Al cumplirse el miércoles 19 de marzo cinco años de la estúpida guerra desatada en Iraq, Bush echa mano de alguna declaración, ficticia o real de Bin Laden, aunque en este último caso no se diga la fecha en que fue formulada ni puedan asegurar que es su voz. Investigarán, prometen. Nadie sacó nunca tanto provecho de tales materiales para moldear la opinión de los ciudadanos de Estados Unidos y muchos otros países del mundo con cultura y creencias similares, para justificar las brutales y genocidas guerras que tanto el imperialismo necesita. No cesa de formular y repetir una y otra vez las palabras y frases seleccionadas. Las personas e instituciones aludidas, sin excepción, se sienten obligadas a replicar, sean o no ciertas las declaraciones. Obsérvese simplemente el provecho que Bush saca año por año, desde el primer día de los hechos ocurridos el 11 de septiembre.
De la conferencia de Bucarest, Bush se moverá a la de la OTAN, y de allí dará un salto con garrocha a Croacia, que mantuvo disputas con Serbia, cuyo Presidente fue sometido al Tribunal Penal Internacional por lo de Kosovo, que lo juzgó y condenó. ¿Habrá fallecido realmente de muerte natural en prisión? ¿Qué paz se alcanzará por esos extraños vericuetos?
El sueco Hans Blix, quien fuera jefe del equipo de inspectores de la ONU que buscó diligentemente armas de destrucción masiva en Iraq, el cual comparte muchas de las ideas y mentiras de la siniestra filosofía del imperio, escribió con motivo del quinto aniversario: "La invasión de 2003 fue una tragedia para Iraq, para Estados Unidos, para la ONU, para la verdad y la dignidad humana. No podían tener éxito en eliminar las armas de destrucción masiva porque no existían, ni podían triunfar en su declarado objetivo de eliminar a los miembros de Al Qaeda porque estos no estaban en Iraq y entraron después en el país atraídos por los atacantes."
La Asociación de Ulemas Musulmanes, máxima autoridad religiosa sunita en Iraq, declaró con motivo del quinto aniversario: "El ocupante ha entrado en nuestra tierra a la fuerza y no se va a marchar a menos que se emplee la fuerza. Cualquier llamado hecho por políticos que aceptan trabajar bajo el paraguas de la ocupación, debería considerarse como una invitación a la rendición y a la capitulación. Las fuerzas de ocupación han convertido a Iraq en la zona más peligrosa del mundo. La era de la ocupación acabará en breve."
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