Los países europeos han manifestado impaciencia con Bolivia a raíz del crecimiento de los cultivos de la llamada “coca excedentaria”, que alimenta la producción de drogas, y le reclaman un “estudio serio” sobre el consumo natural y los excedentes de producción de los que se nutre el narcotráfico.
La información sobre la actitud europea fue dada en las últimas horas por Erbol, que colocó en su página web una entrevista con el embajador de Dinamarca, Morten Elkjaer.
El diplomático dijo que los países europeos aguardan “un estudio bien hecho” por parte de Bolivia respecto al consumo interno de la hoja y sobre el combate al narcotráfico. “Hay preocupación en todo el mundo sobre el narcotráfico. Es importante que los estudios que se hagan sean bien hechos. Yo creo que es la primera vez que se aprobó hacer un estudio sobre eso, respecto al consumo de la coca. Tiene que ser un estudio bien hecho y de calidad”, dijo el diplomático, citado por Erbol. En lenguaje diplomático, las palabras del representante europeo llevan un mensaje que las autoridades no podrán ignorar: basta con informes que muestran cifras y presentan afirmaciones no comprobables por estudios independientes.
Para ese estudio, la Unión Europea asignó a Bolivia un millón de euros y debía haber sido entregado en octubre al cabo de año y medio de retraso, dice la ihformación. Pero el mes acaba de vencer y el trabajo aún no llegó a manos europeas, de acuerdo al informe de Erbol.
Bolivia, particularmente bajo el gobierno del presidente Morales, insiste en que el consumo de coca es una tradición ancestral y que los países con alto consumo de cocaína deberían hacer más esfuerzos contra las drogas entre sus propios consumidores.
La noticia viene tras la racha de descubrimientos de laboratorios de producción de droga a lo largo de casi todo el año y la captura de decenas de personas sospechosas de narcotraficar. Similar impaciencia fue exhibida anoche por el presidente del Comité pro Santa Cruz, Herland Vaca Díez. Al leer un mensaje durante una ceremonia en la que se conmemoraban 61 años de la creación de ese comité, Vaca Díez reclamó protección para los parques nacionales del departamento, invadidos por sembradores de coca.
El temor de que el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure se vuelva tierra libre para los cocaleros fue una de las razones para la rebelión pacífica de los nativos que obligaron al gobierno a cancelar el proyecto carretero que atravesaría el lugar. Más de un millar de nativos y simpatizantes de la preservación de ambiente marcharon durante 66 días desde Trinidad hasta La Paz y fueron objeto de una de las mayores manifestaciones de simpatía de la sede del gobierno que con desgano visible tuvo que anular la ley que permitía la construcción de la vía por ese parque.
Erbol también entrevistó al jefe de la Delegación de la UE, Kenny Bell, quien dijo que los países europeos, donde el gobierno del presidente Morales gozaba de amplias simpatías, esperaban recibir ese documento a pesar de la sensibilidad que lo rodea.
Originalmente, el estado boliviano autorizaba una extensión máxima de 12.000 hectáreas a ser dedicadas a los sembradíos de coca. Luego, esa cantidad fue ampliada a 20.0o0. El total de área cultivada sería de 31.000, de acuerdo con los más recientes informes de Naciones Unidas. La nota de Erbol, que asocia a más de 300 emisoras rurales, dice que el total excedentrio llegaría a 19.000 hectáreas, es decir que habría un total de 39.000 hectáreas de cocales. La cifra anterior ya era un récord para Bolivia, que es el tercer productor de hoja de coca, después de Colombia y Perú.
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