El país cercado
Humberto Vacaflor Ganam
No es todavía una cuarentena, pero la capacidad boliviana de producir y exportar droga está provocando nerviosismo en el vecindario, además de medidas severas para frenar el tráfico procedente de Bolivia.
En el curso de 24 horas, una avioneta boliviana cargada con droga fue derribada en Perú, al norte del país, y un camión fue capturado en la ciudad brasileña de Corumbá, la frontera más sureña con Brasil.
En Argentina, un candidato a la presidencia promete cambiar radicalmente la actual política de su país y poner al ejército en la frontera con Bolivia para frenar el narcotráfico, que está a punto de “mexicanizar” la realidad argentina, según el propio Papa Francisco. Este, que fue un desliz del Santo Padre y provocó tensión en las relaciones diplomáticas del Vaticano con México, en otro pecado causado por la droga boliviana.
Hace un mes, el zar antidrogas de Perú había denunciado que 85% de las avionetas dedicadas al narcotráfico tienen matrícula boliviana y advirtió que su país podría derribarlas. Pues acaba de hacerlo por primera vez, capturando 288 kilos de cocaína. Y el gobierno boliviano no ha dicho nada.
La política brasileña hacia la droga procedente de Bolivia refleja el nivel de amistad política que hay entre los dos gobiernos, pero el candidato opositor en ese país, Aecio Neves, había anunciado que pondría un frente militar contra el tráfico de la droga boliviana.
El camión capturado en Corumbá llevaba una tonelada y media de droga boliviana. Lo que revela que el tráfico de droga del Chapare hacia Brasil no se hace solamente usando avionetas, sino también camiones de alto tonelaje.
En Bolivia, frente a esta realidad, las autoridades prefieren acogerse a los informes condescendientes de la ONU, que hablan de superficies cada vez menores en los cultivos. Sobre las avionetas, ni una sola palabra, aparte de la admisión que hizo Carlos Romero cuando era ministro de gobierno, de que la amazonia boliviana es incontrolable.
Yapacaní, el Choré, San Julián, San Matías es la ruta que lleva la droga del Chapare hacia Brasil, mientras que la procedente de Perú tiene otros caminos y otros medios de transporte.
¿Vamos a seguir negando esta realidad en Bolivia? ¿El hecho de que nuestro presidente sea cocalero nos obliga a cerrar un ojo, hasta los dos, ante este flagelo?
Vacaflor.obolog.com
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