Previus:
la restricción contra las drogas es mandato popular
padres de familia, maestros, políticos y profesionales en
contra de legalizar las drogas a favor claro los narcos.
Lo que expresa el matutito cooperativo OPINION
Si se confirma la presentación de un documento de la ONU en la próxima reunión de Viena, estaríamos frente a un nuevo enfoque que puede abrir una profunda discusión.
De acuerdo a una información difundida por la agencia española Efe un documento elaborado por la ONU para una reunión clave en Viena, señala que los objetivos en la lucha mundial contra las drogas no se cumplen hasta ahora, y sugiere, por primera vez, según los expertos, la “despenalización” del consumo de estupefacientes.
Este asunto está signado desde hace mucho tiempo por un debate mundial que concentra a grupos de personas que tienen opiniones divididas. Unos, plantean la despenalización porque consideran que una medida regulatoria en este sentido arrojará mejores resultados en la lucha contra la drogas, que hasta el momento no ha logrado resultados positivos, los otros, consideran que una medida en este sentido incrementará el consumo de drogas, convirtiendo a muchos países, poco menos, que en paraísos de los consumidores.
Lo que sí hay que dejar en claro es que la despenalización no supone una legalización ni liberar el acceso a la droga que de acuerdo a tratados solo puede usarse con fines médicos y científicos pero no recreativos. Es decir, según se ha explicado, el consumo seguiría siendo sancionable con multas o terapias obligatorias pero dejaría de ser un delito penal.
El Uruguay ha dado un paso importante hace poco, al legalizar el consumo de marihuana, controlado por mecanismos estatales en un desafío que como ha declarado su presidente José Mujica, es una apuesta muy grande.
De cualquier modo, que en medios del organismo mundial se hable sobre nuevos enfoques sobre el consumo de estupefacientes y mucho más sobre la “despenalización” resulta no solo novedoso, sino que puede abrir un camino al debate tantas veces inconcluso, porque desde luego, se trata de un tema polémico que tiene muchas aristas, desde las sociales, económicas y hasta políticas.
Uno de los justificativos para la “despenalización” del consumo de drogas estaría en la capacidad de una forma eficaz de “descongestionar” las cárceles y redistribuir recursos para asignarlos al tratamiento y facilitar la rehabilitación.
Si se confirma el planteamiento, que estaría en el documento que será presentando en una reunión en Viena, la discusión podrá centrarse en un nuevo enfoque donde los consumidores de droga no sean considerados delincuentes ni vayan a prisión, sino por el contrario, estarían en categoría de pacientes en tratamiento. Desde luego que resultaría un viraje importante, pero que no estará exento de la discusión y de posiciones que plantearán posiblemente los mismos argumentos que sostienen quienes están de acuerdo con la despenalización en el consumo de drogas y los que opinan lo contrario.
En la reunión de Viena también se conocerá la situación del problema de las drogas y si se han cumplido los objetivos pactados en 2009 para una década. Se anticipa que si bien se ha reducido el mercado de la cocaína y del cannabis, hay un incremento de nuevos estupefacientes sintéticos que avanzan en el mercado del consumo en todo el mundo.
El análisis en un momento en que se presentaría el documento referido a la reunión de Viena, debe motivar posturas a partir de un estudio serio y profundo, mucho más en nuestro país, que también tiene pendiente su pedido del reconocimiento legal de la hoja de coca, considerando que no se trata de ningún estupefaciente.
Este asunto está signado desde hace mucho tiempo por un debate mundial que concentra a grupos de personas que tienen opiniones divididas. Unos, plantean la despenalización porque consideran que una medida regulatoria en este sentido arrojará mejores resultados en la lucha contra la drogas, que hasta el momento no ha logrado resultados positivos, los otros, consideran que una medida en este sentido incrementará el consumo de drogas, convirtiendo a muchos países, poco menos, que en paraísos de los consumidores.
Lo que sí hay que dejar en claro es que la despenalización no supone una legalización ni liberar el acceso a la droga que de acuerdo a tratados solo puede usarse con fines médicos y científicos pero no recreativos. Es decir, según se ha explicado, el consumo seguiría siendo sancionable con multas o terapias obligatorias pero dejaría de ser un delito penal.
El Uruguay ha dado un paso importante hace poco, al legalizar el consumo de marihuana, controlado por mecanismos estatales en un desafío que como ha declarado su presidente José Mujica, es una apuesta muy grande.
De cualquier modo, que en medios del organismo mundial se hable sobre nuevos enfoques sobre el consumo de estupefacientes y mucho más sobre la “despenalización” resulta no solo novedoso, sino que puede abrir un camino al debate tantas veces inconcluso, porque desde luego, se trata de un tema polémico que tiene muchas aristas, desde las sociales, económicas y hasta políticas.
Uno de los justificativos para la “despenalización” del consumo de drogas estaría en la capacidad de una forma eficaz de “descongestionar” las cárceles y redistribuir recursos para asignarlos al tratamiento y facilitar la rehabilitación.
Si se confirma el planteamiento, que estaría en el documento que será presentando en una reunión en Viena, la discusión podrá centrarse en un nuevo enfoque donde los consumidores de droga no sean considerados delincuentes ni vayan a prisión, sino por el contrario, estarían en categoría de pacientes en tratamiento. Desde luego que resultaría un viraje importante, pero que no estará exento de la discusión y de posiciones que plantearán posiblemente los mismos argumentos que sostienen quienes están de acuerdo con la despenalización en el consumo de drogas y los que opinan lo contrario.
En la reunión de Viena también se conocerá la situación del problema de las drogas y si se han cumplido los objetivos pactados en 2009 para una década. Se anticipa que si bien se ha reducido el mercado de la cocaína y del cannabis, hay un incremento de nuevos estupefacientes sintéticos que avanzan en el mercado del consumo en todo el mundo.
El análisis en un momento en que se presentaría el documento referido a la reunión de Viena, debe motivar posturas a partir de un estudio serio y profundo, mucho más en nuestro país, que también tiene pendiente su pedido del reconocimiento legal de la hoja de coca, considerando que no se trata de ningún estupefaciente.
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