Vistas de página en total

lunes, 26 de mayo de 2014

poco creíble la declaración de Romero, muy general, sin darcasos específicos y más bien dentro de la campaña para obtener mayores recursos del Estado para lo que llaman "la intercepción aérea de losnarcos". esperamos algo positivo

Los narcotraficantes multiplicaron sus modalidades de operación en Bolivia ante el estricto control terrestre, pluvial y lacustre. Ahora lanzan a la zona amazónica del país droga y dinero desde los aviones, informó el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
“El tráfico de droga multiplicó sus modalidades de implementación, ya no usan los métodos tradicionales, (así que) no sólo tuvimos casos de droga lanzada desde aviones, también tuvimos casos de dinero lanzado desde aviones”, dijo la autoridad.
Romero identificó a Bolpebra y Guayaramerín como algunas de las zonas de la Amazonía boliviana vulnerables a este tipo de actividades áreas ilegales, que los narcotraficantes implementaron, después de que el control antidroga en la vía terrestre fue intensificado.
“Eso muestra que necesitamos agilizar las tareas de control de espacio aéreo, porque no se va lanzar droga desde un vuelo regular, necesariamente esta metodología es desde vuelos irregulares y la detección de vuelos irregulares, aún es un tema pendiente que tenemos que resolver con tecnología, que no lo tememos ni la vamos a tener a corto plazo”, lamentó.
Afirmó que Bolivia no tiene la posibilidad de controlar las operaciones aéreas irregulares y por eso espera la ayuda de países vecinos como Brasil y Perú, para que el Estado Plurinacional pueda compartir su tecnología implementada para detectar este tipo de vuelos.
“Como en toda metodología de delito, existe lo que llamamos el ‘efecto globo’, cuando hay presión terrestre, pluvial y lacustre, entonces se activa el puente aéreo, entonces esa es la debilidad que tenemos en este momento, tenemos que fortalecer el control de puentes aéreos que conecta la Amazonía de Perú, Brasil y Bolivia”, sostuvo.
El pasado 22 de abril, el presidente Evo Morales promulgó la Ley 521 de Seguridad y Defensa del Espacio Aéreo y esta norma permite la intervención e incluso el derribo de “aviones que realizan actividades ilícitas y hostiles” en el espacio del Estado boliviano.

lunes, 19 de mayo de 2014

las FARC no son más socialistas. están convertidas en una transnacional para cuidar por la producción de coca, cocaína. no sólo dentro del Colombia están extendidas a Bolivia, Yapacaní y ahora también Tarija y Yacuiba. hasta en SC actúan jóvenes colombianos subidos en motos, en la periferia de la ciudad. dejan la droga en Colombia, aunque se expanden a Bolivia. las autoridades minimizan el hecho. H. Vacaflor.

Las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) acaban de anunciar que abandonan el negocio de las drogas en su país, dentro de un plan de pacificación que incluye su conversión un partido político.

Los detalles sobre los territorios que la organización deja vacantes, igual que el ELN, han sido motivo de largas negociaciones, todas ellas realizadas en La Habana, con funcionarios del gobierno colombiano.

Una diferente reforma agraria se aplicará en esos territorios, de tal modo que los antiguos dueños de las tierras lleguen a acuerdos con los campesinos que las ocuparon, siempre vigilados por los milicianos de las FARC, para que nunca dejen de producir coca.

La organización llegó a convertirse en un Estado dentro del Estado de Colombia, pues cobraba impuestos a los habitantes de los territorios ocupados y aplicaba el “impuesto al gramaje” a la salida de droga, con una tarifa por gramo.
Así, las FARC dejaron de ser guerrilleros que buscan el socialismo y pasaron a ser administradores  de un territorio donde se producía coca y cocaína, mientras hacían algunos secuestros.

El vacío que dejan las FARC se observará también en Bolivia y otros países de la región donde los milicianos fueron movilizados cuando el presidente Álvaro Uribe los estaba combatiendo.

La caída del consumo de cocaína en Estados Unidos, donde se prefiere drogas químicas, hizo que las FARC busquen los nuevos mercados para su producto estrella, y lo encontraron en Brasil.

El viceministro boliviano Felipe Cáceres dijo en abril que Yapacaní está controlado por mafias colombianas y brasileñas, aludiendo a los enviados de las FARC que se instalaron en todo el Ichilo.

Una organización financiera que opera en barrios periféricos de Santa Cruz y pueblos aledaños es manejada por jóvenes colombianos que van en motocicletas.

Hay colombianos en Tarija y en Yacuiba, territorios ubicados en otra salida de la droga, esta vez hacia el sur, hacia Argentina, país convertido en productor y exportador de clorhidrato de cocaína gracias a la pasta base que llega desde el Chapare, según denunció Jorge Lanata en Periodismo para todos.

Es decir que las FARC han dejado su patria de origen y ahora están expandidas en toda la geografía sudamericana. La noticia de que dejaron el negocio de la droga en Colombia es, en el fondo, una mala noticia para Bolivia.
Vacaflor.obolog.com

domingo, 18 de mayo de 2014

INCREÍBLE.ni siquiera ahora, que la FELCC tiene helicópteros los mafiosos narcotraficantes son detenidos. logran escapar siempre. algo no funciona bien como debería ser. o se los proteje e informa con antelación o su servicio informativo es mejor que el de Evo. y la DEA, no era acaso eficiente?


LOS CAPOS 

SIEMPRE ESCAPAN






En las últimas tres semanas la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) ‘golpeó’ al menos una docena de veces a los traficantes de sustancias controladas y logró decomisar varias toneladas de cocaína, pero en la mayoría de estos operativos los narcos consiguieron evadir los cercos policiales, por lo que ningún ‘pez gordo’ fue detenido.
Solo se ha logrado detener a los eslabones más débiles de estas cadenas de bandas criminales. Los inversionistas, emisarios y ‘capos’ miran de palco estas acciones de interdicción, mientras piensan en el nuevo espacio que ocuparán para colocar un nuevo laboratorio, una nueva fábrica o un centro distinto de acopio de droga donde el estilo de los traficantes colombianos se ha convertido en una marca.  
El Gobierno reconoce como una de sus mayores debilidades en esta lucha la falta de equipos de comunicación y de tecnología de punta.
¿Por qué no caen en estos operativos los capos de estas organizaciones criminales? Esta fue la pregunta que se le hizo al viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres. Su respuesta fue: “Ese es nuestro verdadero  de-safío y reto”.


Según datos de la fuerza antidroga, en los tres primeros meses de este año las mafias del narcotráfico han perdido 17 centros de refinamiento de cocaína (la mayoría descubiertos en Santa Cruz), más de 5 toneladas de droga y 1.389 fábricas de alcaloide.
“Media hora antes de que los helicópteros lleguen a la hacienda Villa Alejandra, en la provincia Mamoré (Beni), salió una avioneta de una pista clandestina”, comentó Cáceres, refiriéndose a uno de los operativos realizados esta semana, donde se logró decomisar 1,6 toneladas de cocaína, aparentemente peruana, pero que no se pudo capturar a ningún narcotraficante.
Así explicó el viceministro la desventaja con la que actúan los efectivos antinarcóticos, que en acciones similares en tierra cruceña tampoco lograron encontrar a nadie en laboratorios instalados en la zona norte ni en Guarayos. “Ellos cuentan con aeronaves y medios de comunicación, tal vez mejores que la Policía”, indicó Cáceres.
Secreto de Estado
Consultado sobre el número de capos del narcotráfico que están operando en el país y quiénes financian a los traficantes, la autoridad dijo que esa información no se puede divulgar porque perjudicaría las investigaciones.
Sobre el tema, el representante de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc) en Bolivia, Antonino De Leo, calificó como buena la práctica de iniciar pesquisas luego de las incautaciones para tratar de dar con los dueños o los financiadores de la cocaína.
Sin embargo, De Leo indicó que también es necesario mejorar el trabajo de Inteligencia coordinado y cruzando datos con otros países, con la finalidad de tener un mayor flujo de información y dar con los capos del ilícito negocio 

jueves, 8 de mayo de 2014

angustiosa.califica El Deber la situación en Yapacaní a merced de narcos de Brasil y Colombia. será posible que el Estado, con miles de policías y miles de soldados no tenga cabida en la región? tanto poder tienen los narcos que asistan a Gobernantes y uniformados?

E l 3 de abril pasado, el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, informó de que Yapacaní ha sido tomado por sicarios de mafias de narcotraficantes de Brasil y Colombia, que han infiltrado organizaciones cívicas. Unos días antes, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, había dicho que toda la región de Ichilo se ha convertido en “el epicentro” del narcotráfico en Bolivia. El columnista Gary Rodríguez acaba de recordar en las páginas de EL DEBER que, como reflejo de esta dramática situación, se ha dado el caso del ajusticiamiento de una familia completa en El Torno: madre, padre y dos niños.

La ciudadanía está alarmada por esta situación, pero sobre todo está ansiosa por saber qué está haciendo el Estado boliviano ante una realidad tan desesperante. Si, como dicen las autoridades del propio Gobierno, hay regiones del país que han sido tomadas por organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico, lo que corresponde es una acción del tamaño de ese peligro. En 1967, cuando un grupo armado se instaló en el sureste del país, en la zona de Ñancahuazu, el Estado boliviano dispuso que el Ejército, con toda su fuerza, acabara con los insurgentes que osaban ocupar un pedazo del territorio nacional.

El riesgo actual es parecido, pues se trata de gente armada que se propone quitar del control del Estado boliviano una parte del territorio nacional. La denuncia del viceministro Cáceres tenía que ver con la negativa de algunos habitantes de Yapacaní a aceptar que se instale un cuartel de Umopar en la zona para combatir el narcotráfico. El secretario de un colegio de Santa Cruz que denunció la presencia de vendedores de droga en la puerta del establecimiento fue amenazado por los interesados, y debió dejar el trabajo. ¿Así vamos a vivir en Bolivia?

Es probable que alguien aprecie el ‘auge’ que producen las actividades económicas ilegales y criminales, pero los ciudadanos del país no están dispuestos a aceptar que la bonanza tenga semejante precio. Siempre hay espacio para pelear por la moral ciudadana, y por la seguridad. Y hay momentos extremos en que ese reto no puede hacerse a un lado.
Habrá que llamar a las cosas por su nombre. Los cocales ilegales, todos ellos, deberán ser erradicados. Mientras no se lo haga, el narcotráfico seguirá creciendo alrededor de los cultivos. La economía del país está demostrando que puede prescindir de la oprobiosa subvención o ‘blindaje’ del narcotráfico.

Consejo Editorial: Pedro F. Rivero Jordán, Juan Carlos Rivero Jordán, Tuffí Aré Vázquez, Lupe Cajías, Agustín Saavedra Weise y Percy Áñez Rivero

miércoles, 7 de mayo de 2014

Uruguay que permite la venta libre de "la marihuana"ahora prohibe totalmente la propaganda del tabaco, Argentina que pretendió prescindir de la DEA, ahora suscribe convenio ante el insólito aumento de cocaína elaborada en su suelo, Brasil mantiene miles de soldados en la frontera con Bolivia para impedir el ingreso de la droga...o sea hay un desandar, lo advierte El Dia.

El impulso que recobró el nacionalismo en América Latina en forma de gobiernos de izquierda y regímenes populistas, trajo consigo un rebrote del sentimiento antinorteamericano que, por supuesto, se estrelló en contra de la lucha antidrogas que llevaba adelante Estados Unidos en la región.

Varios gobiernos decidieron encarar solos la guerra contra las drogas y en el caso de Bolivia y Venezuela, esta decisión vino acompañada de una actitud muy drástica y altamente simbólica, como la expulsión del embajador estadounidense y la suspensión de todas las actividades de la DEA, que luego se transformaría en la eliminación absoluta de la ayuda que brindaba Washington a las tareas de erradicación de cocales ilegales y la interdicción.

Otro que ha ido muy lejos en su manera de encarar las drogas ha sido Uruguay, donde ha comenzado a regir una norma que permite el consumo y la venta de marihuana bajo un régimen muy estricto que, según expertos, está condenado al fracaso.

En Argentina, el país con mayor ímpetu “antiyanqui” del continente, idearon sistemas muy modernos y aparentemente bien organizados para frenar la invasión de drogas proveniente de Bolivia y en lugar de atenuar, el problema no solo ha empeorado, sino que ahora el país de Borges y San Martín figura en la lista de productores de cocaína, algo que nadie hubiera imaginado antes del ascenso del kirchnerismo al poder. El avance del narcotráfico ha elevado los niveles de violencia y mantiene a la ciudadanía en estado de conmoción constante, lo que ha obligado al gobierno de Cristina Fernández a ir por la ayuda de la DEA, según lo atestigua un reciente convenio firmado con la organización estadounidense y que termina con un periodo de altibajos que incluyó la suspensión de actividades en el 2011.

Y si hablamos de avalancha de drogas, no podemos dejar de mencionar a Brasil, donde han tenido que recurrir a la militarización de las fronteras con Bolivia y Perú para evitar el ingreso de toneladas de cocaína y armamento destinado a las mafias que controlan el comercio de drogas en las principales capitales. Aquí también se tuvo que apelar a la ayuda de la DEA en el marco de un convenio que nos incluye a los bolivianos y que prevé tareas de erradicación, patrullaje aéreo y el derribe de aviones sospechosos. De hecho, la Asamblea Legislativa Plurinacional acaba de aprobar una ley para estos casos, luego de que el propio presidente se burló alguna vez diciendo que se trataba de mosquitos las numerosas naves que salen del Chapare y de otros centros de producción de cocaína.

Mientras esto ocurre, en países que se mantuvieron en la línea de acción multilateral como México y Colombia, los resultados han sido distintos sobre todo en este último, donde ha bajado la producción de cocaína, han disminuido las plantaciones de coca y la violencia ha caído notoriamente. En el caso mexicano todo indica que se conducirá por la misma ruta.
Esto lleva a afirmar que ya sea por error involuntario o no, los países que confundieron las cosas bajo el manto de la ideología y con ello impulsaron el comercio de las drogas, están camino al fracaso y ponen en peligro la estabilidad de gobiernos y procesos democráticos. A lo mejor Argentina está marcado el camino de retorno.
El avance del narcotráfico ha elevado los niveles de violencia y mantiene a la ciudadanía en estado de conmoción constante, lo que ha obligado al gobierno de Cristina Fernández a ir por la ayuda de la DEA, según lo atestigua un reciente convenio firmado con la organización estadounidense y que termina con un periodo de altibajos que incluyó la suspensión de actividades en el 2011.

viernes, 2 de mayo de 2014

Yapacaní está en manos del narcotráfico? al parecer Evo perdió la batalla y no habrá UMOPAR en Yapacaní. Vacaflor cuyas predicciones suelen ser acertadísimas,estima que los narcos de Colombia y Brasil mandan en Yapacaní y que el Gobierno está acorralado. de ser cierto, es grave.muy grave.

Los vecinos se opusieron al proyecto y el gobierno denunció que las protestas de los vecinos eran promovidas por mafias brasileñas y colombianas. Lo dijo el viceministro Felipe Cáceres el 3 de abril.
Romero llegó a sostener que el tema no era negociable y que el gobierno iba a cumplir su propósito de todos modos.
El duelo era para alquilar balcones: el Estado boliviano enfrentado a los grupos manejados por el narcotráfico. No corrían apuestas, por lo menos a la vista, pero la situación era tensa.
Fue cuando los grupos de presión de Yapacaní mostraron que ellos saben jugar al ajedrez político.
Respondieron al gobierno con un mensaje que equivale a una bofetada. Como Don Corleone, hicieron una contraoferta demoledora: dijeron que en lugar de instalar más cuarteles de Umopar, el Estado tendría que aplicar la política de “coca cero” en el Chapare.
El disparo dio en la yugular de la política del presidente Evo Morales. Él ha llegado hasta donde se encuentra ahora con la fórmula de postular el rechazo a la propuesta de “coca cero” en el Chapare.
El golpe fue demoledor. Entonces, el gobierno de Morales dispuso la retirada Yapacaní en la guerra contra el narcotráfico.
El Estado boliviano renuncia a ejercer soberanía sobre un territorio comprendido entre Cochabamba y Santa Cruz.
Quizá se pueda decir que hace rato que el Estado boliviano ha perdido control de amplios puntos del territorio en esa zona, comenzando por el Chapare, un centro de actividades ilegales que llevó a su líder a la presidencia del país.
Si los grupos de presión controlados por mafias brasileñas y colombianas son capaces de hacer retroceder al Estado boliviano, ¿cuál es la diferencia de esta situación con la que se da en Colombia y las zonas controladas por las FARC?
¿Cuánto territorio más querrá ceder el gobierno en esta guerra?