año, lleva secuestrando la Fuerza Antidroga en el país.
1.895 Personas de distintas nacionalidades han sido arrestadas relacionadas al narcotráfico.
Casos vinculados al narcotráfico
CAPO COLOMBIANO. Carlos Buitrago Vega (alias Porre Macho) y su hermano Héctor Favio fueron detenidos en Bolivia acusados de ser miembros de las autodefensas campesinas del Casanare. En su país está siendo buscado por narcotráfico.
EXSENDERO LUMINOSO. La Policía logró detener a Ulser Pillpa Paitán (camarada Jhonny) miembro del grupo terrorista peruano Sendero Luminoso. El guerrillero fue capturado junto a sus hermanos ingresando 50 kilos de droga.
SECUESTRO. Una supuesta narcodeuda de 7 millones de dólares por transacciones comerciales de droga enviadas a España derivó al secuestro de Adriana R.B. En este caso, la policía desarticuló a la presunta organización que pretendía cobrar la deuda.
NARCOPILOTOS. Un envío de 363 kilos de droga de Bolivia hacia Brasil quedó frustrado por agentes antidroga que dispararon contra la avioneta antes que eleve vuelo. El operativo se ejecutó en la localidad de Nueva Holanda.
CLAN ROSALES. La fuerza antidroga detuvo a Robin Rosales Suárez, hermano de William Rosales, considerado pez gordo del narcotráfico en una propiedad de San Matías. Según la Fiscalía, Rosales tiene una sentencia de 10 años.
NARCOPERUANOS. Un presunto volteo de 700 kilos de droga motivó en la muerte de Limberg Baptista Azogue ejecutado de 9 disparos, en Colpa Bélgica. Esa misma noche Adán López Mercado salvó su vida de milagro, pero recibió seis disparos.
COMANDO M-16. La Policía logró la captura de Marcos André Magalhaes Oliveira, supuesto miembro del Comando Vermelho de Brasil. La Fiscalía les atribuye una serie de ejecuciones por cuestiones de narcotráfico.
ElDía
www.eldia.com.bo
www.eldia.com.bo
jueves, 21 de julio de 2011
Daniel Pasquier da en el clavo. el asunto es romper el círculo vicioso coca.cocaína que tanto problema, dolor y muerte ocasiona. quién podría ponerle cascabel al gato?
Dejando de decir estupideces, o mentiras, sobre la coca y sobre las responsabilidades. No es admisible que autoridades y políticos todavía repitan como loros a estas alturas que hace falta un estudio “serio”, “científico” sobre los efectos nutritivos, medicinales, benéficos de la hoja de coca, olvidando o sin mencionar los efectos nocivos de su principal componente químico, el alucinógeno “cocaína”. Esto es admisible en personas ignorantes, muy ignorantes, que hasta lo crean de buena fe. Como hay lógicamente quienes confunden gas con hidrocarburos y ante con el macho del anta; partidarios de la evolución darwiniana pero contrarios a la evolución genética; parlanchines de la lucha contra la pobreza, la seguridad alimentaria que combaten en absoluta oscuridad intelectual la producción de alimentos con semillas manipuladas genéticamente. La coca no es cocaína, pero contiene cocaína en estado natural. El procesamiento de extracción, concentración y blanqueo es lo artificial. Si no hubiera hoja de coca, desaparecería la principal materia prima para la producción de cocaína, lo cual por supuesto podría llevar a incrementar la producción de cocaína en laboratorio. Ese, es otro tema.
Brindar protección, con la ley en la mano, a la ciudadanía, antes que a los involucrados en el circuito: comunidades que protegen a narcotraficantes, clanes familiares que pagan por su libertad, sabiendo los jueces que cualquier suma es pequeña en comparación con las ganancias que da esta actividad. Que los compañeros se defiendan solos ante los tribunales. Entre miles de implicados e imputados en los alrededores del Chapare solo una familia ha recibido sentencia de prisión de seis años.
Hay que garantizar producción legal de individuos y empresas. Acabar con la presión y persecución a todo lo que actúa a la luz del día. Respetar procedimientos para cuestionar cualquier actividad legal, es lo correcto; sobre las empresas recae el mayor peso en la generación de empleo estable, aunque sea con sueldos mínimos. Las actitudes abusivas dejarlas para funciones en la Escuela Nacional de Teatro.
El Gobierno se complica. ¿Qué quiso decir la Ministra de Justicia?, “No es obligación del gobierno luchar contra el narcotráfico”. Entonces, ¿de quién es? ¿Los campesinos, indígenas y empresarios deberán defenderse del avance de la siembra de coca o de la infiltración de los narcodólares en sus empresas? ¿Quién controla la entrada y producción de precursores? ¿Mercado libre, a todo tipo de armas, para enfrentarse al poder bélico del narcotráfico? La dimensión del poder oculto es grande, si en horas se intervienen cerca de trescientas fábricas de cocaína en Yapacaní, población extensión del Chapare, se encuentran precursores, droga y dinero, pero casi nadie. Está vetada la presencia de “gringos”, pero hay colombianos, peruanos, mexicanos, entre otros.
La vigencia de la democracia y el Estado de Derecho como arma. No sirve echarle la culpa a la comunidad internacional, reclamar corresponsabilidad, exigirle coparticipación; con el argumento de “soberanía” se acepta solo ayuda económica. ¿Garantiza de buena administración? Y mil interrogantes más. Bolivia a la comunidad internacional, en parte, le importa un pito. Hay más preocupación por las condiciones del desarrollo institucional, la presencia de garantías efectivas a la actividad económica privada y estatal; que se respeten los derechos humanos; que exista libertad de expresión fuera del texto constitucional, que es muy claro en el Art. 21, porque la realidad cuestiona diariamente las amenazas a la “libertad de pensamiento”, de “expresión”, al “acceder a la información, interpretarla, analizarla y comunicarla libremente, de manera individual o colectiva”. En definitiva, a los posibles socios les preocupa ante todo el deterioro de la calidad de democracia que se practica en el país.
Evo debería anunciar oficialmente su renuncia a la presidencia de las seis federaciones de cocaleros. Expresión efectiva y positiva de luchar contra la lacra del narcotráfico. No manda una carta a los cocaleros. Porque su deber constitucional es dedicarse íntegramente a la función de Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia. Además, le conviene. La responsabilidad en la administración del Estado no se delega en subalternos, ni en elegidos (el Vice) ni en nombrados a dedo (ministros y ministras); no importa si después resultan leales o traidores. La “responsabilidad solidaria” está definida en la CPE (Art. 165), lo cual implica que el presidente ni nadie podrán alegar desconocimiento en lo actuado. Nadie podrá huirle al pinchazo.
Tiene que deslindar la relación entre el gobierno y el círculo de acero, los productores de la hoja de coca. Los sentimientos forjados en la lucha durante años, por sobrevivir, deben ser revisados. Hace años el sembrar coca es una actividad ilegal altamente lucrativa, que provoca daño a la humanidad, proscrita en casi todas las legislaciones del mundo y condenada en el concierto internacional (ONU). Los cocaleros deben recibir incentivos ciertos y suficientes, bajo pautas y cronograma incluido, para migrar hacia el cultivo de productos legales y necesarios en la canasta familiar, el comercio formal nacional y para la generación de excedentes significativos para los mercados externos.
La decisión de Evo es técnicamente sencilla. Corresponde. Se comprende que no es fácil. Pero sus compromisos no pueden ir más allá de los aceptados para cualquier afiliación a un sindicato. Si conlleva riesgos, está la ley. Nadie imaginaba cómo terminaría la guerra en Vietnam, y terminó. En 1975 unos cuantos “marines” y funcionarios de la Embajada se subieron a una terraza, recogieron la bandera de EEUU y se fueron en el último helicóptero que partía. Habían pasado casi 20 años de enfrentamiento, quedaban atrás más de dos millones de muertos. Y la historia cambió.
Brindar protección, con la ley en la mano, a la ciudadanía, antes que a los involucrados en el circuito: comunidades que protegen a narcotraficantes, clanes familiares que pagan por su libertad, sabiendo los jueces que cualquier suma es pequeña en comparación con las ganancias que da esta actividad. Que los compañeros se defiendan solos ante los tribunales. Entre miles de implicados e imputados en los alrededores del Chapare solo una familia ha recibido sentencia de prisión de seis años.
Hay que garantizar producción legal de individuos y empresas. Acabar con la presión y persecución a todo lo que actúa a la luz del día. Respetar procedimientos para cuestionar cualquier actividad legal, es lo correcto; sobre las empresas recae el mayor peso en la generación de empleo estable, aunque sea con sueldos mínimos. Las actitudes abusivas dejarlas para funciones en la Escuela Nacional de Teatro.
El Gobierno se complica. ¿Qué quiso decir la Ministra de Justicia?, “No es obligación del gobierno luchar contra el narcotráfico”. Entonces, ¿de quién es? ¿Los campesinos, indígenas y empresarios deberán defenderse del avance de la siembra de coca o de la infiltración de los narcodólares en sus empresas? ¿Quién controla la entrada y producción de precursores? ¿Mercado libre, a todo tipo de armas, para enfrentarse al poder bélico del narcotráfico? La dimensión del poder oculto es grande, si en horas se intervienen cerca de trescientas fábricas de cocaína en Yapacaní, población extensión del Chapare, se encuentran precursores, droga y dinero, pero casi nadie. Está vetada la presencia de “gringos”, pero hay colombianos, peruanos, mexicanos, entre otros.
La vigencia de la democracia y el Estado de Derecho como arma. No sirve echarle la culpa a la comunidad internacional, reclamar corresponsabilidad, exigirle coparticipación; con el argumento de “soberanía” se acepta solo ayuda económica. ¿Garantiza de buena administración? Y mil interrogantes más. Bolivia a la comunidad internacional, en parte, le importa un pito. Hay más preocupación por las condiciones del desarrollo institucional, la presencia de garantías efectivas a la actividad económica privada y estatal; que se respeten los derechos humanos; que exista libertad de expresión fuera del texto constitucional, que es muy claro en el Art. 21, porque la realidad cuestiona diariamente las amenazas a la “libertad de pensamiento”, de “expresión”, al “acceder a la información, interpretarla, analizarla y comunicarla libremente, de manera individual o colectiva”. En definitiva, a los posibles socios les preocupa ante todo el deterioro de la calidad de democracia que se practica en el país.
Evo debería anunciar oficialmente su renuncia a la presidencia de las seis federaciones de cocaleros. Expresión efectiva y positiva de luchar contra la lacra del narcotráfico. No manda una carta a los cocaleros. Porque su deber constitucional es dedicarse íntegramente a la función de Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia. Además, le conviene. La responsabilidad en la administración del Estado no se delega en subalternos, ni en elegidos (el Vice) ni en nombrados a dedo (ministros y ministras); no importa si después resultan leales o traidores. La “responsabilidad solidaria” está definida en la CPE (Art. 165), lo cual implica que el presidente ni nadie podrán alegar desconocimiento en lo actuado. Nadie podrá huirle al pinchazo.
Tiene que deslindar la relación entre el gobierno y el círculo de acero, los productores de la hoja de coca. Los sentimientos forjados en la lucha durante años, por sobrevivir, deben ser revisados. Hace años el sembrar coca es una actividad ilegal altamente lucrativa, que provoca daño a la humanidad, proscrita en casi todas las legislaciones del mundo y condenada en el concierto internacional (ONU). Los cocaleros deben recibir incentivos ciertos y suficientes, bajo pautas y cronograma incluido, para migrar hacia el cultivo de productos legales y necesarios en la canasta familiar, el comercio formal nacional y para la generación de excedentes significativos para los mercados externos.
La decisión de Evo es técnicamente sencilla. Corresponde. Se comprende que no es fácil. Pero sus compromisos no pueden ir más allá de los aceptados para cualquier afiliación a un sindicato. Si conlleva riesgos, está la ley. Nadie imaginaba cómo terminaría la guerra en Vietnam, y terminó. En 1975 unos cuantos “marines” y funcionarios de la Embajada se subieron a una terraza, recogieron la bandera de EEUU y se fueron en el último helicóptero que partía. Habían pasado casi 20 años de enfrentamiento, quedaban atrás más de dos millones de muertos. Y la historia cambió.
miércoles, 20 de julio de 2011
lacerante. cierto. doloroso el tema que compara a Bolivia con Medellín, con Ciudad Juárez, el crimen, el secuestro, la extorsión y el miedo son una realidad que abruma. El Día, como Los Tiempos, como otros diarios libres protestan y advierten!
Solo en la Colombia de los años ’80 y en el México actual se escuchan noticias que en Bolivia están comenzando a menudear. Secuestros, ajustes de cuentas, asesinatos y por último, un atentado en la casa de la fiscal del distrito de Pando, atribuido a mafias dedicadas al contrabando y el narcotráfico.
Ya es un hecho indiscutible que en Santa Cruz está floreciendo la “industria” del secuestro, una actividad que suele prosperar de forma paralela al narcotráfico. El dato de la presencia de alrededor de tres mil narcotraficantes colombianos en el territorio nacional, no hace más que generar preocupación de que la capital del departamento pueda convertirse en la “nueva Medellín” o en la ciudad de Juárez, si es que el régimen de Evo Morales decide continuar en su actitud contemplativa en relación a este flagelo.
Las 230 fábricas de cocaína halladas en la zona de Yapacaní en tan solo tres días dan una idea clara de la monstruosa dimensión que ha alcanzado el narcotráfico en estos años. El Gobierno ya no puede disimular que se trata de un problema que lo ha rebasado y tampoco relativizar las cosas argumentando que las grandes incautaciones de droga son el resultado de mayores esfuerzos en la interdicción.
Ya es un hecho indiscutible que en Santa Cruz está floreciendo la “industria” del secuestro, una actividad que suele prosperar de forma paralela al narcotráfico. El dato de la presencia de alrededor de tres mil narcotraficantes colombianos en el territorio nacional, no hace más que generar preocupación de que la capital del departamento pueda convertirse en la “nueva Medellín” o en la ciudad de Juárez, si es que el régimen de Evo Morales decide continuar en su actitud contemplativa en relación a este flagelo.
Las 230 fábricas de cocaína halladas en la zona de Yapacaní en tan solo tres días dan una idea clara de la monstruosa dimensión que ha alcanzado el narcotráfico en estos años. El Gobierno ya no puede disimular que se trata de un problema que lo ha rebasado y tampoco relativizar las cosas argumentando que las grandes incautaciones de droga son el resultado de mayores esfuerzos en la interdicción.
Estamos inundados de cocaína, de sicarios, narcotraficantes, cárteles internacionales de la droga y la acción represiva de la Policía apenas dispara a la punta del iceberg.
Los cocaleros se ríen de las amenazas del presidente. Los cultivos ilegales del Chapare se han expandido sin control hacia el norte cruceño, han invadido los parques, reservas forestales y le están quitando terreno a las áreas de cultivo de alimentos en Los Yungas y otras zonas. Y donde hay cocales hay droga, eso no se puede ocultar, la prueba está en Yapacaní y en Cochabamba, donde han llegado al extremo de invadir un terreno en el valle de Sacta perteneciente a la Universidad de San Simón.
Mientras el presidente Morales sigue defendiendo la coca ante la ONU, critica a Estados Unidos y hace todos los esfuerzos por desprenderse de los esfuerzos mundiales por combatir la mafia de las drogas, en Bolivia los narcotraficantes ganan terreno todos los días, toman comunidades y convierten en sus cómplices a los campesinos, perforan el poder judicial y horadan la economía nacional con dinero sucio que favorece el lavado y los negocios espurios.
Muchos campesinos ya no quieren producir alimentos porque les conviene más la coca y la cocaína. La naturaleza también pierde pues se contaminan ríos y bosques con químicos para procesar cocaína. Para colmo, una carretera bautizada como la “autopista de la droga” se ha constituido en el mayor empeño presidencial, pese a que podría destruir la mayor reserva ecológica del país y favorecer la consolidación del más grande “narcoterritorio” de América del Sur provisto de su propio corredor de exportación.
No se puede creer que después de todas estas evidencias, luego de la ráfaga contra la fiscal de Pando y la balacera que hirió a un abogado en Santa Cruz horas después, el ministro de Gobierno siga insistiendo que todo está bajo control e insista que en Bolivia no operan cárteles internacionales de la droga. Tampoco es creíble cuando afirma que Bolivia está dispuesta a cooperar con los países vecinos y se niega a firmar un convenio con Brasil porque supone entrar nuevamente en acuerdos con la DEA. El régimen boliviano, en todo caso, está dando señales totalmente contradictorias que causan preocupación en el mundo, tal como sucede con el abandono de la Convención de Viena sobre Estupefacientes.
Los cocaleros se ríen de las amenazas del presidente. Los cultivos ilegales del Chapare se han expandido sin control hacia el norte cruceño, han invadido los parques, reservas forestales y le están quitando terreno a las áreas de cultivo de alimentos en Los Yungas y otras zonas. Y donde hay cocales hay droga, eso no se puede ocultar, la prueba está en Yapacaní y en Cochabamba, donde han llegado al extremo de invadir un terreno en el valle de Sacta perteneciente a la Universidad de San Simón.
Mientras el presidente Morales sigue defendiendo la coca ante la ONU, critica a Estados Unidos y hace todos los esfuerzos por desprenderse de los esfuerzos mundiales por combatir la mafia de las drogas, en Bolivia los narcotraficantes ganan terreno todos los días, toman comunidades y convierten en sus cómplices a los campesinos, perforan el poder judicial y horadan la economía nacional con dinero sucio que favorece el lavado y los negocios espurios.
Muchos campesinos ya no quieren producir alimentos porque les conviene más la coca y la cocaína. La naturaleza también pierde pues se contaminan ríos y bosques con químicos para procesar cocaína. Para colmo, una carretera bautizada como la “autopista de la droga” se ha constituido en el mayor empeño presidencial, pese a que podría destruir la mayor reserva ecológica del país y favorecer la consolidación del más grande “narcoterritorio” de América del Sur provisto de su propio corredor de exportación.
No se puede creer que después de todas estas evidencias, luego de la ráfaga contra la fiscal de Pando y la balacera que hirió a un abogado en Santa Cruz horas después, el ministro de Gobierno siga insistiendo que todo está bajo control e insista que en Bolivia no operan cárteles internacionales de la droga. Tampoco es creíble cuando afirma que Bolivia está dispuesta a cooperar con los países vecinos y se niega a firmar un convenio con Brasil porque supone entrar nuevamente en acuerdos con la DEA. El régimen boliviano, en todo caso, está dando señales totalmente contradictorias que causan preocupación en el mundo, tal como sucede con el abandono de la Convención de Viena sobre Estupefacientes.
argumentando que las grandes incautaciones de droga son el resultado de mayores esfuerzos en la interdicción.El Gobierno ya no puede disimular que se trata de un problema que lo ha rebasado y tampoco relativizar las cosas.
martes, 19 de julio de 2011
valioso el documento presentado por Constanza Oller de Moore en el Foro Dialogando con Iván Arias sobre "Evo y la Coca Nostra" imperdible documento
La cosa nostra y el origen del sindicato de crimen organizado o la mafia siciliana, comienzan en el siglo IXX, como el brazo armado de Sicilia; en el afán de proteger su cultura , tradiciones y costumbres de la invasión y alienación de la misma por parte de los: romanos, fenicios, franceses, árabes, germanos y españoles. Lo que comenzó como una tribu de luchadores y soldados por la libertad, creció hasta degenerase en una red de clanes, devotos a exprimir hasta la ultima lira de sus paisanos.
Desde las islas italianas, millares de familias migraron en pos del sueño americano; con los inmigrantes italianos y sus costumbres, llego también la "cosa nostra" a los puertos de las Américas desde Nueva York hasta Buenos Aires. La mafia se convirtió en una entidad con vida propia, teniendo a la cabeza unas cuantas familias y con tentáculos tan largos como poderosos. Cualquiera que osara cruzarse con la "cosa nostra" tenia el sino marcado. Los tentáculos lograron posicionarse en sindicatos de trabajadores, en los gobiernos estatales y federales.
En un principio se encargaron de las apuestas, usura, trafico humano, lavado de dinero, trafico de armas, robo y asesinatos: mas tarde evolucionaron al secuestro y trafico de drogas.
A que viene la historia? - se preguntaran- y si hasta ahora no han notado paralelismos entre sus orígenes y evolución es que estamos peor de los que nos imaginamos. Morales surgió como defensor de los derechos de un grupo de bolivianos que se re-localizaron en el Chapare (Gracias Victor Paz), después del fracaso de la nacionalización de las minas en Bolivia y el decreto 21060; como origen del neo liberalismo boliviano; centenares de mineros tuvieron que migrar y empezar una nueva vida, aprender un nuevo oficio. El Chapare cochabambino fue destino de muchos mineros que buscaban dedicarse a la agricultura, la tierra chapareña no es fácil de cultivar y en unas cuantas décadas se convirtió en la capital de la coca excedentaria.
En 1985 Evo Morales es nombrado secretario general del sindicato, en 1988 es secretario ejecutivo y en 1996 se convierte en presidente de la federación y sus 6 sindicatos.Desde 1996 comenzaron con marchas y bloqueos en defensa de la coca chapareña (que no es apta para el consumo humano). Por esta época Bolivia y sus pueblos origanirios se convulsionan, por las diferencias sociales y distribución inadecuada de sus recursos. Los pueblos originarios de Bolivia, empiezan la lucha por la reivindicación social, de la cual Morales se embandera a nombre de todos ellos.
La "Coca Nostra" tienes sus orígenes delincuenciales, en medio del Chapare comienza por medio del chantaje,la presión, expulsión del sindicato, vandalismo y toma de tierras de todos aquellos que se negaran a ser parte, ya sea en la marchas o los bloqueos. Llegando al punto de enviar al ostracismo a muchos comunarios y campesinos que no concordaban con sus ideas. Durante casi una década el pueblo boliviano se vio sometido por los actos vandalicos (golpes, palizas, destrucción de la propiedad privadas y estatal) de Evo y sus seguidores a nombre de las reivindicaciones sociales de los pueblos originarios. Hasta octubre de 2005 en donde paceños y alteños, se revelan en contra del gobierno de Gonzalo Sanchez de Lozada. La gran pregunta es cuanto de esto fue incitado por Morales, quien por esos días era diputado de la República.
En las elecciones de 2006, gracias diversos factores Morales, logra convertirse en presidente de los bolivianos, acompañado de Garcia Linera, - mismo que estuvo preso, sentenciado por terrorismo y luego parte del perdón judicial (Gracias Jaime Paz)- Poco a poco la "coca nostra" logro no solo crear una entidad con vida propia y poderosos tentáculos; si no que logro hacerse con la presidencia de Bolivia; desde 2006 en adelante el país se ve poco a poco sumido en un proceso dictatorial, en el que se anulan los derechos individuales a nombre de los derechos de los pueblos originarios y las federaciones cocaleras o "Coca nostra".
En cuestión de meses la República de Bolivia, pasa a convertirse en el Sindicato plurinacional de Bolivia, con constitucion y leyes propias, hasta ahora vimos la mejor parte de la "Coca Nostra"; poco despues muy al estilo de los viejos mafiosos Jospeh Bonanno, Savatore Riina, comienza a perseguir a todo aquel que no comparta sus ideales, de manera solapada subyugan los poderes del estado para lapidar a sus enemigos; arman y traman confabulaciones y conspiraciones en cada puerta; la intriga, el desprestigio y el miedo les permite aniquilar a los que no son parte del régimen, compran consciencias utilizando: bonos, trabajos y ofrecen protección por un porcentaje, que alimentara la filas del partido. El negocio de la cocaína y el lavado de dinero se convierten en el pilar de la economía del país, se endeudan a nombre del país para complacer a unos cuantos dirigentes. Los carteles de Colombia, México, las farc se convierten en asiduos turistas de Bolivia.
Llegamos al punto en que la seguridad ciudadana es u sueño, ahora te secuestran hasta el perro para pedir rescate. Generales adeptos al régimen se convierten en narcotraficantes, cada día es un caso mas de narcotráfico y/o corrupción, muchos ligados directamente al gobierno. Que te disparen y te asalten a media mañana, es pues parte de la salteñada. Al que habla en contra de Evo lo llevan preso por desacato, lo mismo que si te quejas de los inútiles a la cabeza del fútbol boliviano. La libertad de expresión y el estado de derecho se convierten en cuentos de hadas.
La ultima hazaña de Il capo di tutti capi Evo y la "coca nostra", es la toma oficial de la justicia, mediante una elección trucada que no respeta ni la meritocracia ni la democracia. De hoy en adelante la pregunta es hasta cuando dejaremos que unos mafiosos buenos para nada, hagan de Bolivia su patio de juegos? .............Dejaremos que El capo y su coca nostra se apoderen de Bolivia?.......... Si este es el cambio, prefiero quedarme atras!.
Suffragio est nullus.
lunes, 11 de julio de 2011
la droga es un espacio de esclavitud para embrutecerse y generar crímenes. muertes violentas y asalto impidiendo florecer la palabra de vida
El cardenal Julio Terrazas afirmó en su homilía del domingo último que lamentablemente la droga se convirtió en un espacio de esclavitud que deriva en el embrutecimiento y endurecimiento del corazón que genera crímenes, muertes violentas y asaltos.
"Nuestros terrenos, tropiezan con las piedras del narcotráfico, como puede producir la palabra fruto allí donde ese pedregal que se ha multiplicado y se sigue multiplicando en nuestro ambiente no permite que florezca la palabra de vida. La droga no es el espacio para liberarnos, es el espacio para embrutecernos, y endurecer el corazón, pero hay más todavía, y tenemos que ser claros en esto, tantos crímenes, tantas muertes violentas, tantos asaltos", expresó el prelado.
El cardenal sostuvo que el crimen organizado va llegando a nuestro ambiente y esas son piedras, espinas que impiden que la verdad y la vida triunfen por encima de la muerte y la mentira.
Lamentó que existan personas que se inventan muchas cosas para distraer, para crear diversiones que solamente nos alejan de la verdad y se inventan toda una serie de acontecimientos ilusorios, pasajeros o acontecimientos que nos hacen pasar de la euforia a la melancolía y a la tristeza.
"Y nuestros jóvenes tienen que vivir allí, allí forman su espíritu, allí tienen que dejar que la palabra los envuelva, y los haga capaces de producir los frutos que estamos esperando, ese es el mensaje de hoy mis queridos hermanos", expresó el cardenal Terrazas.
Dijo que hay que ser como el labrador que sale a sembrar la semilla de manera eficaz y no puede volverse vacía hacia el Padre, hacia aquel que pronunció esta palabra de vida, "tiene que convertirse en pan de vida como decía Isaías en la primera lectura. La buena semilla produce, germina, se saca de ahí el grano y se saca el trigo para el pan, para la vida.
Indicó que quizás se habla con mucho optimismo de que el hambre en Bolivia ha retrocedido y puede ser verdad, en parte por lo menos, pero "¿Y el hambre de Dios? ¿El hambre de justicia verdadera auténtica? ¿El hambre del compartir? ¿El hambre de ser respetado como persona humana? El hambre que es buscar la libertad y que no se sienta perseguido por sus propias ideas o por pequeños errores que ha cometido en su vida, pequeños o grandes porque al fin y al cabo nuestro Dios es el que perdona, no el que toma la batuta de aquellos que condenan sin tener fundamentos seguros y destruyendo constantemente la dignidad de la persona humana".
"Así como sale el sembrador, Dios nos pide como cristianos creyentes que seamos capaces de preparar los terrenos nuestros personales, y los terrenos y los espacios donde estamos viviendo para que también allí surja toda la vida que el Señor quiere derramar en abundancia para todos", sostuvo.
Añadió que el sembrador es el Padre, la semilla es Cristo, el terreno somos nosotros. ¿Cómo respondemos? ¿Qué hacemos? ¿Cuál es nuestra manera de pensar y de actuar? ¿Cuál es la esperanza que nos anima cuando hay zarzas, cuando hay espinas cuando hay piedras en el camino? ¿Cuál es el tiempo y el esfuerzo que damos a limpiar nuestros propios terrenos para que la palabra de vida no sea sofocada por palabras inútiles, por promesas que no se cumplen, por promesas meramente materiales?.
"Nos toca abrir la conciencia y el corazón a esta dimensión de Dios, que ha querido poner en medio de nosotros su reino, no para que hablemos de Él, sino para que vivamos con Él construyéndolo constantemente con nuestros compromisos".
jueves, 7 de julio de 2011
no pasa día sin que los medios se refieran al tema del narcotráfico y es que Evo, los narcos y los militares ocupan espacios en la mente de los bolivianos todo el tiempo
Los coqueteos del presidente Morales hacia Estados Unidos van más allá del pedido público que hizo a los embajadores europeos la semana pasada para que le ayuden a recomponer las relaciones con la Casa Blanca. El primer mandatario ha pasado del discurso a los hechos, aunque tal vez hará falta mucho para restaurar la confianza de los norteamericanos en los aspectos más sensibles que toca a ambos países: la coca y el narcotráfico, sobre todo, luego de constatar todo lo que ha ocurrido en Bolivia y hasta dónde se ha metido la droga después de la expulsión de la DEA.La semana pasada, como por arte de magia fueron detenidos dos peligrosos narcotraficantes colombianos y uno peruano, cuya expulsión del país fue decidida en tiempo récord, sin mayores trámites y obviamente, sin hacer ninguna de las reservas patrioteras que acostumbra el régimen en estos casos. Esta entrega puede ayudar, sin duda alguna, pero representa una bicoca en relación al nivel de penetración que han conseguido las mafias internacionales de la droga después de que el Gobierno de cambio les obsequió un territorio libre de gringos, radares y satélites.Según los servicios de inteligencia colombiana, en Bolivia hay por lo menos tres mil narcotraficantes de ese país, aprovechando las ventajas que ofrece la tolerancia del régimen de Evo Morales hacia los desbordantes cultivos de coca, un aspecto que en Colombia ha sido atacado severamente y que ha obligado a muchos “inversionistas” a emigrar a territorios más fértiles. De acuerdo al mismo informe, en el país estas mafias han invertido mucho dinero, han introducido tecnologías novedosas para la fabricación de cocaína y financian con préstamos blandos la expansión de los cultivos de coca en zonas no tradicionales. Esta situación contrasta radicalmente con las versiones oficiales que de manera insistente han negado en los últimos años la presencia de cárteles de la droga en el país.Por todas estas evidencias, por el último informe de la ONU y por todo lo que pueda decir el general Sanabria en Miami, no solo como narcotraficante confeso sino como ex zar antidrogas de Bolivia y como hombre de confianza del ministro de Gobierno, es que el presidente Morales ha comenzado a hablar de fracaso de su política cocalera. Hace unos días trató de sacar los pies del plato, argumentando que el desborde de los cultivos de coca se ha producido por culpa de los sindicatos del Chapare que no han ejecutado una correcta labor de control social. Es curioso que lo diga porque precisamente él es el máximo líder sindical del trópico cochabambino y fue su régimen el que inventó la fórmula de la autorregulación para la “hoja sagrada”.En los últimos días, el presidente subió aún más el tono hasta alcanzar el nivel de la advertencia hacia sus compañeros cocaleros. En Sinahota les dijo que quienes no cumplen con el cato son enemigos de la coca y que los excesos en los que han incurrido (algunos están sembrando 40 veces más de lo permitido), harán pensar a los “gringos” que en Bolivia ha fracasado la política del cato que Evo Morales le impuso a los gobiernos anteriores. Por último, el jefe de Estado amenazó a sus bases con el retorno de los agentes de la DEA si es que no cumplen con la erradicación voluntaria. Eso más que una advertencia o una premonición parece ser una realidad inevitable.Por el último informe de la ONU y por todo lo que pueda decir el general Sanabria, no solo como narcotraficante confeso sino como hombre de confianza del ministro de Gobierno, es que el presidente Morales ha comenzado a hablar de fracaso de su política cocalera.
lunes, 4 de julio de 2011
La Tercera de Santiago publica extensa nota calificando de "bomba de tiempo" la que vive Evo de aquí al 2 de septiembre cuando se conocerán otros nombres de personajes de su Gobierno mezclados con la droga
"Tenemos que estar preparados, van a aparecer nombres. Uno, dos, tres nombres, no lo sabemos. Pero van a salir personas, aunque no sean culpables, porque lo que buscan es desestabilizarnos", fue la advertencia que entregó el viernes 24 de junio el portavoz del gobierno de Evo Morales, Iván Canela, a un grupo de dirigentes y parlamentarios oficialistas en el Palacio Quemado, la sede del Ejecutivo boliviano.
El día anterior, el ex zar antidrogas boliviano, el general (R) de Policía René Sanabria Oropeza (58), se había declarado culpable de conspirar para el tráfico de cocaína en un tribunal de Miami. Sanabria fue detenido el 24 de febrero, en Panamá, luego de una operación conjunta de la DEA y el OS-7 de Carabineros, que aportó buena parte de las pruebas para demostrar el envío de cargamentos desde el puerto de Arica a Estados Unidos.
El policía, quien se desempeñaba en La Paz como responsable de la lucha antidrogas en el Ministerio de Gobierno, llegó a un acuerdo de delación compensada con la fiscalía estadounidense. A cambio de colaborar con la justicia norteamericana, eludirá una condena de cadena perpetua. El modus operandis de la DEA para estos casos implica que los procesados entreguen antecedentes de personas que tengan mayor jerarquía en delitos de narcotráfico (ver nota secundaria).
A esa altura, el caso era monitoreado desde la Presidencia boliviana e incluía el trabajo del vicepresidente Alvaro García Linera, el canciller David Choquehuanca, el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, y el vocero Iván Canela. El propio mandatario y su entorno más estrecho estaban convencidos de que EE.UU. pretendía "voltear" a su gobierno, al vincularlo con el narcotráfico y la molestia con La Moneda no aflojaba, por no informarles de la operación contra Sanabria.
Morales construyó su poder desde los sindicatos cocaleros y alcanzó la Presidencia, pese a las acusaciones de sus detractores de que no sería duro con el narcotráfico. Ahora, señalan personeros de gobierno, el caso Sanabria podía convertir su mayor fortaleza en una debilidad.
En ese ambiente, el lunes pasado renunció el viceministro de Seguridad Ciudadana, el general (R) de Policía, Miguel Vásquez. El policía dependía directamente del Ministerio de Gobierno y se había desempeñado como jefe de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico, por lo que había trabajado estrechamente con Sanabria. Incluso, vivía en el mismo edificio del ex zar antidrogas.
Vásquez justificó su salida señalando que había cumplido su misión en el cargo, tras organizar la reciente cumbre de Seguridad en Santa Cruz.
Ese mismo lunes, en una decisión que no se entendía del todo en los círculos diplomáticos, el embajador de Bolivia ante la ONU, Pablo Solón, también renunció al cargo. Solón estaba a cargo de restablecer el diálogo con el gobierno de Obama, congelado desde la expulsión del embajador estadounidense Phillip Goldberg, en septiembre de 2008.
El diplomático boliviano justificó su salida de Naciones Unidas, afirmando que retornaba a La Paz por motivos personales, pues debía cuidar a su madre.
Al día siguiente, el presidente pidió ayuda a la Unión Europea para mejorar la relación con la Casa Blanca. La solicitud de Morales sorprendió en La Paz. A comienzos de 2010, el canciller Choquehuanca había negociado con el Departamento de Estado un protocolo de acuerdo, para retomar la relación bilateral, pero no logró concretarlo. Por un lado, EE.UU. se opuso a algunos aspectos del trato. Por otro, el mandatario y su vicepresidente, García Linera, torpedearon el acercamiento, al continuar con acusaciones contra Washington.
Desde Miami, la abogada defensora de Sanabria, la criminalista Sabrina Puglisi, dijo a La Tercera que su cliente está recluido en una celda del Centro de Detención Federal, un edificio ubicado en la zona este de la ciudad, en la esquina de NE 4Th Street y Miami Avenue. Se trata de un lugar para personas que están a la espera de un juicio y que tras sus sentencias deben ser trasladadas a una cárcel.
"Sanabria está en una celda individual, no está incomunicado, por lo que puede recibir las visitas de familiares directos y de su abogado", explicó Puglisi. Desde su detención en marzo, añade, ningún pariente ha ido a visitarlo y el régimen del centro penitenciario impide que lo haga cualquier otra persona.
Puglisi participó en las conversaciones con la fiscalía y acompañó al policía en la declaración que prestó ante la jueza Ursula Ungaro, en la que el ex policía boliviano aceptó declararse culpable. "En mi calidad de abogada defensora, no puedo referirme a los términos de ese acuerdo", recalcó. Aún así, Puglisi aseguró que su cliente no está obligado a entregar nombres de narcotraficantes bolivianos a la justicia de EE.UU., a cambio de algún beneficio para la rebaja de su condena.
Al igual que el resto de los reclusos, Sanabria debe seguir un estricto régimen penitenciario, que comienza todos los días a las 6 de la mañana. A esa hora debe levantarse, tomar desayuno y limpiar la celda. A la 7.30, según señala el reglamento interno del FDC de Miami, los calabozos deben estar listos para la inspección que se realiza media hora después. Es en ese momento en que los guardias efectúan el primer conteo de los presos. A las 11 am debe ir a almorzar y a las 15.45, volver a su celda para el segundo conteo de presos. Sanabria no tiene ninguna otra actividad hasta las 21.30, cuando se realiza el tercer conteo del día y es encerrado en su celda hasta el otro día.
Según versiones que se manejan en altas fuentes del gobierno boliviano, la fiscalía estadounidense habría aceptado pedir una sanción de 13 años de presidio para el ex policía. Un viceministro boliviano que pidió omitir su nombre señala que para conseguir que no fuera condenado a cadena perpetua, "Sanabria tiene que haber ofrecido el cielo a los fiscales".
La magnitud del conflicto comenzaría a conocerse recién a partir del 2 de septiembre próximo, fecha en la que la jueza de la Corte del Distrito de Miami Ursula Ungaro fijó el juicio contra el ex zar antidrogas boliviano.
La Paz ha intentado anticipar escenarios para mitigar el impacto que podrían provocar las declaraciones de Sanabria. El gobierno de Morales incrementó sus declaraciones de condena del narcotráfico y ha pedido que Sanabria sea duramente sancionado. "Cuanto más narcotraficantes estén en la cárcel, mucho mejor, porque el país está luchando contra esta lacra", dijo, la semana pasada, el ministro Canela.
Un viceministro de Morales sostiene que el gobierno comenzó a preparar acciones jurídicas y políticas, "para mitigar la arremetida que podría venirse encima". Uno de los cursos de acción apunta a desacreditar a Sanabria y es mostrarlo como un "delincuente" que busca obtener beneficios, según añade el personero.
Algunos integrantes del MAS, el partido del gobierno, van más allá. En las filas de Morales ya se habla de un cambio de gabinete en agosto, un mes antes del inicio del proceso público contra Sanabria en Miami. El ajuste de piezas, aseguran las fuentes, tocarían al Ministerio de Gobierno, que dirige Sacha Llorenti, donde trabajaba el defenestrado zar antidrogas.
"Sea cierto o no, lo que diga Sanabria puede terminar por marcar el gobierno de Morales. Puede debilitarlo interna e internacionalmente", sostienen diversas fuentes diplomáticas acreditadas en La Paz.
Los detractores de Morales también han seguido el escándalo, en momentos en que el presidente atraviesa uno de sus peores momentos en las encuestas. El ex diputado y colaborador del ex Presidente Jorge Quiroga, Fernando Messmer, cuenta la reacción que tuvo Palacio Quemado al enterarse, en marzo, de que la DEA había detenido a Sanabria en Panamá y que sería extraditado a EE.UU.
Messmer señala que el gobierno de Morales trató de detener a la esposa del ex jefe policial, pero ella logró huir. Después envió a dos fiscales a EE.UU. para que hablaran con Sanabria y amenazó con solicitar su extradición a Bolivia.
En tanto, Morales reflotó el sábado pasado el malestar con el gobierno de Piñera, por no advertir sobre la investigación que realizaba Carabineros desde agosto de 2010 contra Sanabria. Fue durante el acto de celebración del 185° aniversario de la Policía boliviana, marcado por el conflicto bilateral que desató el ingreso ilegal de 14 militares bolivianos en la frontera chilena.
"Pareciera que algunas instituciones de los vecinos países también están al servicio de otros intereses externos y este tema del narcotráfico, siempre ha sido manejado con fines netamente de carácter político", dijo el presidente.
En el entorno de Morales afirman que el caso Sanabria marcó el punto de quiebre en sus relaciones con La Moneda. En La Paz hablan del fin de las confianzas y que una advertencia del gobierno chileno habría permitido a Morales la detención de Sanabria en Bolivia. Una alternativa menos riesgosa que la bomba de tiempo que su administración debe enfrentar ahora, con el policía en manos de la justicia de Estados Unidos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)