Vistas de página en total

jueves, 3 de diciembre de 2015

Estamos entonces ante un fenómeno que lejos de desaparecer ha ido en aumento a punto de ser nombrado el país como “Estado Narco” o adjetivos similares que, por desgracia no han sido desmentidos hasta hoy.



La impronta del narcotráfico
Mauricio Aira
Decomisadas 192 avionetas en operación anti narcótico del Beni para ser sometidas a una minuciosa inspección de si efectivamente fueron usadas para transportar droga.
Como en ocasiones anteriores la información resulta insuficiente porque el lector se pregunta cuántos detenidos y cuántos sospechosos de ser los traficantes nada se informa, no obstante la vigencia de la Ley 1008 que recomienda la difusión de los nombres de los ilegales que lucran con este producto que significa para muchos la causa de sus males del alma y del cuerpo, como acostumbra repetir Gastón Cornejo, que en su condición de médico sabe lo que dice.
La reflexión empieza por recomendar que el énfasis puesto en la erradicación de las plantaciones de coca sea insuficiente. La coca debió haber sido exterminada en la Administración de Bánzer lo que estuvo a punto de lograrse de no haber surgido con oposición violenta la acción de los cocaleros, grupo cada vez más numeroso y poderoso que ahora mismo está potenciando su organización con la compra de estaciones de TV y de Radiodifusión en El Chapare, la zona sometida a su administración virtual donde la presencia de la autoridad real no existe y donde “las seis federaciones” forman una especie de gobierno “del Rey Chiquito” que ha convertido la región en “tierra de nadie”
Bänzer no pudo, sin embargo de contar con todos los medios incluyendo la presencia de tropas del ejército que con dispositivo de guerra había ingresado al Chapare en reacción por el asesinato de policías y militares en manos de cocaleros que manipularon los “caza bobos”, acerca de lo que existe abundante documentación de los responsables de Derechos Humanos que quizá demasiado protegieron a las supuestas víctimas de la violencia entre las que se contaron los infaltables sembradores de coca.
Ante la historia el gesto mencionado con la presencia de las FFAA en la Provincia Carrasco de Cochabamba, quedó como el supremo intento de terminar con el problema que aún hoy, significa la descalificación del Gobierno de Morales ante el consenso. No pasa un día, que alguno de nuestros vecinos proteste y reclame ante Bolivia por las acciones francamente agresivas del narcotráfico, que por aire, mar (los ríos del oriente) y tierra comercializan la cocaína sea en Brasil, Argentina y Paraguay como en Perú y Chile, en concreto cada uno de nuestros cinco vecinos.
Cada vez que el Ministerio de Gobierno emite anuncios de medidas de fuerza en contra de los narcotraficantes, está dando respuesta a reclamaciones concretas de las Administraciones vecinas que ya hartas de la agresión cocainera formulan reclamaciones que no se publican pero que existen sobre los escritorios oficiales.
Sin caer en generalizar “esta permisividad con el tema”, hay que reconocer al menos dos hechos: Uno es la mención de la hoja de coca en la CPE como “la hoja sagrada de los incas” que hay que defender…y Dos la insuficiente información policial sobre los delincuentes que caen en las operaciones y que misteriosamente salen en libertad, y en muchos casos los bienes decomisados les son devueltos quedando como escarnio para la ciudadanía que contempla pasmada e impotente este proceder.
Estamos entonces ante un fenómeno que lejos de desaparecer ha ido en aumento a punto de ser nombrado el país como “Estado Narco” o adjetivos similares que, por desgracia no han sido desmentidos hasta hoy.


No hay comentarios: