Las autoridades españolas interceptaron un barco de bandera venezolana con 1.2 toneladas de cocaína a bordo, y la detención de sus seis tripulantes, todos venezolanos. Es el segundo golpe en un mes contra una organización narcotraficante afincada en Colombia.

"En el marco de la misma investigación, se tuvo conocimiento de que los narcotraficantes contaban con otra embarcación con una importante cantidad de droga dirigida al mercado español y europeo", explicó el ministerio del Interior en un comunicado.

Esa segunda embarcación fue abordada en la madrugada del 4 de junio en aguas internacionales en el océano Atlántico, a 1.280 km de las islas Canarias, cuando se dirigía a España, explicó a la AFP una portavoz de la Policía Nacional.
En la operación colaboraron la oficina antidrogas estadounidense DEA y la Agencia nacional contra el crimen británica (NCA), según el ministerio.

Los cargamentos de droga pertenecían a una red narcotraficante afincada en Colombia, que buscaba transferirlos a una organización española.

En el último barco capturado, la cocaína estaba contenida en 40 bultos que habían sido "unidos mediante cabos y fijados a dos anclas con la intención de poder ser arrojados al mar para que se hundiesen en el menor tiempo posible", precisó el comunicado.

De hecho, dos de los tripulantes trataron de tirar al mar la carga "antes de ser apresados junto a otras cuatro personas que iban a bordo", indicó.

Además, una séptima persona, "vinculada de forma directa con el envío y financiación" del barco, fue detenida por las autoridades venezolanas en ese país.
Con información de EFE y AFP
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