En el caso de la red de distribución de droga en pequeñas cantidades, el fiscal Cirilo Chambilla informó de que se trata de un hombre con antecedentes por el mismo delito que trabajaba en el oficio ilegal con dos de sus sobrinos y otros dos amigos que se encargaban del negocio en calles vecinales y fuera de centros educativos de la Villa Primero de Mayo.
La autoridad indicó que en el momento de la requisa en el domicilio que alquilaban los expendedores se encontraron 200 gramos de cocaína y una cantidad casi similar de marihuana, además de otros elementos que hacen presumir que operaban desde hace bastante tiempo.
Los cinco sospechosos serán presentados hoy por el representante del Ministerio Público ante el juez cautelar Tercero de Instrucción en lo Penal, a quien solicitará la detención preventiva del grupo en la cárcel de Palmasola por el delito de suministro de sustancia controlada.
Recinto solitarioEdwin Pérez, director de la Felcn en Santa Cruz, que intervino el laboratorio con una cuadrilla de sus agentes, dijo que el lugar había sido abandonado horas antes por los narcotraficantes y presume que fueron alertados con anticipación de la presencia policial.
La factoría se encontraba en un monte situado a unos 18 kilómetros de Camiri, en el camino a Muyupampa. Contaba con 13 ambientes bien equipados, como áreas de oxidación, de embalaje, de secado, de prensado, además de cocina, baño, dormitorios, etc.
En el lugar se hallaron precursores químicos: 1.150 kilos de sustancias sólidas y alrededor de una tonelada de sustancias líquidas. En un recipiente había 500 litros de cocaína diluida, un proceso previo a la cristalización.
Por la cantidad de colchones y campings hallados en el sitio, Pérez calculó que trabajaban entre 15 y 20 personas, que dejaron todo intacto para huir sin impedimiento por el monte. Se estima que refinaban unos 100 kilos de cocaína en una semana.
El laborario y las sustancias químicas nocivas fueron destruidos con fuego
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