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sábado, 29 de agosto de 2015

muy poco se equivoca Humberto Vacaflor. del abc de Madrid recoge palabras de Diego Arria otrora Embajador chavista, Arria revela que la reciente expulsión de colombianos a venezuela, es una "maniobra envolvente" para ocultar la lucha desataca entre "cárteles militares de la droga" los detalles son convincentes. qué triste para Venezuela!

Un artículo de ABC de España, con la entrevista al venezolano Diego Arria, exembajador en la ONU, te deja con la boca abierta. Revela que el horrible espectáculo de la expulsión de colombianos de la región de Táchira obedece a una guerra entre cárteles militares de la droga dentro de Venezuela.
Lo que ocurrió, dice esta versión de pesadilla, es que dos grupos militares dedicados al tráfico de droga y otras cosas en la región mencionada tuvieron un choque por la captura de un cargamento, y eso llevó a que el gobierno de Nicolás Maduro se convierta en Herodes y decrete la expulsión de los colombianos.
Este es el testimonio de lo que está ocurriendo en América latina con la droga y la participación de oficiales de fuerzas militares en el negocio que abarca todos los pecados imaginables.
Para saber hasta dónde puede llegar una sociedad en la degradación hay un muestrario que se encuentra en la realidad de Somalia. Allí, donde existió un Estado y ahora sólo hay un territorio poblado por los pecados, hay tráfico de drogas, de mujeres, de órganos humanos, de piedras preciosas… y lo que se te ocurra.
Es el triunfo de lo ilegal. Es el Apocalipsis de la democracia y de la existencia de un Estado. El reino del pecado.
Oficiales de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), creada por Hugo Chávez, rivalizan con oficiales del ejército venezolano y chocaron en un operativo de tráfico de droga, de dólares y de gasolina en San Cristóbal. Luego se produjeron otras escaramuzas entre esos dos frentes militares venezolanos y el gobierno optó por ¡expulsar a los colombianos!
La realidad es que esos grupos irregulares, esos cárteles, que ahora tienen la participación de grupos militares, controlan la región fronteriza. Los alimentos subvencionados en Venezuela son llevados a Colombia, desde donde luego son vendidos a los venezolanos a un precio de especulación.
En este momento, dadas las diferencias de precios, traficar con gasolina venezolana es más lucrativo que traficar con droga.
Gendarmes argentinos hacen de la vista gorda en la frontera, policías y militares forman parte del narcotráfico en otros países, sin excluir a Bolivia. ¿El Táchira revela un mal continental?

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