Diputados opuestos al peronismo han presentado un proyecto de ley quehabilita el derribo de aviones en vuelos clandestinos procedentes de países vecinos, en especial con cargamentos de drogas desde Bolivia, Brasil y Paraguay, dijo hoy el impulsor de la iniciativa.
"Al país ingresan por día entre 100 y 150 vuelos ilegales. Sin controles se permite que entren y salgan productos y hasta gente en forma ilegal. Con una medida bastante simple" se revertiría la situación, explicó el diputado de la conservadora Propuesta Republicana Julián Obiglio, autor del proyecto, a emisoras de Buenos Aires.
La iniciativa, también respaldada por legisladores del peronismo disidente al Gobierno de Cristina Fernández, establece un período de dos años para la instalación de una red de radares y de 18 meses para dotar a la Fuerza Aérea de aeronaves con capacidad de interceptar vuelos clandestinos.
El proyecto fija seis pasos a seguir por la Fuerza Aérea, entre la interceptación, la verificación de datos del vuelo y las señales de advertencia, antes de quedar autorizada al derribo del avión detectado en vuelo clandestino.
Obiglio aseguró a la emisora Radio Diez que la norma es similar a la que tienen otros países, como Uruguay, Brasil y Chile, destinadas a controlar el espacio aéreo y garantizar la seguridad.
Desde hace meses, dirigentes de la oposición denuncian el crecimiento de vuelos clandestinos en el país con cargamentos de drogas que ingresaron, en su mayoría, por zonas del norte.
Según el diario bonaerense La Nación, la ministra argentina de Seguridad, Nilda Garré, se opone a permitir el derribo de aviones, aunque aún no ha habido un pronunciamiento oficial sobre el asunto.
En 2004, el entonces ministro argentino de Defensa, José Pampuro, anunció el envío al Parlamento de un proyecto que permitiría el derribo de aviones en vuelo clandestino, "similar" a una medida que rige en Brasil.
La mayor parte de los cargamentos de cocaína y marihuana que han sido incautados en los últimos años por las fuerzas de seguridad argentinas proviene de Bolivia y Paraguay.
Argentina comparte en su nordeste una frontera común con Paraguay y Brasil, zona en la que las fuerzas de seguridad han detectado organizaciones criminales de todo tipo, por lo que los tres países han firmado acuerdos de cooperación para combatirlas.
En la llamada "triple frontera" actúan grupos vinculados con terroristas del integrismo islámico, según Estados Unidos.
"Al país ingresan por día entre 100 y 150 vuelos ilegales. Sin controles se permite que entren y salgan productos y hasta gente en forma ilegal. Con una medida bastante simple" se revertiría la situación, explicó el diputado de la conservadora Propuesta Republicana Julián Obiglio, autor del proyecto, a emisoras de Buenos Aires.
La iniciativa, también respaldada por legisladores del peronismo disidente al Gobierno de Cristina Fernández, establece un período de dos años para la instalación de una red de radares y de 18 meses para dotar a la Fuerza Aérea de aeronaves con capacidad de interceptar vuelos clandestinos.
El proyecto fija seis pasos a seguir por la Fuerza Aérea, entre la interceptación, la verificación de datos del vuelo y las señales de advertencia, antes de quedar autorizada al derribo del avión detectado en vuelo clandestino.
Obiglio aseguró a la emisora Radio Diez que la norma es similar a la que tienen otros países, como Uruguay, Brasil y Chile, destinadas a controlar el espacio aéreo y garantizar la seguridad.
Desde hace meses, dirigentes de la oposición denuncian el crecimiento de vuelos clandestinos en el país con cargamentos de drogas que ingresaron, en su mayoría, por zonas del norte.
Según el diario bonaerense La Nación, la ministra argentina de Seguridad, Nilda Garré, se opone a permitir el derribo de aviones, aunque aún no ha habido un pronunciamiento oficial sobre el asunto.
En 2004, el entonces ministro argentino de Defensa, José Pampuro, anunció el envío al Parlamento de un proyecto que permitiría el derribo de aviones en vuelo clandestino, "similar" a una medida que rige en Brasil.
La mayor parte de los cargamentos de cocaína y marihuana que han sido incautados en los últimos años por las fuerzas de seguridad argentinas proviene de Bolivia y Paraguay.
Argentina comparte en su nordeste una frontera común con Paraguay y Brasil, zona en la que las fuerzas de seguridad han detectado organizaciones criminales de todo tipo, por lo que los tres países han firmado acuerdos de cooperación para combatirlas.
En la llamada "triple frontera" actúan grupos vinculados con terroristas del integrismo islámico, según Estados Unidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario