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miércoles, 27 de noviembre de 2013

Bolivia p ide apoyo de Perú para evitar el tráfico aéreo del narcóticos que prolifera de manera alarmante. muchas veces, la casualidad o la fatalidad revelan la seriedad de estos hechos.

Existen al menos 70 pistas clandestinas al servicio de avionetas que transportan narcóticos en el territorio amazónico entre Perú y Bolivia, informó el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres.

“Es difícil tener el número exacto de pistas clandestinas (…) Por lo menos estamos hablando de unas70 pistas clandestinas que están en distintos puntos”, dijo.
Cáceres resaltó la habilidad de los pilotos de estas avionetas quienes pueden aterrizar la nave en espacios de menos de 1.000 metros. “Deben estudiar todos los días y ser los mejores pilotos, de esta manera se arriesgan”, apuntó.
Bolivia pide ayuda de Perú
Para combatir el tráfico aéreo, el Viceministro recordó que el Ministerio de Gobierno inició gestiones para pedir que los helicópteros y aviones que brindan a ayuda a la policía antinarcóticos peruana, intervengan en la frontera con Bolivia.
“La hermana República del Perú cuenta con el apoyo de helicópteros y aviones de los Estados Unidos y también la Fuerza Aérea de Perú también cuenta con equipos y aviones. Estamos exigiendo al Ministro de Defensa del Perú que todo el apoyo logístico que tienen, en cuanto a helicópteros y aviones, intervenga en la frontera”, declaró Cáceres.
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jueves, 21 de noviembre de 2013

nebulosa. nada claro sobre los crimenes en APOLO. ni policía, ni ministerio público, ni parlamentarios han podido brindar un informe fidedigno. peruanos, colombianos, balacera entre uniformados? den luces por favor...basta de engaños. dígannos la verdad!

Los asesinatos producidos en la región paceña de Apolo llevan un mes sin esclarecerse, pero como una profecía del dios griego de ese nombre, desde entonces la cuestión cocalera se ha enrarecido en el país. Una misión del Parlamento ha ido hasta aquella distante localidad  y las observaciones que han hecho sus miembros no permitieron elaborar un informe más o menos coherente. De esa manera quedó consolidada la duda sobre lo que pasó en esa región de cocales tradicionales, junto a la sospecha de que estamos ante otro caso sobre el cual no habrá un esclarecimiento cabal.


Queda sin confirmarse, o negarse, la versión de los lugareños según la cual todo se trató de un enfrentamiento entre grupos de oficiales armados, que se complica con las versiones sobre la presencia de grupos de ciudadanos peruanos armados y de los que no se tiene rastro alguno. El tema fue eclipsado por el furor que ha tenido la actividad del narcotráfico, la exigencia de los obispos de que se encare esa realidad con responsabilidad y la divulgación del informe sobre la coca por parte del Gobierno nacional. Y después del informe, la advertencia que hizo la Unión Europea al Gobierno: la exportación de hoja de coca no puede ser incorporada a la ley, pues se trata de una actividad prohibida expresamente por la Convención de Viena de 1961.


Los obispos argentinos también aludieron al tema del narcotráfico en un documento muy preciso, de apenas una carilla, en el que demandan una política clara sobre el tema. Argentina es el destino de miles de toneladas de hoja de coca que salen de Bolivia por las fronteras de Yacuiba, Bermejo y Villazón, donde hay puestos de control que son burlados por los exportadores bolivianos y los importadores argentinos, según testimonios difundidos por el canal 13 de Argentina en el programa Periodismo para todos.


Los cocaleros de Yungas y Chapare están ahora inquietos. No quieren aceptar que los cultivos legales se reduzcan a 14.705 hectáreas, como dice el referido informe. El Gobierno del presidente Evo Morales, el líder histórico de los cocaleros, enfrenta un momento crítico en la política de la coca, que podría desencadenar situaciones de inestabilidad para la propia democracia, como ocurrió hace diez años. La tensión llega cuando algunos maestros, que denunciaron la presencia de narcotraficantes cerca de escuelas donde la droga se ha introducido y es consumida por los estudiantes, son amenazados por las mafias

miércoles, 20 de noviembre de 2013

el informe sobre la coca, destapó varias verdades, una la que señala Humberto Vacaflor "Bolivia debe seguir exportando coca a los vecinos", la UE dijo "qué? no sabe Evo que está prohibida la exportación de la coca?". las varias aristas del tema.

Quizá fue por ingenuidad, o por descuido, pero el gobierno se ha puesto en una situación incómoda cuando anunció que Bolivia debe seguir exportando coca a los países vecinos.

Estaba empeñado en hacer una suma que dé como resultado 20.000 hectáreas y optó por decir que si se necesitan 14.705 para el consumo interno, habría que sumar las que se requiere para exportar en forma de hoja.

Todos estaban contentos, pues el objetivo de la cota 20.000 había sido alcanzado. Pero la Unión Europea reaccionó de inmediato y recordó que la convención de 1961 prohíbe la exportación de coca.

De esa manera quedó en evidencia que el gobierno estaba contabilizando las exportaciones de coca, ilegales, para elaborar la nueva ley de la coca. Una ley que iba a descansar en una actividad ilegal.

Si se eliminara la coca de exportación, como lo dispone la o­nU, el área cultivada con coca debería disminuir de las actuales 31.000 hectáreas a solamente 14.705.

Los cocaleros de Yungas y Chapare se están mostrando los dientes, en preparación de una guerra cocalera que podría afectar a la democracia, como ocurrió en la anterior guerra, de 2003.

Argentina se había convertido en el segundo país sudamericano que, sin producir coca, es exportador de cocaína. El otro país es Venezuela, que ha convertido el río Orinoco en la principal salida de la droga hacia el Caribe y Europa.

Si se cumpliera la convención de la o­nU, Argentina debería dejar de recibir coca de Bolivia para las fábricas que funcionan hasta en lugares tan australes como Chubut.

Con el documento que acaban de aprobar los obispos argentinos sobre el peligro del narcotráfico, es probable que incluso el gobierno de la señora Kirchner se proponga frenar el ingreso de la coca boliviana.

En el caso de Venezuela, no es la hoja de coca lo que recibe de Bolivia, sino la pasta base (esa que, según dijo Hugo Chávez, él consumía como una cortesía de Evo Morales) pero también está prohibida por la o­nU.

El gobierno nacional tiene ahora que hablar en serio sobre la coca. Las cifras inventadas en reuniones de cocaleros no satisfacen a nadie.

Los bolivianos no quieren ser una república de la cocaína, una narco-democracia, pero tampoco quieren ser una república cocalera. Quieren respuestas serias ante el peor flagelo que castiga al país desde 1825.

lunes, 18 de noviembre de 2013

la crónica que sigue tiene contradicciones. termina el lector confundido por la desinformación. lo cierto es que el estudio no es completo y que las cifras sobre la coca resultan engañosas.

IVÁN PAREDES TAMAYO  - ivan.paredes@eldeber.com.bo
Finalizaba el 2010 y los resultados del estudio integral de la hoja de coca ya estaban listos para ser publicados. Sin embargo, hubo una decisión política de realizar ocho estudios más. La razón era corregir un error metodológico: solo se había consultado las variables en hogares bolivianos —se encuestó cerca a 11.000 viviendas— y no se había trabajado el informe en las actividades económicas, es decir, en las fuentes de trabajo de los consumidores de la hoja verde.  
El coordinador del estudio de consumo de la hoja de coca, Marco Ayala, detalló ayer que ese error, cometido en la primera etapa del informe, obligó a realizar ocho estudios más, los que  concluyeron que el consumo legal de la hoja requiere de 14.705 hectáreas de coca, de las 25.300 existentes en Bolivia.    
“Una cosa es hacer observaciones en hogares, que fue lo que hizo el Instituto Nacional de Estadística (INE), y otra cosa es hacerlo en la actividad económica ingresando a centro mineros, a campamentos, o ir a buscar a transportistas a las terminales”, recalcó Ayala en rueda de prensa. 
El Gobierno detectó el error
Según el ministro de Gobierno, Carlos Romero, se contrató al experto peruano Ricardo Soberón para que valore la primera etapa del estudio y fue él —junto a otros expertos colombianos— quien dijo que había “deficiencias metodológicas”. La recomendación era aplicar otros informes para contemplar a todo el universo que había que indagar. 
El experto en encuestas estadísticas Daniel Moreno señaló que era necesario hacer otros informes, ya que en primera instancia no se había llegado a sectores clave que consumen la coca, como los transportistas o los mineros. “El universo no estaba completado, y en este tipo de estudios es necesario llegar a todos”, resaltó. 
Al respecto, el director del INE, Luis Pereira, explicó que el contrato que se firmó con la entidad de estadísticas era llegar solamente a hogares, y no a las actividades económicas. 
“Se contrató al INE para que haga la fase operativa, con un tamaño de muestra e instrumentos de investigación definidos por el contratista (el Gobierno)”, argumentó Pereira. 
Sobre la aplicación del estudio, Ayala informó de que hasta el 2020 se publicará —cada año— una actualización de los informes, es decir, cada gestión se verificará si aumentan o no los consumidores de coca. 
“Tendremos la capacidad de sacar estos informes todos los años, hasta que la línea de base se desgaste (el 2020), y ahí se volverá a hacer un estudio grande”, destacó Ayala. 
Los sectores deben evaluar la encuesta
 Los sectores sociales tienen un peso político en las decisiones del Gobierno. En el caso del estudio de consumo de la hoja de coca, ese poder de decisión no es ajeno. El vicepresidente de la Cámara Baja, Lucio Marca, sugirió que sean los movimientos afines al MAS quienes evalúen el informe, el que determinó que se requieren 14.705 hectáreas para el consumo de la hoja. 
“(Este informe) todavía será motivo y objeto de evaluación permanente (...) Debe ser evaluado permanentemente por los sectores sociales, porque en el estudio existen buenos parámetros”, señaló. 
El senador masista y dirigente cocalero Julio Salazar no está de acuerdo con la cifra de hectáreas que lanzó el estudio. “Creemos que lo necesario son 20.000 (hectáreas”, remató. 
Para saber
3 de cada 10 mastican cocaSegún datos del Estudio Integral de la Demanda de Hoja de Coca, tres de cada diez bolivianos acullica (mastica) la hoja. 
La cifra globalLos resultados establecen que la población estimada de consumidores para el año 2012 es de 3.082.464; el año 2006 los consumidores eran 2.678.524.
Desglose del uso1.125.483 personas mastican coca, 961.349 utiliza para usos medicinales, 30.006 para usos rituales, 14.484 en acontecimientos y 28.709 en otros usos.
Porcentaje totalLas cifras del consumo tradicional representan el 37% de la población que consume la hoja de coca masticándola. 

sábado, 16 de noviembre de 2013

la protesta es unánime entre los vecinos




NO EXPORTAR COCA
TENDRÍAN QUE EXTRAERLE sus ALCALOIDES.
ADVERTENCIA DE LA ONU A EMA Y AL CANCILLER
La ONU prohíbe la exportación de coca en estado natural, sin que se extraigan los alcaloides que se usan para fabricar cocaína, afirmó este viernes el embajador de la Unión Europea en La Paz, al comentar el deseo boliviano de comercializar la hoja.
El embajador Timothy Torlot dijo durante una reunión con la prensa extranjera en La Paz que "toda la conversación sobre exportación es muy interesante, pero es ilegal dentro de la Convención" de Viena a la que Bolivia retornó a principios de año, tras denunciar el tratado que ponía plazos para vetar el mascado de coca.
"La Convención sobre drogas de 1961 prohíbe la exportación de la hoja de coca, excepto bajo circunstancias muy específicas: extraer todos los alcaloides, que es un proceso bastante complicado", afirmó Torlot.
La coca, una milenaria planta que se siembra en los Andes de Sudamérica, tiene alcaloides, como la ecgonina y la cocaína misma, que se usan para fabricar droga, mediante maceración y mezcla con químicos.
Su uso en mascado, infusión y rituales religiosos es legal en Bolivia, país que, bajo el gobierno de Evo Morales, líder de los cocaleros, pretende exportar la hoja de coca a otros países, principalmente a miembros de la alianza ALBA.
Con esa idea, Bolivia y Ecuador ya comenzaron a discutir la comercialización de coca boliviana, según informes de la cancillería de La Paz.
El plantío contiene -según estudios que maneja el gobierno boliviano- otros componentes, como vitaminas, que se usan desde tiempos ancestrales con fines medicinales y mitigantes del hambre.
Un estudio difundido esta semana por el gobierno boliviano -realizado con financiamiento de la UE- reveló que tres de cada diez bolivianos, de una población de 10 millones de habitantes, usa o consume coca con fines legales.
El informe determina que para atender el consumo interno serían necesarias 14.700 hectáreas de plantaciones de coca en Bolivia.
Pero según las Naciones Unidas, en Bolivia existen actualmente unas 25.300 hectáreas de plantaciones de hoja de coca, lo que refleja un gran número de cultivos ilegales que se considera se destinan al narcotráfico.
El ministro boliviano de Interior (Gobierno), Carlos Romero, informó este viernes por separado en conferencia de prensa que Bolivia espera reducir sus cultivos de coca (de 25.300 a 14.700) en tres años.
"Manteniendo una tasa (anual) de reducción neta de 3 mil hectáreas, tendríamos que alcanzarla (la meta de las 14.700 has) en algo más de tres años", indicó Romero.
Bolivia es actualmente el tercer productor mundial de hoja de coca y su derivado de cocaína, detrás de Perú y Colombia, según cifras de la ONU.

viernes, 15 de noviembre de 2013

aunque el texto completo de Manfredo Kemppf está publicado en nuestro blog Bolivia Hacia la Dictadura Evista, reproducimos aquí el segmento relacionado con el Informe sobre la coca partiendo del misterio, del secreto, de lo arcano en que Bolivia se ha convertido.

"que todo es un misterio en Bolivia. Todo está oculto, es secreto, arcano. Pero, además, se ha impuesto el arte del disimulo que es tan cercano a lo oculto. Disfrazar y fingir, enmarañar las cosas es una de las aptitudes naturales que tienen los actuales gobernantes. Lo hacen con maestría. Simulan no entender lo que se les pregunta o responden de forma tan enredada que nada se les comprende. Contestan como si fuera una traducción literal del chino al castellano y por supuesto todo resulta absurdo. No hay que insistir en la misma pregunta porque se corre el riesgo de que se enfurezcan o se ofendan. Lo hemos visto en el propio Palacio de Gobierno. Piensan que el  blanquiñoso está tratando de humillarlos, de segregarlos, que es un racista provocador.

El dichoso Estudio sobre la demanda de la coca en Bolivia pagado por el Unión Europea (UE) es algo novelesco. Tres años ha estado escondido en un cajón (o caja fuerte) ante unos personajes con cara de palo que negaban hacerlo público. Los mismos europeos empezaron a exigir que el documento apareciera porque para algo se había gastado tiempo y dinero. Sin embargo, el Gobierno se guardó los secretos que contenía el trabajo y comenzó el disimulo y la jugarreta. Mes a mes se fue postergando la entrega de los resultados, tal como sucedió con el censo. 

¿Cuánta coca se debe plantar en Bolivia? ¿Cuántos bolivianos consumen la hoja? ¿Cuánta coca se va al mercado ilegal, es decir al narcotráfico? ¿Son suficientes las 12 mil hectáreas como dice la ley 1008? ¿Son suficientes 20 mil o 30 mil? ¿Qué dice el Estudio por último? Ahí empieza a funcionar el leguaje doble, triple, cuádruple. Empiezan a hablar los maestros del embuste y del enredo. En primer lugar, dicen que el Estudio no es “vinculante”, que no es de aplicación obligatoria por el Estado. Luego que se trata sólo de una “referencia”, casi una vaguedad. Que es “un trabajo técnico” que se podrá mejorar o dejarlo así. Dicen que podría servir “de base” si se redacta una nueva ley de la coca. Y finalmente afirman que el Estudio es “incompleto” y que se debe concluir para “socializarlo”. ¿En qué queda entonces el referido trabajo?

La UE está en la obligación de decirnos cuál es el resultado de su Estudio. Tiene que avisar si no ha sido “maquillado” como fue la Constitución.  Si es suficiente la coca cultivada o si hay que cultivar más como desean los cocaleros. Esta es una cuestión moral que no se puede pasar por alto. Están obligados a descifrar al pueblo lo que nuestros palaciegos enredan. Sin eso, el apoyo de la UE habrá sido inútil y el Gobierno les habrá tomado el pelo".

reclama reaccionar con firmeza El Deber ante el tema de la cocaína que ha remontado el campo y se ha introducido en ciudades de Bolivia y Argentina donde las leyes son muy débiles que permiten el tráfico especialmente con Bolivia a través de unas fronteras insuficientesmente controladas.

El narcotráfico sacude a Argentina por estas horas. La inseguridad y la violencia asociadas a este negocio ilícito han llamado la atención de las organizaciones de la sociedad civil que observan impávidas cómo el vecino país se ha transformado, al mismo tiempo, en un puente, un consumidor y un productor de drogas duras con efectos sociales, políticos y económicos devastadores.


 El flagelo de la cocaína y otros estupefacientes como la marihuana, el crac y el denominado ‘paco’ (restos de la pasta base procesada) han puesto a Argentina al borde del escenario delictivo que México y Colombia enfrentan desde hace décadas. Los datos son incontrastables. Un informe elaborado por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), organismo vinculado a las Naciones Unidas, señala que, después de Brasil y Colombia, Argentina es el tercer puerto más importante para la embarcación de cocaína del mundo. La mayor parte de la cocaína proviene de Bolivia, Perú y Colombia, principales productores del estupefaciente.


Según la ONU, en América del Sur se fabrican entre 800 y 1.000 toneladas de cocaína al año; una gran parte se distribuye al mundo desde Argentina, país al que llega a través de sus permeables fronteras del norte, donde los controles policiales son, por decir lo menos, ridículos. Países con controles estatales débiles, corrupción extendida, sectores sociales tomados por las redes del narcotráfico y sociedades permisivas con el negocio de las drogas son parte del caldo de cultivo para la expansión de este negocio.


Las conferencias episcopales de ambos países han levantado la voz de alarma al mismo tiempo frente a este flagelo que azota a Argentina y Bolivia. Destacan los obispos católicos la complicidad de las fuerzas de seguridad, los funcionarios de la justicia y los políticos que están asociados o, al menos, hacen la vista gorda frente a las mafias que manejan el narcotráfico. Jugosas ganancias se distribuyen en los pasillos oscuros del tráfico de drogas a cambio de poner a una sociedad bajo la ley de la violencia y la destrucción de los jóvenes que terminan como consumidores de sustancias que destruyen sus cerebros, despedazan sus proyectos de vida y fragmentan sus familias de forma irremediable.


La violencia asociada al narcotráfico está tomando nuestras ciudades. Ojalá este sea uno de los temas centrales del debate electoral que se ha iniciado con penosas metidas de pata. La sociedad debe reaccionar con firmeza, de ello depende el futuro de nuestros hijos

jueves, 14 de noviembre de 2013

se duda de las cifras...no puede ser que más de la mitad aculliquen...falso...aunque se evidencia que al menos 25 mil toneladas de coca van a la cocaína. (Bajo el Penoco)

Por fin se divulgó el famoso estudio sobre la coca realizado hace tres años y pese a que el país ha sido inundado otra vez con números y estadísticas, no hemos salido de la incógnita principal: ¿cuánta coca debe producir Bolivia para no ser cómplice del narcotráfico? 

En principio las cifras están claras, pues se ha conocido que más de tres millones de personas mastican coca regularmente en el país, lo que en términos reales y quitándole los niños y aquellos que no acullican por motivos religiosos o de salud dan como resultado que casi todos los adultos en Bolivia le dan al “pijcheo”, algo que resulta inadmisible. Si eso fuera cierto, de acuerdo al informe, el país debería cultivar más de 14.700 hectáreas de la “hoja sagrada”, dos mil más que las permitidas por la Ley 1.008 de Sustancias Controladas. 

La encuesta, de todas formas tiene una gran virtud y es que demuestra cuánta coca se estaría destinando al narcotráfico. Todos sabemos, por la ONU y otros sistemas de monitoreo, que hay alrededor de 30 mil hectáreas produciendo en el país, lo que permite conocer que al menos la mitad agarra el camino ilegal. Este dato contradice otros cálculos que indican que el 80 por ciento de la coca tiene como destino las fábricas de cocaína, pero de todas formas es un gran avance. ¿Qué se va a hacer? El Gobierno aclara que el estudio no es vinculante, es decir que no está obligado a hacer nada, por lo que erradicar o no, sigue siendo una decisión netamente política. ¿La tomarán?

miércoles, 13 de noviembre de 2013

informe levantado por una consultora internacional (cuál) ofrece cifras dudosas como el aumento en el consumo del masticado de coca, cuando todo el mundo opina que los jóvenes no mastican, ni las mujeres y que más de tres millones la utilizan, será? empieza el análisis

2.678.524 personas consumían la hoja de coca en Bolivia en el año 2006 y la cifra aumentó en 2012 a 3.082.464, según los datos del estudio integral de la coca presentados por el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
En cifras globales, la encuesta habría determinado que al menos tres de cada 10 bolivianos y bolivianas consumen coca de forma habitual y tradicional, según el informe oficial difundido por la mencionada cartera de Estado.
Los datos presentados por el Gobierno también aseguran que 1.125.483 personas consumen coca para el pijcheo (masticado), 961.349 para usos medicinales, 30.006 para usos rituales, 14.484 en acontecimientos e interacción social, 28.709 en otros usos.
En porcentajes, esas cifras del consumo tradicional representan que el 37% de la población que consume coca lo hace para el pijcheo. 
El 25% de encuestados expresó que la coca “ayuda en el trabajo”, mientras un 25% dijo que usaba la coca con fines medicinales, el 21% dijo que usaba la hoja sagrada en rituales tradicionales, el 16% expresó que usaba la coca porque “ayuda a combatir el frío” y el 11% porque “ayuda en el estudio”.
Consumo por actividad económica 
“La actividad económica agropecuaria es la que concentra mayor población consumidora y es la de mayor equidad entre hombres y mujeres”, según el estudio. 
Mientras un aproximado de 358. 615 varones consumen coca en la agricultura, aproximadamente 304. 808 mujeres lo hacen en ese rubro productivo.
En el comercio, más mujeres (205. 733) que hombres (128.144) consumen la hoja sagrada.
En la industria manufacturera 90.586 mujeres aproximadamente consumen coca, una cifra inferior a los 137. 550 varones que usan tradicionalmente la hoja de coca.
En la construcción 150.260 varones consumen coca mientras que aproximadamente 4.403 mujeres recurren a las hojas del arbusto en esa actividad de manera habitual.
En transporte, 111.764 varones usan coca para el pijcheo y 12.504 mujeres que trabajan en ese rubro recurren a esa práctica.
En la actividad minera, 84.171 varones pijchean coca y 4.218 mujeres usan la hoja milenaria.
La encuesta también verificó y midió el consumo de coca en servicios de hoteles, educación y otros, dice el Gobierno.
Dudas y cifras confusas 
El ministro Romero confirmó que los resultados oficiales del estudio integral de la demanda de la hoja de coca en Bolivia  establece una extensión de superficie de 14.705 hectáreas para el consumo tradicional.
La semana pasada, el jefe de la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) en la Asamblea Departamental de Cochabamba y dirigente cocalero, Edgar Torres,  afirmó que el estudio preliminar de la coca, financiado por la Unión Europea, establecía sólo seis mil hectáreas.
El jefe del Movimiento Sin Miedo y ahora candidato presidencial, Juan del Granado, declaró también en días precedentes a la presentación de las cifras oficiales del Gobierno, que tuvo acceso al estudio de la coca y aseguró que éste establecía apenas seis mil hectáreas.
Por su parte, el director del Centro Latinoamericano de Investigación Científica (Celin), Franklin Alcaraz, sostuvo que –en la actualidad– el consumo tradicional de coca no supera las ocho mil hectáreas y que el excedente tiene otros fines. 
Además, el pasado 24 de octubre, el jefe de Delegación de la Unión Europea, Tim Torlot, dijo a ERBOL que los estudios sobre el consumo tradicional de la hoja de coca en Bolivia concluyeron el año 2010.
Sin embargo, desde entonces se fueron postergando en una serie de ocasiones la presentación oficial de los resultados, hasta que finalmente, anoche, tras una reunión entre Gobierno y dirigentes cocaleros, se dio ha conocer que Bolivia requiere para su consumo tradicional 14.705 hectáreas de coca.
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lunes, 11 de noviembre de 2013

estigma. acusación fundada de ser los bolivianos todos "sospechosos de portar cocaína", estigma adjunto al pasaporte de "boliviano" toques, trato humillante, ofensivo al pudor y nosotros seguimos con aquello de "la hoja sagrada" sigue el enigma.

Lo que vimos la noche pasada en el programa televisivo “Saturday Night Live”, de la influyente cadena norteamericana NBC, desde luego que nada tiene que ver con nuestra bella y digna concursante al cetro de Miss Universo, Alexia Viruez, sino que es una forma divertida para unos y maligna para nosotros de expresar al público estadounidense cómo actúa una presunta joven boliviana, representante ante un evento mundial para colmo. Sin afán de dramatizar más de la cuenta frente a un show jocoso, soez, y de mal gusto, es así cómo desgraciadamente se ve a Bolivia como país, por lo menos entre la gente común en Estados Unidos. Sabemos que, por desgracia, en otros lugares nuestra imagen no es mucho mejor.
El rostro de una señorita que tiene una banda con el nombre de Bolivia está, para empezar, blanqueado de algo que no puede ser otra cosa que cocaína. Las incoherencias que pronuncia, no pertenecen a nadie que no esté totalmente drogada, hasta el extremo  vulgar de dar un apasionado beso lésbico, en la boca, a la conductora del programa. Se trata de una imagen sucia, pasada de tono, que nada tiene que ver con la parodia que se hace en el mismo programa de otras naciones como España, Uganda, Moldavia, Suiza y alguna más, donde la tomadura de pelo es atrevida, hasta un tanto racista, pero no  dolorosamente ofensiva como en el caso de la gringa que hace las veces de compatriota nuestra.
Asusta pensar que el estereotipo del boliviano esté asociado con la cocaína, pero si todo el mundo sabe que somos privilegiados y ricos productores del alcaloide, que sembramos coca por todas partes y que con la más simple tecnología la elaboramos hasta en domicilios particulares, utilizando licuadoras, secadoras de ropa, microondas y otros ingenios de uso doméstico, entonces tenemos todas las de perder. Estamos destinados a ser parte de la broma o la maldad. Todos hemos tenido el disgusto, en más de una oportunidad, de ver en el cine escenas de nuestro país, siempre vinculadas con mafias narcotraficantes. El nombre de Bolivia no aparece para nada que nos enorgullezca, sino, por el contrario, para avergonzarnos.
No es una novedad que a Bolivia se la vincule siempre al narcotráfico. Sabemos que a los bolivianos desde hace muchos años que nos apartan del resto de los viajeros en los aeropuertos, para interrogarnos, toquetearnos, cuando no para desvestirnos en casetas especiales. A las mujeres bolivianas se les aplica un tratamiento humillante, ofensivo al pudor, pero no hay protesta que valga si se porta un pasaporte nacional. Nuestro origen, día que pasa, se está convirtiendo con mayor fuerza en un estigma.
Sin embargo, el país no cede en su afán de defender la coca en cuanto evento importante existe. La defensa de la hoja de coca, de la “hoja sagrada”, se ha convertido en uno de los mandamientos de nuestra diplomacia que obliga a todo embajador de Bolivia casi a dejar su vida defendiéndola. Andamos con la tontería de que la hoja es inofensiva y de que no tiene nada que ver con la cocaína, como si la cocaína se la pudiera producir con hojas de plátano o de papaya. La cosa, por cierto, se ha tornado  mucho peor en estos tiempos del Pachacutec, porque queremos convencer a la comunidad internacional de nuestra inocencia y para mayor ridículo nos sentimos heridos si se hace alguna relación entre la coca y la cocaína. ¿A quién queremos engañar?
Ni siquiera se quiere dar a conocer el informe que la U.E. ha financiado sobre la cantidad de coca que, por ser tradicional, debería producirse en Bolivia. Se ha escondido el informe durante más de dos años, para asombro de los europeos, y mes a mes se posterga su publicación porque afirma que estamos inundados de coca. Las fábricas de cocaína están por todos lados. Los aviones con cocaína se estrellan cada vez. Las cárceles están abarrotadas de narcos. ¿Cómo pueden vernos a nosotros? Nada menos que como lo ha hecho la NBC: riendo a carcajadas ante una pobre chica blanqueada de pichicata.

viernes, 8 de noviembre de 2013

alarmante aumento en el consumo de drogas en Bolivia. se acerca la hora COCA CERO si no queremos envenenar a nuestros niños y jóvenes. llega la hora de la verdad, lo esperamos todos

Al mejor estilo de algunos orureños que no quieren oír, pero parecen gozar de los malos olores de ciertos lugares de la ciudad, hay muchos que se han escandalizado con lo mostrado por el famoso programa cómico de la cadena estadounidense NBC “Saturday Nigth Live” en el que parodian a una reina de belleza boliviana adicta a la cocaína. 

Obviamente nadie quiere estrellarse contra las candidatas de los concursos  ni con nadie en particular, sino llamar la atención sobre la inundación de droga que está ocurriendo en Bolivia y que está comenzando a parecernos “normal”, como sucedió en los años 80 del siglo pasado. En los últimos meses han estado apareciendo con alarmante frecuencia los casos de venta de droga en los colegios de la ciudad; han encontrado adolescentes que son reclutados por narcotraficantes que les pagan sumas jugosas por vender sobrecitos con cocaína y otras sustancias. 

Las estadísticas son claras y reportan un crecimiento impresionante de la drogadicción en el país, hecho que repercute también en aumento de la criminalidad, pues casi el 80 por ciento de los hechos violentos están vinculados con la droga, ya sea por el tráfico o por el consumo. Esto es lo que debería escandalizarnos a todos, antes de que comencemos a pensar que algo huele mal en esta actitud contemplativa.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Puka Reyesvilla por lo general acertado refiere las palabras de los Obispos que están en contra del narcotráfico y la cocaína porque "nos están empujando a la violencia". Obispos están firmes y previenenn de nueva espiral de hechos violentos en el asunto.


"El narcotráfico y la producción de cocaína, al ser actividades que lucran de la muerte, están en contra de los principios básicos de la moral y la ética que nos van empujando a una espiral de violencia".

En estos términos se refirió el presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, monseñor Oscar Aparicio, en el discurso de inauguración de la Asamblea de Obispos que concluirá el 12 de los corrientes.

Es probable que para cuando sea publicada esta columna, el régimen ya haya salido al paso con su recurrente discurso de que la Iglesia no debe meterse en asuntos "políticos".

A manera de antecedente de de la preocupación de la Iglesia por la expansión del narcotráfico dentro del país están las declaraciones que Monseñor Tito Solari, obispo de la Diócesis de Cochabamba, hizo en noviembre de 2011, cuando afirmó que los narcotraficantes utilizaban niños para distribuir cocaína en Chapare.

Aquella vez, el régimen prácticamente defenestró al sacerdote. Los cocaleros lo declararon "persona non grata" y solicitaron su expulsión de Bolivia y amenazaron con denunciarlo al Vaticano si no pedía disculpas. Después, ante la evidencia, autoridades del sector admitieron, a regañadientes, que había adolescentes usados como "mulas". Solari, desde entonces, se calló en siete idiomas.

El contexto del discurso de Aparicio es, sin embargo, otro: se produce a pocos días de haber ocurrido los hechos en la localidad de Miraflores, en Apolo, donde efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta –de erradicación de coca- fueron ultimados luego de ser sometidos a humillación y tortura. Lamentablemente las "investigaciones" no han dejado nada en claro y probablemente vaya ocurrir como tantas veces… el olvido hará su trabajo.

Por si no ha quedado clara mi posición al respecto, expresada ya en anteriores artículos, la vuelvo a repetir: una cosa es luchar contra el crimen organizado cuando éste es una entidad externa al Estado y otra cuando no sólo que está al interior del mismo sino que es su razón de ser; ni siquiera hay lucha posible, pues lo que se da es protección, encubrimiento, infidencia, simulación, negocios turbios.

Entretanto, preso de su criatura, el Gobierno se sigue hundiendo en las arenas movedizas del narco.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

El Deber trata de encontrar la verdad sobre Apolo cuando los pobladores dicen "se trató de una balacera entre gente del mismo bando" el Gobierno dice "son extranjeros narcotraficantes" en suma reina la confusión, hasta cuándo?

Mientras los cocaleros de Chimoré deciden aplicar un ‘toque de queda’ que no cuenta con la aprobación del Estado boliviano, el Gobierno aplica en Apolo un ‘estado de sitio’ que tampoco ha sido aprobado por el Parlamento. ¿Qué pasó, de veras, en la zona de Miraflores en la –según se ha descubierto ahora– remota región de Apolo (La Paz)? La comisión de parlamentarios que fue a la zona para investigar los hechos del 19 de octubre, cuando murieron cuatro personas, solo ha confundido más las cosas.

Hay dos tesis contrapuestas: 1) la que sostiene el oficialismo es que se trató de una emboscada perpetrada por terroristas extranjeros infiltrados entre los cocaleros de la zona y 2) la que postulan los lugareños: se trató de un enfrentamiento entre fuerzas militares dedicadas a la erradicación de cocales. Aunque el oficialismo habla de emboscada, apoya en la práctica la segunda tesis, pues acaba de destituir al oficial de Ejército que estaba a cargo de las operaciones en la zona.
Ochenta niños han sido refugiados en una escuela, en vista de que la región se ha convertido en zona militar, que es más rígida que un estado de sitio. Los lugareños se las arreglan para llegar a La Paz y denunciar lo que ocurre en Apolo, comenzando por revelar que no existe una carretera hacia la zona y asombrar con la información de que la gente de esos lugares opta por pedir obras públicas a las autoridades peruanas.

Ha comenzado a quedar claro en este caso que, como dice la vieja sentencia, “si quieres que algo quede sin saberse, crea una comisión investigadora”. Pero la gente de la zona da una información clave. Apolo es considerada zona cocalera tradicional, solo para 300 hectáreas, al contrario de lo que ocurre con Chapare, que es zona ‘excedentaria’, es decir, ilegal.

Los de Apolo no tienen un sindicato fuerte ni un líder muy conocido, por lo que queda pendiente la denuncia de que estaríamos ante un caso de abuso de la política de erradicación, que se ensañaría con cocaleros de regiones aisladas, aunque sean tradicionales. Como lejano telón de fondo de esta tragedia está el hecho de que el país no cuenta con una política clara sobre la coca, con un Gobierno que duda sobre la extensión que deberán tener los cocales legales, mientras deja espacio para que se produzcan hechos lamentables como los de Apolo

lunes, 4 de noviembre de 2013

tiene que haber un mal entendido. la Unión Europea exige un informe sobre la coca, ahora Romero el funcionario a cargo dice "no hay tal", no hay un convenio con este Gobierno, se trata de "un acuerdo anterior a Morales" por tanto no hay fecha, ni plazo perentorio. El Dia. SC

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, señaló este lunes que el estudio de la hoja de coca no es un compromiso que adquirió el actual Gobierno con la Unión Europea (UE), además no existen plazos para su presentación.
La autoridad señaló que el compromiso de desarrollar un estudio en el que se defina la cantidad de coca que requiere el país para el consumo interno y otros usos, fue producto de un acuerdo entre la UE y pasados gobiernos.
"El estudio de la coca no es un compromiso que asume el Gobierno y no es un compromiso entre el Estado boliviano y la Unión Europea y nunca ha tenido plazos, no es cierto, habría que aclarar la fecha, este es un compromiso que se asume en gestiones anteriores", señaló Romero en entrevista con Cadena A.
Dijo además que a la administración del presidente Evo Morales le ha tocado desarrollar estos estudios que fueron adquiridos a través de un "acuerdo entre gobiernos anteriores y los productores de hoja de coca, no un acuerdo entre el Estado boliviano y la Unión Europea o algún organismo externo".
Señaló que los estudios, actualmente, están en curso y se los va a presentar con todo el sustento técnico necesario, puesto que hay un riesgo de "politización". "Ojalá que los argumentos sean más fuertes que los elementos políticos", expresó.
El pasado 17 de octubre, el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, afirmó que los estudios complementarios sobre el consumo de la hoja de coca concluirían hasta fines del pasado mes, aunque todavía no se conoce la fecha en que serán presentados.
En entrevista con la ANF, el embajador de la Unión Europea (UE), Tim Torlot, afirmó que es "frustrante" para este organismo internacional no conocer hasta la fecha los resultados del estudio de la hoja de coca, el cual debería determinar cuánto de este producto es consumido y cuánto es destinado al narcotráfico.
La UE financió en 2008, 2009 y 2010 con 900 mil euros ocho estudios sobre el consumo legal de coca, pero hasta la fecha el Gobierno no difunde sus resultados, debido a que estarían realizando estudios complementarios.

El Dia reclama ayuda internacional para combatir lo narco. olvida El Dia que EEUU ofreció durante décadas invalorable apoyo en este rubro que EMA olímpicamente despreció, expulsó a las instituciones que administraban tales recursos, por tanto parece ser incauto volver sobre lo mismo.

Resulta prudente reconocer que existe una tendencia a considerar temerario el cuestionar los esfuerzos que realiza el Gobierno contra el flagelo del narcotráfico en el país. Sin embargo, debe ponderarse el hecho que si bien existen pruebas evidentes de que el Gobierno está haciendo lo que puede y con los recursos materiales y humanos que dispone, los resultados muestran que los esfuerzos desplegados no son ni serán suficientes para controlar una actividad de suya creciente y peligrosa. Además, varios factores coadyuvantes adversos hacen que la problemática de la lucha contra el narcotráfico se torne todavía más compleja y difícil, con las previsibles consecuencias.

La sola mención de los cultivos excedentarios de coca crispa a propios y extraños. En un principio se había señalado un tope de seis mil hectáreas de superficie cultivable para la coca legal. Conforme han pasado los años se ha comprobado que ese límite se ha sobrepasado hasta cifras que ascienden a treinta y seis mil hectáreas. De todo esto se llega a la conclusión que los productores de coca están siendo seducidos por la obtención de dinero fácil, bajo la sombra de la ilegalidad. No extraña, por ello, la presión de la Unión Europea sobre un informe acerca de los cultivos de coca que se está haciendo de largo esperar. Resulta todavía más preocupante si la erradicación no avanza.
 
Los luctuosos sucesos de Apolo nos alertan de peligros mayores. Se ha mencionado desde cárteles de la droga hasta narcoterrorismo, con suposiciones y desmentidos. En el terreno de los hechos, resulta notorio que parte importante de la producción de coca se está desviando al narcotráfico. El frecuente descubrimiento de laboratorios móviles de producción de droga en diversas partes del país, especialmente en regiones de difícil acceso o colindantes con las áreas de cultivo de coca, constituyen una realidad que no se puede ignorar de manera indefinida. La creciente ola de violencia en el eje troncal del país, especialmente Santa Cruz, desvela los efectos nefastos que conlleva el narcotráfico.
 
Asimismo, resulta preocupante que se haya constatado el desvío de la coca legal desde las mismas instancias de la institución encargada de su control. Si bien no se ha dilucidado en su totalidad este problema, viene a ser sugestiva la detención y el posterior encarcelamiento del titular de esa repartición estatal que, automáticamente, ha caído en el descrédito. Frente a estos problemas puntuales, el Gobierno debe ofrecer muestras claras de reacción, puesto que las señales de peligro son clamorosas y reiterativas. De pronto, todo entra en el terreno de la sospecha. En ese contexto, tampoco ayuda el hecho que el presidente Morales sea máximo dirigente de cocaleros.
 
Sin duda, el Gobierno está en la obligación de marcar cuanto antes un punto de inflexión respecto a la reducción de los cultivos excedentarios de coca, y debe hacerlo con la mayor energía y premura, una vez que la imagen del país se ve deteriorada día a día por esta situación. Por otra parte, apremia concretar mayor apoyo internacional para efectivizar la lucha contra el narcotráfico, antes que las organizaciones delictivas conviertan a Bolivia, si no lo han hecho ya, en el centro de sus operaciones. De lo que haga o deje de hacer el Gobierno, de aquí para adelante, depende que las señales de peligro cesen o, por el contrario, den paso a las calamidades que vienen anunciando.
De lo que haga o deje de hacer el Gobierno, de aquí para adelante, depende que las señales de peligro cesen o, por el contrario, den paso a las calamidades que vienen anunciando.

sábado, 2 de noviembre de 2013

todos los dias los medios están repitiendo de manera diversa los males que aquejan a Bolivia. la droga, el lavado de dólares, la corrupción, el delito, la injusticia y el abuso del poder. El Dia se ocupa del lavado de dinero que existe y no se o combate lo suficiente.

Uno de los más importantes frentes en la lucha contra el narcotráfico resulta ser el control del lavado de dinero ilícito, cuya dimensión cuantitativa gira en torno a los mil millones de dólares en todo el mundo, erigiéndose en un fuerte capital financiero que exige de gobiernos y organizaciones internacionales el máximo de los esfuerzos. La legitimación de ganancias ilícitas, que procede fundamentalmente del tráfico de drogas y armas  -actividades peligrosas e íntimamente relacionadas- adopta varias modalidades que van desde la compra de inmuebles y vehículos hasta la fuga de capitales al exterior. Sin duda, el final del proceso es la introducción del dinero sucio en el sistema financiero.
 
La preocupación sobre este problema se ha visto reflejada en el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), porque un elevado porcentaje de estas ganancias ilícitas corresponde a América Latina. La Unodc ha señalado que el dinero ilegal viene a ser producto de cuatro multimillonarios negocios clandestinos: el tráfico de drogas y armas, explotación sexual, secuestros y extorsiones. Si se mira bien, cada actividad señalada aparece como independiente, cuando en realidad forma parte de un todo complejo y sofisticado que merece acciones puntuales para su combate y control por parte de los gobiernos y organizaciones internacionales.
 
El asunto toca de lleno al país y lo involucra en las elevadas responsabilidades de la lucha contra el lavado de dinero ilícito. De hecho, Bolivia ha tenido avances en el terreno jurídico para evitar el “blanqueo de capitales”, aspecto que las Naciones Unidas han destacado en su justa dimensión. Sin embargo, hace pocos días, conmemorando el Día Internacional de la Prevención de Lavado de Activos, autoridades del Gobierno han reconocido que pese a los avances jurídico-legales en el país, todavía no se han podido cuantificar y menos identificar las sumas provenientes de las actividades clandestinas. Esto significa que todavía nos falta mucho para el control eficaz de las ganancias ilícitas.
 
La propia Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) del país ha remitido casos no solo de legitimación de ganancias ilícitas, sino de lavado de dinero vinculado a la corrupción, narcotráfico y trata de personas, pero no se sabe a ciencia cierta a cuánto ascienden los recursos que se mueven en ese terreno. Ello implica debilidades que muestran no solo la fragilidad del sistema, sino de las propias acciones en contra del lavado de dinero. Si se considera que la actividad del narcotráfico implica el blanqueo de capitales, resulta una incoherencia afirmar, como lo ha hecho el titular de Defensa, que no existe actividad organizada de tráfico de drogas –como los cárteles- en el país.
 
En cierta manera, esto significa incapacidad de captar la realidad frente a las amenazas. Si se acepta que las fronteras de los países vecinos se refuerzan para evitar el tráfico de drogas que usa al país como tránsito u origen, que la sobreproducción de la siembra de hoja de coca supuestamente legal se destina al narcotráfico y que en este terreno todavía no se han dado pasos decisivos, resulta lógico que el control de lavado de dinero también tenga sus deficiencias en el país. Por ello, se hace preciso desarrollar acciones urgentes y coherentes para evitar que estas portentosas amenazas socaven aún más la sociedad boliviana. No se debe esconder la cabeza como el avestruz frente al peligro.
Se hace preciso desarrollar acciones urgentes y coherentes para evitar que portentosas amenazas socaven más la sociedad boliviana. Si aún no se han dado pasos decisivos, resulta lógico que el control del lavado de dinero sea también, una tarea pendiente.