México ha dado al narcotráfico el golpe más fuerte de su historia al decomisar diez toneladas de cocaína, el mayor alijo en la historia del país, tras un enfrentamiento entre el Ejército mexicano y sicarios en el norteño estado de Tamaulipas, y mientras negocia un plan antidrogas con Estados Unidos.
El Gobierno del presidente Felipe Calderón, quien asumió el poder hace diez meses, decidió hacer frente al narcotráfico con fuerzas combinadas de la policía federal y del ejército, una estrategia que ha recibido críticas de defensores de los Derechos Humanos, pero que le ha dado resultados con fuertes decomisos y detenciones de varios capos.
Plan antidrogas
Este golpe le cae como anillo al dedo al Gobierno mexicano, que desde hace varios meses negocia con Estados Unidos un plan para combatir al crimen organizado, y ha pedido a Washington asumir su responsabilidad para combatir el tráfico de armas, dinero y precursores químicos hacia México.
También le pide controlar la demanda de droga en Estados Unidos, y reconoce que el consumo de drogas en México es un grave problema. Según funcionarios mexicanos el plan ya está técnicamente acabado y sólo falta por ajustar la cantidad que Estados Unidos dará a México para la compra de equipo.
Esa suma podría llegar a 1.000 millones de dólares para los dos años de aplicación del programa que las autoridades mexicanas se niegan a llamar Plan México, para evitar cualquier relación con el Plan Colombia.
El decomiso , dijo el analista José Reveles, experto en temas de narcotráfico, muestra a México como buen colaborador, y servirá para que el Congreso de Estados Unidos apruebe los recursos para el programa. Se suma además a las expresiones de funcionarios estadounidenses de elogio a Calderón, como el secretario de Seguridad Nacional Michael Chertoff, quien dijo el pasado septiembre que no tenía más que "buenas cosas que decir en cuanto a la manera que el presidente Calderón está combatiendo el crimen organizado".
También, agregó el analista, demuestra que en México se está quedando buena parte de la cocaína que viene de Sudamérica, y se acumula en zonas cercanas a la frontera con Estados Unidos porque los cárteles estarían esperando un buen precio o una oportunidad para pasarla a territorio estadounidense.
El anterior récord de incautación de drogas databa de 2001, cuando la policía mexicana decomisó 9,2 toneladas de cocaína en una embarcación que llegó procedente de Colombia al puerto mexicano de Manzanillo (costa oeste). Esa droga pertenecía a Sandra Ávila Beltrán, la Reina del Pacífico, quien paradójicamente fue detenida la semana pasada en la ciudad de México, donde también fue capturado su pareja sentimental, el colombiano, Juan Diego Espinosa El tigre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario