de droga, especialmente cocaína y se han puesto de moda en todos los tres productores del veneno bolivia, colombia y perú, pero también en otros que sirven para el transporte intermedio o sea como territorios de paso, según éste relato de el mundo de nicaragua que nos ofrece casos concretos de hombres y mujeres que llevan en el intestino cápsulas en número de 40, 50, 80 y hasta más y que luego expiden via anal para recoger la droga y ponerla a la venta. a la par de asqueroso, es denigrante y totalmente inaceptable esta forma de pretender engañar a las autoridades de las aduanas de todos los países
De enero de este año a la fecha, las autoridades policiales han decomisado 20 kilogramos de cocaína que eran transportados por las denomindas “mulas” del narcotráfico.
El pasado 25 de agosto, los agentes antinarcóticos destacados en el Aeropuerto Internacional El Salvadora, detectaron a un pasajero sospechoso que intentaba tomar un vuelo comercial hacia México. Se trataba de Manuel Antonio Chomo Pérez, un guatemalteco que mostraba un comportamiento raro.
Los policías comenzaron a observarlo detenidamente y optaron por retenerlo unos minutos para llevarlo a la maquina de rayos X. Al momento del examen vieron unos bultos en el intestino del sujeto: era cocaína. Tan seguros estaban los detectives antinarcóticos que decidieron capturarlo y cuando terminó de expulsar la droga contabilizaron 80 cápsulas de cocaína con un peso de mil 256 gramos.
Este es uno de los cuatro casos de mulas del narcotráfico que llevaban cocaína ingestada, y que las autoridades han detectado en lo que va del año en la terminal aérea internacional del país.
Todos eran guatemaltecos, según el subcomisionado Godofredo Miranda, jefe de la División Antinarcóticos (DAN). De acuerdo con el oficial, se ha detenido a otras seis mulas que transportaban cocaína hacia España, pero que la llevaban adherida al cuerpo, en maletines u otros objetos.
Según los informes de las autoridades policiales, las mulas, conocidas también como correos humanos del narcotráfico, reciben entre $3 mil y $6 mil para llevar la droga. Dependiendo de la cantidad, así es el pago.
Son cientos de cápsulas de cocaína las que transportan en su organismo de un país a otro, exponiendo sus vidas, ya que si una de éstas se rompe durante el viaje, la consecuencia es mortal.
En el país nunca se ha dado un caso de muerte a raíz de esto, solo se ha registrado el caso de un ecuatoriano quien se intoxicó al reventársele una cápsula de cocaína en su estómago, pero fue tratado a tiempo en el Hospital Rosales, de esta capital.
Las autoridades lamentan que el negocio de las mulas del narcotráfico, es una actividad que nunca acabará debido a su rentabilidad: el kilogramo de cocaína se cotiza como mínimo en $25 mil en Estados Unidos, y en Europa el precio inclusive se puede triplicar.
Las autoridades policiales no se explican por qué estas personas arriesgan su vida de esta manera. Lo hacen sin importar las consecuencias. A la hora de ingerir las cápsulas, hay quienes lo hacen en zonas montañosas, en el cuarto de un motel y hasta en el interior de vehículos en marcha.
Según las estadísticas, todas las mulas capturadas son extranjeros, en mayoría guatemaltecos. El subcomisionado Miranda detalló que no importa la contextura física.
Puede ser una persona delgada, pequeña o grande, pero eso no incide en la cantidad de droga que pueden llevar.
Para detectar las mulas, los expertos antinarcóticos están en constante capacitación, debido a que los narcotraficantes frecuentemente mejoran sus técnicas para evadir los controles.
Lo último detectado es que los fabricantes de las cápsulas actualmente utilizan aluminio especial en la penúltima capa de látex que cubre la cápsula, para que los correos humanos de los carteles no sean detectados por las máquinas de los Rayos X, cuando los policías sospechen de ellos cuando están en los aeropuertos.
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