El principal directivo de la Oficina de Naciones Unidas para las Drogas y el Delito (UNODC) en Bolivia, Antonino De Leo, admitió que en el Informe de Monitoreo de Coca 2014 emitido recientemente por su buró falta un dato estratégico: nada menos que el estudio de conversión coca-cocaína, que permite cuantificar la droga fabricada en el país.
“Se necesitan mayores controles sobre, primero, el uso final que se da a la hoja de coca que se vende en los dos mercados legales y también la otra acción incluida en el informe, la necesidad de llevar a cabo un estudio sobre el factor de conversión entre coca y cocaína, para poder entender y tener datos importantes para sumar la magnitud del mercado ilegal”, dijo De Leo.
De hecho, la necesidad de realizar el estudio de conversión fue incluida entre las asignaturas pendientes, en los párrafos finales del citado documento, aunque intentando justificar el vacío alegando que “el gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia ha manifestado que su ordenamiento legal no le permite llevar a cabo este estudio”.
Esto último es del todo inexacto, toda vez que no existe ninguna normativa que lo impida(sigue rigiendo la Ley 1008), pareciendo en realidad una excusa gubernamental para no develar la realidad sobre la producción de cocaína en Bolivia.
Como ya hemos señalado anteriormente, sin el estudio de conversión los Informes de Monitoreo de Coca no pasan de ser estadísticas agrícolas, sin mayor incidencia en la lucha contra el narcotráfico…
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