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lunes, 28 de enero de 2008

quién sabe..quizá..pudiera ser..porqué no!

por su innegable interés de Isaac Bigio:
¿Un Hussein en la Presidencia de EEUU?

Hace cinco años cuando Bush depuso a Saddam Hussein planteamos que ello no sólo podría generar un “cambio de régimen” en Iraq, sino tal vez en Norte América. El hecho que Washington se haya atascado en esa guerra y en la de Afganistán ha ayudado a que todos los gobernantes aliados a Bush en dichas invasiones ya hayan caído. Hoy en EEUU vienen potenciándose quienes proponen un “cambio”. Paradójicamente el candidato que más viene creciendo enarbolando ese lema es alguien quien tiene el nombre de “Hussein”: Barack Hussein Obama.

El fenómeno Obama
Hasta fines de diciembre parecía que Hillary Clinton iba a ser coronada como la candidata de los demócratas. Durante todo el 2007 ella solía encabezar las encuestas para ser nominada como la aspirante de su partido por siempre dos dígitos de ventaja (hasta, incluso, con un 30%).

Sin embargo, el 3 de Enero Barack Hussein Obama le ganó la votación en el primer estado que entró a la lid (Iowa). A pesar que la ex primera dama se recuperó en New Hampshire, su rival le propinó una fuerte derrota el 26 de Enero en Carolina del Sur. Allí Obama ganó por 29 a 29 puntos de diferencia, algo que hasta ahora no ha conseguido ningún precandidato en ninguna votación. También el número de votos que él obtuvo allí es superior al de la suma que todos los precandidatos demócratas tuvieron en las pasadas internas (2004).

A pesar que la Clinton sigue encabezando las encuestas a nivel nacional y tiene el mayor número de delegados para el congreso demócrata que nominará a su plancha presidencial, Obama se ha transformado en la nueva e impensada sensación de este proceso eleccionario. El viene movilizando a sectores que anteriormente no iban en tan gran escala a sufragar como los jóvenes y, sobre todo, los afroamericanos.

Obama viene de recibir el endose de Carolina Kennedy la única hija viva de John F. Kennedy y podría pronto contar con el apoyo de Ted Kennedy. Igualmente, se baraja la posibilidad que John Edwards, quien va tercero en la lid demócrata, podría terminar dándole sus votos.

Todo indica que el partido que más posibilidades tiene para ganar las presidenciales del 4 de Noviembre solo tiene dos precandidatos: Hillary (quien podría ser la primera presidenta de EEUU) y Obama (quien podría ser el primer negro en llegar a gobernar no sólo EEUU sino alguno de los grandes países americanos o del grupo de las 8 potencias industriales).

Obama y Osama No sólo el nombre Hussein sino un apellido que algunos quieren confundir con “Osama” son cosas que algunos buscan que produzcan rechazo ante Obama. No obstante, si éstas son una de las presidenciales más atípicas en la historia de EEUU, Obama es uno de sus aspirantes más atípicos.

A pesar que Obama es un evangelista practicante, tiene un padrastro y un abuelo musulmanes y él se educó en el Islam estudiando en un colegio de la república con mayor población mahometana del mundo: Indonesia. Nunca alguien con raíces tan musulmanas ha llegado a gobernar a cualquiera de los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad o del G8.

Obama es técnicamente un mestizo (pues su madre es blanca), aunque él es hijo de un africano (su padre es de Kenia, donde dicen que apoyó a los guerreros anticoloniales mau mau) y su esposa e hijos son negros.

De todos los precandidatos, él es el único que ha nacido fuera del continente americano (vino al mundo en Hawai, Oceanía) y también luego que en 1959 estas islas se convirtieron en el último Estado de EEUU.

Mientras que la mayor parte del resto de sus rivales viene de “familias bien” él tuvo una difícil infancia. Su padre le abandonó a los dos años y él luego se hizo hombre en casa de sus abuelos. También confiesa haber consumido drogas.

El “Hussein americano”
Su popularidad no radica en su origen étnico, sino en el que él encarna varios postulados antagónicos al militarismo y al conservadurismo social y cristiano de Bush.

Según la “tradición” cuando los norteamericanos deciden cambiar a un presidente buscan alguien que sea lo más opuesto a su predecesor. Reagan encarnaba el reverso de Carter y Bill Clinton el de Bush padre. Esta vez, Hillary Clinton no es ya quien más representa ello, sino Obama.

Él es quien introdujo el slogan “cambio”, el cual otros candidatos quieren tomar, y con el cual él quiere resaltar que él representa una renovación total frente a los Bush (tanto por procedencia social, por raza, por generación como por políticas).

Sus lemas son “cambio, reconciliación y esperanza”. Muchos republicanos temen que él pueda ser un candidato más difícil de abatir pues su mensaje puede calar en algunos de sus propios votantes. Obama trata de diferenciarse del sistema de gobierno cerrado, secreto, sectario y parcial con el cual describe al de Bush, por uno que tienda puentes a todas las creencias, etnias, clases y formaciones políticas.

Obama se vanagloria de haber sido el único de los precandidatos importantes en haberse opuesto a invadir Iraq, aún cuando en el 2003 dicha guerra y Bush eran muy populares. Él promete que sacará a las tropas de EEUU de Iraq en sus primeros 16 meses de gobierno, dejando solamente algunas unidades para patrullar lugares diplomáticos o para atacar a bases que se encuentren de Al Qaeda. También plantea desembolsar $US 2 mil millones en ayudar a los 4 millones de refugiados y desplazados iraquíes. Asegura que desmantelará el campo de prisioneros de Guantánamo y que restablecerá el “habeas corpus”.

El programa de Obama
En política externa él se jacta de ser el único que está dispuesto a negociar cara a cara con los presidentes de todos los “Estados parias” (en cuya categoría no solo ubica a Irán y Siria, sino también a Cuba y Venezuela). A diferencia de otros precandidatos él sostiene que no quisiera atacar Irán y menos aún lanzar bombas atómicas sobre “bases terroristas”.

El también postula ir hacia un mundo sin bombas nucleares, para lo cual inicialmente parará el desarrollo de éstas e iniciará un gradual desmantelamiento de estas armas en negociaciones con Rusia.

Sin embargo, Obama no es un “pacifista”. El plantea tecnificar e incrementar a las FFAA de su país y que éstas tengan 65,000 soldados y 25,000 marinos de más. Al buscar salirse de Iraq y no bombardear Irán él busca concentrar todos sus esfuerzos en derrotar a Al Qaeda, para lo cual él está dispuesto a liderar una amplia coalición que les garantice el triunfo.

Obama tiene receptividad entre quienes se preocupan por la pobreza mundial y la ecología. Él llama a anular la extrema pobreza mundial para el 2015 e invertir $US 50 mil millones en ello.

Si bien no menciona al “tratado de Kyoto” en su portal, él sugiere que él dará un giro radical en la política medioambientalista del principal emisor de carbono en el globo. Sus recetas son: reducir la dependencia en el petróleo importado (que significó, según él, $US 500 mil millones en el 2006), incentivar el etanol (algo que le pone en la mira de Castro y Chávez quienes acusan a esta forma de energía de encarecer los alimentos), hacer que EEUU logre que el nivel de carbono en la atmósfera baje un 80% por debajo del que había en 1990, e invertir en una década $US 150 mil millones en desarrollar energías limpias.

En cuanto a la inmigración él llama a frenar el ingreso anual de medio millón de indocumentados y él votó a favor de la construcción del súper-muro de más de mil kilómetros que detenga a los latinos que cruzan a su país desde México. Llama a penalizar a las empresas que contratan ilegales. Sin embargo, él postula programas que pudiesen dar la ciudadanía a ciertos indocumentados. Este juego de posiciones, empero, no le ha causado gran popularidad dentro de los latinos, quienes en las votaciones demócratas de Nevada fueron quienes inclinaron la balanza a favor de la Clinton.

Obama plantea extender los servicios de salud para todos, aunque no cuestiona el sistema de grandes corporaciones privadas de salud, algo que hasta los conservadores de Canadá, Francia o Reino Unido no aceptan para sus países.

Al mismo tiempo que él llama a restablecer algunas libertades cívicas restringidas por Bush, él no se opone a la pena de muerte.

Críticas a Obama
Hillary Clinton le ha enrostrado a su rival por haber estado primero a favor del seguro universal de salud, para luego oponerse a éste, y que él, si bien estuvo contra la guerra de Iraq, luego votó por más fondos para ésta.

Su esposo Bill ha querido presentarlo como el candidato de una raza al haber hecho hincapié que Carolina del Sur también votó (gracias a sus electores negros) por Jesse Jackson en 1984 y 1988 (el único otro afroamericano que tuvo un buen papel en las internas demócratas).

Sin embargo, en ese mismo Estado Obama reclutó el voto de un cuarto de los electores blancos y su primera victoria se dio en Iowa, donde solo el 2% de su población es de piel oscura.

El New York Times ha editorializado en pro de Clinton por encima de él pues la ve más competente y experta.

Los republicanos creen que sus políticas debilitarán el poderío de EEUU y que producirán más impuestos, gastos públicos y concesiones a las uniones homosexuales o al derecho al aborto.

Si bien muchos izquierdistas aceptan poder votar por él, Obama se reclama abiertamente como un “anticomunista” que esté convencido en la superioridad del sistema americano de capitalismo de libre mercado. El, a su vez, tiene como a uno de sus asesores a Zbigniew Brzezinski, quien fuera consejero de Carter y quien es tradicionalmente uno de los principales halcones del partido demócrata.

Un Hussein en la Casa Blanca
Si Obama llegase a la Casa Blanca, él buscaría darle a ésta un cambio en su imagen internacional que, si bien no sería tan radical como el que Mandela le dio a Sudáfrica, le permitiría a EEUU mejorar su perfil ante los medioambientalistas, musulmanes y el Tercer Mundo.

Sería un gran cambio el hecho que la Presidencia de EEUU vaya a recaer en la primera persona que tenga ancestros y educación musulmanes y que tanto él como la primera dama sean afroamericanos.

Un eventual gobierno suyo haría que la maga-potencia abandonase el unilateralismo en lo externo y la desregularización y los grandes cortes de impuestos a nivel interno. Trataría de restablecer el poderío norteamericano abandonando el pantano de Iraq para concentrarse en construir más consulados y dotarse de más destacamentos. Buscaría derrotar a Bin Laden dejando de dispersarse en distintos teatros de combate para centrarse en destruir su organización. Es tras ese objetivo de aplastar a Al Qaeda que Obama buscaría llegar a acuerdos con Irán, Siria, Cuba y Venezuela.

Sin embargo, aún Obama sigue segundo en las internas demócratas y nada garantiza que él gane la nominación de su partido o luego la Presidencia. Entre tanto, Obama buscará no seguir la senda del “radical” Howard Dean que se esfumó tras llegar al clímax de su carrera en el 2004. Su presencia en el proceso electoral está creando mella en las candidaturas de todos los partidos.

Si el “Hussein americano” no llega a la Casa Blanca su propia irrupción podría presagiar un cambio de administración en Washington y un eventual retiro de Iraq.

sábado, 26 de enero de 2008

Hillary a la cabeza

 
Ahora algunos medios están especulando que la gran mayoría negra de los EE.UU. no votará por Hillary sino por Obama, olvidando que cuando termine todo el proceso de elección interna de entre los candidatos de un mismo partido todos estarán unidos contra los republicanos, que por causa de la guerra desatada deliberadamente por Bush, perderán las elecciones y darán paso a los demócratas con Hillary a la cabeza. Entretanto la economía norteamericana ingresa a la recesión como lo tenemos señalado y nadie podrá parar sus perniciosos efectos.
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viernes, 25 de enero de 2008

Tras la crisis la depresión o recesión en USA, será el fin?

O quizá el principio de nuevas guerras. El mundo está temblando y se teme lo peor porque ante la desesperación económica, la falta de trabajo, la pérdida del poder adquisitivo, la angustia y el excesivo gasto público por las guerras habidas, todo puede suceder.

Issac Bigio dentro de su Análisis Global, trata la rescesión:

Giros en la economía

En EEUU lo usual es que cada vez que hay una caída en la economía también cae el partido de gobierno. En 1932 Roosevelt inauguró 32 años de dominio demócrata tras el desplome de Wall Street. En 1980 Reagan inició la gran transformación republicana. Bill Clinton primero llegó a la Casa Blanca cuestionando a Bush padre por la crisis (“es la economía estúpido” era la frase que se acunó para mostrar el talón de Aquiles de los republicanos) y hoy su esposa quiere repetir el plato apareciendo como la más calificada en dar un giro económico ante el partido gubernamental.

Los demócratas creen que ésta se debe a que los republicanos han desregularizado mucho la economía y ellos proponen medidas proteccionistas o que incentiven el gasto público. Parte de su programa consiste en invertir más en salud y elevar los ingresos de los sectores más desfavorecidos para incentivar el consumo. Si ellos ganan la Casa Blanca eso podría afectar futuros TLCs y a quienes plantean en el mundo liberalizar aún más a los mercados.

El inicio de la recesión también podría significar el fin del “nuevo laborismo”. En 1997 Blair mostró a la socialdemocracia una “tercera vía” entre el estatismo y el “neo-liberalismo” y su tesorero Gordon Brown se ufanaba de haber garantizado una década de estabilidad y crecimiento en la economía británica que no tenía paralelo en la historia de esa isla. Sin embargo, hoy la inicial popularidad con la que en Junio Brown llegó al premierato se ha evaporado y su gobierno anda de tumbo en tumbo, abriendo las posibilidades para que los conservadores retornen al poder con una agenda de parcial distanciamiento hacia la Unión Europea.

Aún países que tienen una política y economía tan diferente a la de EEUU se ven afectados. China, que es una de las locomotoras de la industria mundial con tasas de crecimiento anuales de dos dígitos, puede ir desacelerando su ritmo. Esta, si bien tiene rasgos de una economía estatizada y planificada y el monopolio estatal de un partido comunista, depende mucho de inversionistas y compradores norteamericanos. No obstante, los optimistas conciben que la crisis de EEUU podría beneficiar a Beijing al debilitar a un rival y al enfriar el sobrecalentamiento de su economía (la misma que el 2007 tuvo su mayor salto en trece años).

Las medidas tomadas por la reserva federal de EEUU pueden haber llegado tarde, con debilidad o para maquillar una crisis que puede estarse incubándose para reventar con más fuerza. El nivel de gasto y deuda personales en Norte América sigue siendo uno de los más altos de su historia.

Por el momento, la crisis parece contenida. Sin embargo, el premier británico alerta que pueden venirse cosas peores. Mientras que ello podría conducir a que crezcan quienes plantean mayores regularizaciones, proteccionismo e intervencionismo estatal, London y Washington postulan mayor transparencia y serenidad.

La inestabilidad de los mercados afectará a varias sociedades pudiendo generar un importante giro en la conducción de la mega-potencia así como nuevos conflictos sociales y guerras en el mundo.

jueves, 10 de enero de 2008

cómo será acostarse cada noche con esos muertos

la OMS (Organización Mundial de la Salud) órgano dependiente de la ONU, ha presentado un informe sobre la cantidad de iraquíes muertos desde la ocupación de los norteamericanos. la pregunta es cómo será posible para el autor intelectual de esas muertes (hay estimaciones de expertos ingleses que elevan la cifra diez veces más) el presidente bush, acostarse llevando sobre las espaldas tremenda responsabilidad?

Alrededor de 151.000 iraquíes murieron de forma violenta en los tres años siguientes a la invasión de Irak encabezada por Estados Unidos en 2003, según reveló este jueves la Organización Mundial de Salud (OMS) en un comunicado.

La investigación, que cubre el período de marzo de 2003 a junio de 2006, se basa en un estudio de los hogares a escala nacional patrocinado de manera conjunta por la OMS y el gobierno iraquí.

El estudio se dirigió a 9.345 familias de cerca de un millar de localidades y pueblos en todo el país y, pese a la envergadura del mismo, los investigadores admitieron que sus conclusiones podrían no ser absolutamente exactas y sugirieron que la cifra de fallecidos podría oscilar entre las 104.000 y las 223.000 víctimas.

"Las cifras de nuestro estudio son tres veces más altas que las detectadas a través del examen de informaciones de la prensa realizado por el proyecto iraquí de recuento de cadáveres, y unas cuatro veces más baja que una encuesta a pequeña escala celebrada en hogares del país a comienzos de 2006", indicó Naeema A Gasseer, representante de la OMS en Irak.

El estudió halló que la violencia se convirtió en una de las principales causas de muerte de los adultos iraquíes después de marzo de 2003, y en la principal en el caso de los varones de entre 15 y 59 años de edad.

Destacó además que, como media, 128 iraquíes murieron a diario por causas violentas en el primer año posterior a la invasión encabezada por Estados Unidos, cifra que descendió a 115 víctimas en el segundo año y aumentó a 126 en el tercero. Más de la mitad de las muertes violentas ocurrieron en Bagdad.

viernes, 4 de enero de 2008

al empezar 2008 se agrava aún más la crisis en USA

el revelador informe que reproducimos de @DIN nos muestra que la economía de los EEUU va en franco e imparable deterioro. en horas más presentaremos para nuestros lectores las dimensiones colosales de la crisis inmoviliaria con cinco millones de casas que se venden y que nadie quiere comprar en el estado de Florida:

El caso de los millones de casas a la venta que nadie puede comprar:
Más de 5 millones de casas está a la venta en EEUU ¿Qué ha pasado? En EEUU ha estallado una gigantesca burbuja inmobiliaria. Bajos intereses, precios inmobiliarios en constante incremento (hasta un 20% anual en los mejores emplazamientos), un mercado hipotecario en hiperbólica expansión han mantenido al trote la economía de EEUU. El boom alimentaba el consumo privado, el endeudamiento de los hogares estadounidenses subía desaforadamente hasta llegar, de media, al 120% del ingreso anual, constituido en sus tres cuartas partes por deudas hipotecarias. Los bancos hipotecarios y los fondos inmobiliarios ofrecían de barato crédito a la gente, incluso a quienes nunca habrían podido permitirse poseer casa propia. La previsible ruina de un sinnúmero de pequeños propietarios de viviendas no representaba el menor problema, siempre, claro es, que se mantuviera el boom. Los bancos y las sociedades financieras ganaron fabulosamente con ello, lo mismo que la muchedumbre de gestores inmobiliarios.Desde hace meses crece la morosidad, y las ventas forzadas suben astronómicamente; más de 5 millones de viviendas están a la venta en EEUU. Por vez primera en diez años comienzan a bajar los precios, y se disparan los intereses. La crisis ha estallado –como no podía ser de otro modo— en el segmento subprime del mercado, entre las familias más pobres con pocos (y en términos reales, descendentes) ingresos. Más de dos millones de norteamericanos han perdido sus casa, hay más de 500 mil millones de dólares acumulados en morosidad: un tsunami de hipotecas fallidas arrasa el país.Con la espectacular quiebra en junio pasado de dos hedge funds multimillonarios pertenecientes al quinto mayor banco estadounidense de inversiones –Bear Stearns— se perdieron, por lo pronto, 1.600 millones de dólares. Además, las acciones de Bear Stearns se desplomaron, los mismo que las de muchos otros fondos de inversiones, bancos y aseguradoras: más de 200 mil millones de dólares se perdieron de la noche a la mañana. Wall Street se estremeció, y el resto de los mercados de valores del mundo reaccionaron de inmediato. Pues el colapso de los dos fondos hedge era una señal de alarma para todos los iniciados. Los bolsistas reaccionaron pánica pero lógicamente: pues los créditos morosos se hallan por doquier, y son bombas de tiempo colocadas, no sólo en el sistema financiero estadounidense, sino distribuidas por el mundo entero. Porque la burbuja inmobiliaria sólo podía crecer en la medida en que los financieros siguieran creyendo en la posibilidad de poner a la venta en cualquier momento hasta los peores y más arriesgados créditos hipotecarios. Esos créditos, lo mismo que todos los demás tipos de deuda, así como los pagos futuros de intereses y las amortizaciones a futuro, se han transformado en mercancías comerciables. De manera que hasta los créditos flojos y aun tambaleantes servían de base a una vertiginosamente expandida sobrestructura de derivados crediticios en manos de especuladores profesionales. Créditos hipotecarios y de otros tipos fueron empaquetados en masa y usados como garantía para nuevos títulos: los bancos hipotecarios vendían esos títulos respaldados por hipotecas (mortgage backed securities) traspasando así su riesgo crediticio a otros, a bancos, fondos de inversiones y aseguradoras. Éstos no se preocupaban de la calidad de la deuda hipotecaria originaria, porque también ellos pretendían vender a su vez esos títulos.Mientras se mantiene un boom inmobiliario, esos títulos son lucrativas inversiones monetarias, los hedge funds se los disputan, la securitization de todo tipo de deudas y la emisión de esos títulos hipotecariamente respaldados se convierte en una rama en auge, a la que se abalanzan fondos especiales. El comercio a escala planetaria con esos derivados se da al margen de las bolsas, la concurrencia entre los grandes hedge funds dispara sus precios, de manera que, sobre la burbuja inmobiliaria, se forma una nube de ulteriores burbujas de derivados.¿Qué ocurre, empero, cuando todos los créditos que se hallan en la base fallan en masa? Entonces se hace imperiosamente claro para los concernidos que están cabalgando sobre una ola de valores ficticios generada por ellos mismos. Puesto que las garantías no lo son de nada, se desvanece el valor de los títulos garantizados, los bancos quieren la devolución de los dineros prestados a corto plazo, los hedge funds no pueden seguir vendiendo sus títulos y entran en bancarrota. Con lo que también aquellos bancos, aseguradoras y fondos de inversiones que financiaron la especulación con esos derivados se ven en muy serios aprietos. Puesto que esos derivados fueron comercializados a escala planetaria, se ven también súbitamente en dificultades bancos que jamás financiaron una hipoteca en EEUU. Pero participaron –como la IKB, como la Westdeutsche y el Banco Regional de Sajonia y muchos otros— en hedge funds, cuando no crearon los propios, que especulaban con tales derivados crediticios. Sus pérdidas repercutieron a través de las cotizaciones de los mercados de valores; en todo el mundo, los valores financieros se desplomaron, y, esperando una ola de quiebras, los inversores huyeron en masa. También los bancos que juegan en primera división, y que nada tienen que ver con la especulación inmobiliaria, se ven ahora en aprietos.

Las economías exportadoras china y alemana y el fin de los mercados estadounidenses Caídos los primeros bancos, como en EEUU, o penosamente rescatados, como en Alemania, comienza el siguiente acto del drama: la crisis del mercado monetario. Puesto que los bancos saben que todos los demás están empantanados, pero no con qué profundidad, ponen límites severos al préstamo interbancario, exigiendo muy elevados intereses para créditos a corto plazo. En otras palabras: el sector más estable de los mercados financieros, el tráfico crediticio interbancario, se contrae súbitamente. Sólo los bancos centrales pueden entonces intervenir como lender of last resort –como prestamistas últimos—, lo que han hecho masivamente durante días.El Banco Central Europeo (BCE) inyectó más de 200 mil millones de euros para créditos a corto plazo en el mercado monetario, la FED estadounidense abrió la espita crediticia menos generosamente, pero bajo claramente los intereses y alargó el plazo de los créditos a corto plazo. En todo el mundo se ha seguido el ejemplo. Aun si con eso pareciera al pronto superada la crisis del mercado monetario, lo cierto es que la crisis financiera mundial no ha hecho sino comenzar.Para cubrir pérdidas, los hedge funds y los bancos venden los títulos que aún conservan algo de valor; títulos petrolíferos o títulos de metales. No tardan entonces en caer el precio del petróleo y los precios de los metales por doquier. Muchos inversores conservadores del mundo entero huyen buscando refugio en títulos seguros, es decir, en bonos estatales. Simultáneamente, se interrumpe la ola de fusiones y tomas de control empresariales –que en lo que va 2007 se elevaba ya, en el conjunto del planeta, a más de 3 billones de dólares—, puesto que los bancos restringen drásticamente sus condiciones crediticias. Puesto que ahora resulta arriesgado y muy caro conducir con la marcha larga del crédito, muchos megadeals previstos o ya en marcha, cuando no rotos, aplazados; los bancos experimentan enormes dificultades a la hora de seguir suministrando créditos multimillonarios ya concedidos. Las operaciones en los mercados de valores se aplazan, el mercado de nuevas emisiones se viene abajo, el segundo motor del rallye bolsístico entra en tremolina, adiós a las acciones en alza.El final del túnel dista aún por mucho de estar a la vista. Los mercados de valores señalan actualmente el descenso de las cotizaciones más abrupto desde hace años. Bancos y hedge funds en el mundo entero siguen quitándose de encima derivados crediticios preñados de riesgo que habían financiado con dinero japonés barato; los créditos tienen que ser devueltos en yenes, al pronto se dispara hacia arriba el cambio del yen y se hunden las cotizaciones en Tokio. Vendrá ahora la crisis del dólar, y con ella, la crisis del comercio mundial, así que a las economías exportadoras china y alemanas se les acaben los mercados estadounidenses.Michael Krätke estudió economía y ciencia política en Berlín y en París. Actualmente es profesor de ciencia política y de economía en varias universidades alemanas y en el extranjero, desde 1981 principalmente en Amsterdam. Coeditor de la revista alemana SPW (Revista de política socialista y economía) y de la nueva edición crítica de las Obras Completas de Marx y Engels (Marx-Engels Gesamtausgabe, nueva MEGA). Investigador asociado al Instituto Internacional de Historia Social en Amsterdam. Autor de numerosos libros sobre economía política internacional.