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jueves, 2 de agosto de 2007

El hambre y las enfermedades se suman en Irak

Un informe de la organización benéfica británica Oxfam, publicado el lunes, sobre la extensión de las enfermedades y la pobreza en Irak, contrasta con la fastuosidad en que viven las clases adineradas asociadas a la ocupación y con el derroche de los recursos (producto del saqueo) que los invasores emplean para blindar al país ocupado con nuevas bases militares destinadas al control interno y de países vecinos.

El hambre y las enfermedades se están propagando por Irak mientras la violencia y la muerte enmascaran una crisis humanitaria cada vez más profunda, afirmó este lunes la organización benéfica británica Oxfam en un informe.

Oxfam dijo que el 28 por ciento de los niños iraquíes están malnutridos, un 15 por ciento de la población habitualmente no tiene suficiente dinero para comer y un 70 por ciento carece de agua potable limpia, todos ellos suponen pronunciados incrementos respecto a 2003.

"La terrible violencia en Irak ha enmascarado la crisis humanitaria en curso. La malnutrición entre los niños se ha incrementado dramáticamente y los servicios básicos, arruinados por años de guerra y sanciones, no pueden cumplir la necesidades del pueblo iraquí", dijo el director de Oxfam Jeremy Hobbs.

Dos millones de iraquíes se han visto obligados a abandonar el país desde 2003, y al menos el mismo número se ha desplazado dentro de sus fronteras.

Oxfam, que se retiró de Irak junto a la mayoría de ONGs debido al empeoramiento en la seguridad en 2003, dijo que había organizaciones locales en Irak que están trabajando para ayudar a los iraquíes más pobres. La mayoría carecen de los fondos suficientes.

Algunas temen aceptar ayuda de países con tropas en Irak por razones de seguridad, y Oxfam pidió a los países que no han enviado soldados que aporten más dinero para ayuda.



El contraste entre el invasor y el invadido

La pobreza, la marginalidad y las enfermedades de la mayoría del pueblo iraquí ocupado contrasta con la fastuosidad de la "zona verde" (un perímetro de "seguridad" amurallado donde se refugian los invasores y sus aliados) donde se encuentran la súper-embajada de EEUU, el comando militar de la ocupación, los grandes hoteles que alojan a los ejecutivos de las transnacionales y la administración del gobierno títere de Washington.

Mientras el hambre y la pobreza arrasa con la mayoría del pueblo iraquí, el complejo edilicio de la nueva embajada estadounidense, que se está construyendo en la Zona Verde, en el centro de Bagdad, ocupará casi 260 hectáreas, diez veces el tamaño medio de las embajadas estadounidenses y seis veces el tamaño del recinto de Naciones Unidas en Nueva York, y estará compuesto por 21 edificios principales y otros muchos secundarios.

Se calcula que su costo, incluido todo el perímetro de seguridad, todos los servicios necesarios y otras instalaciones, ronda los mil millones de dólares:

La embajada está diseñada para tener su propia planta de tratamiento de aguas residuales, pozos de agua y una central eléctrica, mientras los hospitales, el servicio de agua corriente y la infraestructura de Irak y de su capital se encuentran colapsados.

Completamente aislada del exterior, con la garantía de todos los servicios y grandes comodidades en medio del sufrimiento, la "zona verde" contrasta con la miseria y la marginalidad externa que la rodean por los cuatro puntos cardinales de Bagdad.

Como parte del mismo proceso de ostentación de dinero en medio de la pobreza y la marginación, se acelera la construcción de bases militares junto con la construcción de importantes pistas de hormigón, comunicaciones, instalaciones y todo tipo de servicios para los soldados.

A finales de 2006 había 55 bases estadounidenses en Irak, situadas en diferentes regiones del país, lo que permite el control militar de toda la superficie de Irak, además de posibilitar una plataforma de control militar sobre los países vecinos.

En el centro de estas bases se ubican amplios y sofisticados aeródromos militares, con pistas dobles de entre dos y tres kilómetros y medio que pueden dar cabida a muchos aviones, incluidos los de combate, los teledirigidos, los helicópteros y los grandes aviones de transporte.

Las bases están dotadas de sistemas de telefonía, de informatización completa, de aire acondicionado, de calefacción, y de instalaciones hospitalarias de última generación.

Mientras que el agua potable, la electricidad o el tratamiento médico de calidad son casi inaccesibles para las mayorías empobrecidas, las bases militares son un complejo de confort y de servicios que funcionan a pleno rendimiento.

Riqueza fastuosa y pobreza extrema: Las dos caras contrapuestas del invasor y el invadido en Irak.

(El informe se ha elaborado en base a los datos proporcionados por Oxfam de UK)

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