Veja ataca de nuevo. Esta vez, la prestigiosa revista brasileña apunta sus dardos al embajador del régimen evista en Brasil, Jerjes Justiniano, a quien acusa deestar representando a un “narco-Estado”.
El citado reportaje, que continúa la investigación sobre la “República de la Cocaína” que tanto conmocionó al gabinete de Evo Morales, recuerda que Justiniano fue designado con el cometido específico de hacer frente a las denuncias contra “narcofuncionarios” del gobierno boliviano (él habló de “sentarle la mano a Veja”, cosa que no ha sucedido hasta el momento).
La revista señala la contradicción de que el embajador tenga esta misión, teniendo en cuenta dos elementos:
1) La visita realizada por Jerjes Justiniano y el actual ministro de gobierno, Carlos Romero, a la fábrica Sotra del narcotraficante italiano Darío Tragni, desde la cual se exportaba cocaína hacia Europa y Estados Unidos camuflada en embarques de madera. De acuerdo al artículo, dicha reunión tuvo lugar meses después de que la policía encontrara en ese mismo lugar droga, balanzas y otros implementos utilizados para el tráfico ilegal, por lo cual no se podría aducir desconocimiento.
2) El hecho de que el hijo del embajador, el abogado Jerjes Justiniano Atalá, quien además compartía bufete con su padre, ha sido defensor de varios acusados de narcotráfico.
“Morales podría haber escogido a alguien menos comprometido con el asunto para desempeñar ese trabajo”, dice Veja.
Y luego agrega irónicamente: “En octubre del año pasado, el actor norteamericano Sean Penn fue nombrado por Morales como embajador mundial de la coca. No hacía falta. Bolivia ya tiene a Jerjes Justiniano despachando en Brasilia”…
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